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Entrevista a la dibujante catalana, Sara Cardona

Canarias Noticias - 25/01/2025
Sara Cardona/ canariasnoticias.es

“A los treinta años me dije: O pruebo a dedicarme sólo a dibujar o me voy a quedar para siempre con las ganas”

“Con los cómics europeos me meto más en la historia, visualmente me hacen soñar”

La dibujante catalana Sandra Cardona forma parte de la nueva generación que surgió después de los tiempos de la contracultura que fue prácticamente arrasada con la llegada del manga, género del que se considera una auténtica fanática y pese a que el tiempo ha enfriado un tanto esta pasión, aún sigue presente en sus dibujos. Cardona repite el modelo universal de los dibujantes. “Desde pequeña estaba siempre por ahí pintándolo todo” y si a eso se le suma que era una niña muy reservada, pues al final no es raro que haya encontrado su mundo y además su profesión. El boom del anime con la invasión de Dragon Ball la vivió en primera persona y a continuación “un poco por azar” descubrió el manga, le fascinó hasta llegar a la obsesión, “leía sin parar, día y noche”, confiesa. Al estudiar en la ya legendaria Escuela Joso su horizonte se expandió y descubrió el cómic franco-belga al que luego por cosas de la vida se acabaría dedicando.

-¿Reniegas del mundo manga como le ocurre a muchos aficionados cuando crecen?

-Aún sigo leyendo manga, creo que influenció a todo el mundo pero el cómic europeo es ahora mi principal lectura, ha ganado terreno con el tiempo. Los cómics europeos son autoconclusivos y más cortos, no tienes que esperar a la serie número diez mil y además el hecho de tener color también me llama mucho la atención. Me meto más en la historia, me hace soñar.

-Entonces está clara tu relación con el mercado francés.

-Sí, soy una autora que está dentro de esa categoría. De hecho, este año estoy invitada al festival de Angoulême por el Institut de Cultura de Barcelona (ICUB), junto a otros autores para representar a la ciudad en el pabellón de la Unesco. La intención es explicar cómo los españoles hemos vivido el cómic, cómo ha crecido la industria y han surgido tantos autores, especialmente en Barcelona.

-¿Y qué piensas de los autores catalanes que estaban antes de ti y crearon el underground? ¿Te interesa?

-Pues no ha sido nunca mi estilo, yo soy más de fantasía y un poco juvenil, es algo un poco alejado de mí. Hace poco vi que le hiciste una entrevista a Jaime Martín que fue profesor mío y que perteneció a ese mundo.

-¿Cuántos cómic has hecho hasta ahora?

-El primero fue una novela gráfica de unas 150 páginas llamado Bouillon a la que le tengo especial cariño. En ese trabajo hablé mucho con el guionista, Olivier Milhaud, para unir nuestras fuentes de inspiración y crear un universo muy rico. El segundo y tercer cómic lo sacó la editorial franco-belga Dargaud, se llama Witch Club, en él seguiremos las aventuras de una joven bruja junto al diablo, en un mundo lleno de magia y fantasía. Ahora estoy con una serie en la misma editorial en el que hay intriga y amor por los animales, junto al guionista Corbeyran. Entre tanto, participé en una antología en España llamada Voces que cuentan, dibujando un relato escrito por Sandra Sabatés.

-¿Nunca escribes tus guiones?

-Hasta el momento siempre he trabajado con guionistas, pero no descarto algún día atreverme a sacar algo con guión propio.

-Seguramente tienes algún guión escondido en un cajón.

-Sí y espero que algún día pueda sacarlo pero es un proceso creativo diferente y de momento prefiero dedicarme al 100% en el dibujo, me resulta más sencillo e interesante trabajar con guionistas.

-Además de dibujar tebeos veo que has hecho otros trabajos como pintar murales. ¿Has podido dedicarte únicamente a los cómics?

