Fuerteventura participa en el legendario Paris-Dakar con el piloto majorero Matías Rodríguez

La Consejera Marlene Figueroa ha deseado mucha suerte al equipo formado por Matías y Sandra en esta aventura épica a través del desierto que tiene un gran impacto mediático en todo el mundo y que atrae a los amantes de la aventura

El Patronato de Turismo patrocina al piloto majorero Matías Rodríguez en su participación en el Rally Paris Dakar, la dura y legendaria prueba en la que participa por segunda vez junto a su mujer y copiloto Sandra Guasch conduciendo este año un Mitsubishi L200 junto a la estructura campeona de la pasada edición, el Pedregà Team. 

El logo de la Isla de Fuerteventura cubre el pecho del mono de los pilotos y parte de la carrocería del vehículo en su desafío de 2025 a través de etapas de polvo, piedras, calor abrasador y frío polar, con contratiempos e incertidumbre, atravesando la implacable dureza del desierto, compartiendo esta historia de superación en la que la perseverancia, el compañerismo y la resiliencia son claves. 

La Consejera de Turismo del Cabildo de Fuerteventura, Marlene Figueroa, ha deseado mucha suerte al equipo formado por Matías y Sandra en esta prueba legendaria en la que ya se han hecho un hueco en el corazón de los aficionados, demostrando mucha solvencia no solo a los mandos del vehículo sino también por su resistencia física, la capacidad emocional y el vínculo del equipo. 

El Rally Paris-Dakar atrae la atención de millones de personas de todo el mundo, amantes de la aventura, el motor y los desafíos épicos, razones más que suficientes, ha señalado Marlene Figueroa, para apoyar la aventura del piloto de Gran Tarajal que lleva con orgullo el nombre de su Isla y que aporta un gran impacto positivo para la reputación del destino turístico. 

Matías Rodríguez se estrenó en el Dakar Classic 2024 junto a su esposa copiloto y navegante Sandra Guasch. Para este piloto de Fuerteventura competir en el Dakar 2024 junto a su mujer fue una experiencia vital que quiso plasmar en un libro, titulado «Un Dakar, dos corazones». En él cuenta su historia, la de un matrimonio que, sin ser pilotos profesionales ni contar con grandes recursos ni experiencia, tras nueve meses de proyecto, llegaron al Dakar y pusieron a prueba sus límites y su vínculo.