ENFERMERÍA
El Colegio de Enfermería urge a tomar conciencia de las nuevas necesidades de cuidados
La jornada de reflexión sobre cuidados y vulnerabilidad organizada por el CELP lanza un mensaje a las administraciones públicas: deben adaptar sus servicios a la nueva realidad sociodemográfica con el fin de garantizar el derecho de todas las personas a ser cuidadas con equidad y dignidad
“El cuidado que reciben las personas, especialmente las más vulnerables, es un valor que mide el grado de desarrollo de las sociedades avanzadas, pero también debe entenderse como un derecho fundamental de la ciudadanía y un elemento clave del bienestar común que debe ser garantizado por las instituciones públicas”. Es lo que afirma Rita Mendoza, presidenta del Colegio de Enfermería de Las Palmas (CELP), entidad organizadora de la jornada ‘Cuidando a las personas en situación de vulnerabilidad en el ámbito comunitario’, celebrada este viernes en el Paraninfo de la Universidad Fernando Pessoa Canarias, en Santa María de Guía (Gran Canaria).
La profesión enfermera, la más numerosa del ámbito sanitario con cerca de 17.000 colegiados en Canarias, es la responsable de los cuidados profesionales de salud y asume la responsabilidad de velar por que las administraciones públicas procuren los cuidados que la población requiere en cada momento. Ante la transformación sociodemográfica que está experimentando Canarias, con tasas cada vez más altas de envejecimiento, mayor prevalencia de enfermedades crónicas e incremento del número de personas en situación de dependencia, el CELP urge a las instituciones a tomar conciencia de las nuevas necesidades de cuidados.
“Las políticas de cuidados deben dar respuesta especialmente a las personas más vulnerables con el fin de evitar que se incremente la desigualdad, la inequidad y la injusticia social”, añadió la presidenta del CELP durante su intervención de apertura de la jornada. Mendoza reclamó poner el cuidado como eje central del sistema sociosanitario y pidió un esfuerzo por superar la institucionalización en centros o residencias como recurso preferente para proporcionar cuidados a la población. “Se debe escuchar a las personas y se les debe permitir que reciban esos cuidados en su casa, en su barrio o en su entorno comunitario, que es lo que la gran mayoría prefiere”, señaló la presidenta de las enfermeras, que invitó a buscar nuevas soluciones, recopilar ideas, ampliar la mirada e innovar en políticas y estrategias de cuidados.
Ese era precisamente el objetivo de la jornada convocada por la organización colegial de enfermería: reflexionar sobre la situación de las personas en situación de vulnerabilidad y conocer nuevas experiencias y herramientas para la intervención de los profesionales de la salud.
Prevención de la institucionalización
La jornada tuvo como ponente, entre otros, al director gerente del Instituto de Atención Social y Sociosanitaria (IAS) del Cabildo de Gran Canaria, Ricardo Redondas, quien explicó la ‘Estrategia de Prevención de la Institucionalización en Gran Canaria’. “Los servicios de institucionalización, como centros o residencias, sólo deberían ser usados cuando la persona los precise y quiera y no como consecuencia del fracaso o la claudicación del sistema de cuidados”, afirmó Redondas. El máximo responsable del IAS abogó por procurar los cuidados y apoyos a cada persona “atendiendo a su voluntad y a sus preferencias, dándole la oportunidad de elegir dónde, cómo y con quién vivir, sin imposiciones”. Se mostró partidario además de “innovar, ganar en flexibilidad en la prestación de servicios y aumentar la diversidad de recursos asistenciales, especialmente los menos institucionalizadores”.
Una de las acciones innovadoras que apoya el IAS y que entrará en funcionamiento en los próximos meses como medida para prevenir la institucionalización es el ‘Proyecto T-CuidaM’, promovido por el Colegio de Enfermería de Las Palmas y presentado durante la jornada por Cruci González, enfermera comunitaria y responsable de Formación del CELP. La iniciativa busca identificar grupos de personas mayores en situación de vulnerabilidad para actuar de forma preventiva antes de su institucionalización. Se trata de proporcionarles un plan de cuidados en su propio entorno, buscarles los recursos de apoyo que puedan necesitar desde una perspectiva pluridisciplinar y contribuir a su empoderamiento, con el fin de que se conviertan en activos responsables de su propio bienestar.
Crear entornos salutogénicos
Otra ponencia destacada fue la de Ainhoa Ruiz Arazola, de la Escuela Andaluza de Salud Pública, quien habló de ‘La comunidad como fuente de salud’. Ante la evidencia de que los entornos urbanos generan situaciones de desigualdad y vulnerabilidad, Ruiz Arazola planteó el reto de las sociedades modernas de convertir los pueblos y las ciudades en espacios habitables y promotores de salud. Conforme a su planteamiento, existe una relación directa entre el bienestar de la población y la confortabilidad del entorno urbano en el que habita, su carácter seguro, inclusivo y ambientalmente sostenible. Así, es necesario transformar los espacios urbanos, normalmente generadores de malestar y enfermedad, para crear en contraposición entornos sanos y salutogénicos.
La salud de las personas sin hogar
Durante la jornada se dio a conocer además el proyecto ‘Viviendas para la recuperación de la salud’, una experiencia de éxito del Servicio de Acogida y Asistencia a Personas Sin Hogar en Situación de Convalecencia de Madrid. Victoria Cantos y Juan Manuel Campos, responsables del proyecto, explicaron el funcionamiento de este programa, que promueve el acceso de las personas sin hogar de Madrid a los servicios y cuidados de salud. El acogimiento temporal en viviendas para la recuperación les ofrece un espacio digno de seguridad, descanso y acompañamiento durante su convalecencia, que les sirve además de puente para su salida de las calles. El resultado es una notable mejora en su calidad de vida, en su bienestar físico y psicológico, en su situación administrativa –el 100% sale con tarjeta sanitaria– y en su situación económica.
Las enfermeras como agentes activos de salud
Por último, la enfermera canaria Janet Delgado, profesora internacional de Enfermería en la Universidad de Yamaguchi y editora jefa de la revista Nursing & Health Sciences, intervino por videoconferencia desde Japón para presentar su ponencia titulada ‘Vulnerabilidad y cuidados: construyendo espacios de apoyo’. Delgado profundizó en el concepto de vulnerabilidad, relacionándolo con los diferentes factores sociales, ambientales o culturales que merman el bienestar de determinados grupos de población: personas con enfermedades crónicas o que presentan algún grado de discapacidad, drogodependientes, víctimas de abusos o malos tratos, personas con enfermedad mental, personas sin hogar o en situación de pobreza, inmigrantes y refugiados, entre otros.
Por sus especiales circunstancias, bien porque están expuestas al riesgo o por su condición física, psicológica, económica o social, las personas en situación de vulnerabilidad son más propensas que otras a desarrollar problemas de salud, lo que se traduce en una mayor prevalencia de enfermedades y en elevadas tasas de mortalidad. Por tal motivo, la profesora de la Universidad de Yamaguchi incidió en la obligación ética que tienen los poderes públicos de proteger a las personas especialmente vulnerables.