El Cabildo de Gran Canaria encara la fase final de la reparación del viaducto del Guiniguada con un puntal de acero de 25 toneladas

La complejidad de las maniobras de traslado e izado de esta estructura extradosada obligarán a realizar varios cortes del tráfico en este tramo de la circunvalación de Las Palmas de Gran Canaria

El vicepresidente primero del Cabildo de Gran Canaria y consejero de Obras Públicas e Infraestructuras, Arquitectura y Vivienda, Augusto Hidalgo, ha informado que su departamento encara la fase final de la obra de emergencia para reforzar la estructura del Viaducto del Guiniguada, en la Circunvalación de Las Palmas de Gran Canaria (GC-3), con la instalación en las próximas semanas de un refuerzo de acero de casi diez metros de alto y 25 toneladas de peso que se colocará, a modo de puntal, bajo el puente más afectado por la rotura de los cables de acero que dan estabilidad al viaducto descubierta hace dos años en esta instalación. Hidalgo recordó que con la colocación de esta estructura extradosada de refuerzo, y posteriormente de sus tendones de acero, se darán por culminadas estas obras de emergencia, algo que se espera ratificar a mediados de 2025.

Acompañado por el director facultativo de la obra de emergencia, y reconocido ingeniero de estructuras, José Antonio Llombart, y por Carlos Falcón, jefe de obra y uno de los responsables de la empresa contratada por el Cabildo, Freyssinet. Augusto Hidalgo anunció que los trabajos de sustitución de los tendones de cables de acero del interior de los dos puentes están prácticamente terminados y que la colocación de esta pieza exterior bajo el puente por el que circulan los vehículos hacia el sur de la isla, será el punto y final a unas obras que se iniciaron hace casi dos años. Durante los últimos meses, el Cabildo ha estado trabajando en la sustitución de los 32 tendones de acero originales por otros nuevos, a los que se han añadido otros 20 tendones nuevos para incrementar la seguridad de la estructura que soporta una media de 110.000 vehículos cada día. Cada tendón está formado por un gran cable que aglutina en su interior a entre 25 y 27 cordones de acero en tensión, por lo que las dos estructuras que conforman el Viaducto del Guiniguada cuentan ya con más de 140 kilómetros de nuevos cables de acero en su interior.

“Llevamos dos años trabajando en la reparación del viaducto del Guiniguada y la última parte que nos queda va a ser muy llamativa porque la gente va a poder ver cómo incorporamos una pieza extradosada, un puntal, que va a garantizar la estabilidad de uno de los viaductos. Va a ser una operación especial de ingeniería de precisión que va a garantizar que el viaducto esté en perfectas condiciones cuando quede terminado, a mitad de 2025”, señaló el vicepresidente Hidalgo, “una vez concluidas las obras, el puente estará totalmente reformado y además tendrá la garantía de poder durar otros 100 años, como si hubiera terminado de construirse ayer”.

El vicepresidente explicó que los trabajos, a partir de ahora, se centrarán en el exterior de los puentes con la colocación del nuevo puntal con objeto de extradosar el viaducto, unas labores que se prolongarán hasta mediados de 2025 y que obligarán a realizar cortes de tráfico en este tramo de la GC-3 en momentos muy puntuales. Hidalgo aseguró que la estructura de acero se encuentra a punto de ser desembarcado en el Puerto de La Luz tras ser construido por una empresa especializada en Galicia. La estructura, con forma de cuadrilátero y de 9,5 metros con la altura, como una casa de tres pisos, viaja desde el norte de España separada en 15 piezas que serán llevadas hasta la zona de obras junto al Viaducto para su montaje.

Previamente, y desde hace unas tres semanas, los operarios de Freyssinet se encuentran preparando una nueva zona de trabajo en el fondo del barranco. Se está acondicionando el terreno para crear una zona limpia y llana en la que poder operar con eficacia cuando se realice la operación de izado de la estructura. Toda esta zona está delimitada por un vallado por seguridad.

El montaje de las piezas de la nueva estructura en la zona de trabajo, junto al puente y a la GC-3, está previsto que empiece la próxima semana y dure entre dos y tres semanas. Para hacerlo está previsto que se desplacen hasta la isla varios operarios del taller especializado en el que se hizo la pieza en Galicia. Casi al mismo tiempo, se va a crear una nueva zona de trabajo en la misma calzada de los dos puentes. Para lograrlo se va a reducir el ancho de los cuatro carriles del puente que va en dirección sur con señalización horizontal amarilla, y se instalarán barreras New Jersey para que los operarios monten los andamios y puedan realizar sus operaciones con seguridad. Aunque más estrechos, se mantendrán los cuatro carriles actuales por calzada, pero debido al estrechamiento y a la presencia en los márgenes de trabajadores, la velocidad en este tramo reducirá de los 80 a los 60 kilómetros por hora. Se recuerda que en el puente por el que se circula en dirección sur, siguen vigentes las restricciones para el paso de vehículos pesados hasta 2025 cuando concluya toda la obra.

Una vez ensamblado el puntal, el traslado de la estructura de acero implica conducirla desde la zona de obras actual hasta casi la entrada de los túneles de Pico Viento por la calzada en dirección sur; una vez ahí, se realizará un cambio de sentido y se trasladará la estructura hasta la mitad del viaducto para ser bajada con grúas hasta el fondo del barranco. Esta operación es tan compleja que implicará el corte completo de la calzada por la que circule el camión con la estructura encima, por eso se pretende realizar este traslado un fin de semana de agosto y de esta forma causar el menor perjuicio posible a los conductores. Aunque dependerá de las condiciones del viento, la intención de la Consejería es que el traslado de la pieza de una calzada a la otra y su descenso al barranco, se complete en una sola jornada de trabajo para minimizar así los cortes de circulación.

Cuando el puntal de acero esté en el barranco se preparará el izado con gatos hidráulicos especiales ya instalados en el interior del puente hasta colocarla en la zona designada. A partir de ahí, comenzarán los trabajos para afianzar esta pieza extradosada al puente desde los andamios colocados de forma invertida, que empezarán a montarse la próxima semana, y más tarde, la colocación de los 12 tendones de acero que, partiendo del interior del puente, se colocarán bajo la estructura metálica para hacer las veces de puntal. Según explicó José Antonio Llombart, una vez acabada la obra, esta pieza extradosada ejercerá una fuerza ascensional permanente de 574 toneladas sobre el tablero por el que circula el tráfico en dirección al sur de Gran Canaria.

Tal obra de ingeniería, entre la reposición de los tendones de acero del interior y la fijación del refuerzo extradosado, devolverá a todo el viaducto la fiabilidad y durabilidad de una obra recién construida, por lo que se garantiza que ambos puentes podrán tener una vida útil de cien años más en uso y en perfectas condiciones de seguridad.

Contrato para revisar los puentes

El vicepresidente Augusto Hidalgo recordó también que esta obra de emergencia fue adjudicada por 11.983.505 euros, y en los 21 meses de obras que se llevan ejecutados se han certificado ya trabajos por valor de 7,2 millones de euros. La mayor parte de ese dinero se ha invertido en los trabajos de sustitución y refuerzo del pretensado situado en el interior de los puentes, con 32 tendones (16 por estructura) de acero pretensado con un peso total de 120.000 kilos y 93 kilómetros de cordones de acero pretensado. La fuerza que soporta cada uno de estos tendones es de unas 532 toneladas. Para reforzar la estructura se están instalando 20 tendones adicionales con un peso de 62.000 kilos en acero y una longitud de 47 kilómetros. La fuerza en cada uno de estos tendones nuevos de refuerzo soportará presiones que van desde las 277 toneladas hasta 553 toneladas.

Augusto Hidalgo recalcó que la seguridad de los usuarios ha sido siempre la prioridad para el área de Carreteras del Cabildo y por eso desde que se detectaron las anomalías en la estructura se implantó un plan de monitorización del Viaducto. En este sentido cabe indicar que la estructura se encuentra monitorizada en tiempo real, las 24 horas del día, siendo analizado de forma continua los datos por un equipo de ingenieros especializados, realizándose además inspecciones continuas (varias veces todos los días de la semana) de los diferentes elementos estructurales del viaducto a fin de anticipar cualquier comportamiento anómalo, siendo los resultados obtenidos hasta el momento favorables.

Además, añadió el vicepresidente, la Consejería de Obras Públicas está ya en la fase de adjudicación de un nuevo concurso, con una dotación de 2,6 millones de euros, para revisar todos los puentes, muros, pasos elevados y subterráneos, y otras estructuras de las carreteras de Gran Canaria con el fin de planificar futuras actuaciones preventivas para que no ocurran situaciones parecidas a la del viaducto del Guiniguada.