-Sí, desde 2018. Antes había trabajado como diseñadora gráfica pero cuando cumplí los 30 me dije: “O pruebo a dedicarme sólo a esto o me voy a quedar para siempre con las ganas”, porque era algo que me había gustado, es lo que estudié y por ahora ha salido bien.

-Pero supongo que los inicios habrán sido muy complicados.

-Lo complicado de este mundo es empezar. Los inicios siempre son muy duros porque necesitas tener contactos y proyectos que presentar. Sales de la escuela donde te preparan para ser una buena dibujante, pero no estaba preparada para enfrentarme al sector editorial y defender mis proyectos.

-Curiosamente, Jaime Martín decía el otro día que le asombró lo fácil que fue comenzar.

-Hay todo tipo de experiencias pero a la gente que conozco normalmente les cuesta bastante. Empezar de cero en un mundo tan hostil es siempre complicado.

-Ahora tienen la ventajas de las redes sociales.

-Sí, resulta mucho más fácil conectar con los editores, están más abiertos a contactar con los autores online, mientras que antes les mandabas correos y nunca te contestaban. Necesitabas verlos en persona para que te hicieran caso.

-¿Cuánto tiempo tardaste en que te tomaran en serio?

-Después de salir de la Escuela Joso intenté entrar en el mundo del cómic y de hecho llegué a publicar en Francia pero luego lo vi todo complicadísimo y que no me aceptaban los trabajos que presentaba. Tenía que moverme demasiado y la verdad es que era muy joven así que vi mucho más fácil trabajar en una empresa y tener mi sueldo. Dibujar era mi pasión pero tenía que sacar mi lado comercial y en ese momento me costaba mucho. Así que me dije: “Vamos a ir por el método clásico y trabajar en una empresa y si eso más adelante lo intento de nuevo”, y así lo hice.

-¿Crees que has desarrollado un estilo propio y reconocible?

-Sí, en el mercado hay tantos estilos distintos que ya no existen las modas. Ahora lo principal es lograr que tu estilo se imponga, que llegues a un grupo de lectores y tener tu propio público.

-Estuviste también en Canadá…

-Eso fue en 2019, la experiencia me gustó muchísimo porque el salón de allí dura cuatro días pero empiezan un mes antes a organizar actividades por toda la ciudad y eso hace que a la gente que no conozcan mucho el mundo del cómic o no sean muy aficionados se interesen un poco, y así se pueden crear nuevos autores y lectores. Eso me parece muy interesante. Allí estuve haciendo actividades en las bibliotecas de la ciudad, conectaban mi tableta a una pantalla y estaba unas cuantas horas trabajand, mientras, la gente se acercaba y miraba el proceso de cómo se hacía una página. Me podían preguntar sobre el trabajo, cómo contactar con las editoriales, si se puede vivir sólo de esto… Bueno, todas las dudas que tenían sobre el sector, me pareció algo muy interesante y que se debería hacer también aquí.

-Supongo que tendrás una relación muy estrecha con el Salón de Barcelona.

-Mucha, es el salón al que iba año tras año en mi adolescencia y el año pasado estuve invitada por la salida del cómic Witch Club, publicado en España por Norma Editorial. Este año también estaré presente para impartir unos talleres dirigidos al público infantil y juvenil.

-¿Y con el Salón de Angouleme en Francia?

-El primer viaje lo hice cuando era estudiante del último curso de la Escuela Joso para ver cómo funcionaba el mundillo, llevar mi trabajo y ver la reacción de los editores y desde entonces he ido casi cada año. Hice un parón cuando estaba con el diseño gráfico pero luego volví otra vez. Creo que si eres autor ese salón es una parada obligatoria.

-¿Qué es lo que más te atrae de Angouleme?

-Sobretodo el ambiente que hay, conocer y encontrarte con personas de este sector. Somos dibujantes y estamos solos todo el día así que está muy bien tener esos momentos para podernos reunir. A veces pasan meses sin ver a mis compañeros porque además ahora vivo en Francia. Así que cada año coincidimos todos, nos ponemos al día, vemos lo último que hemos sacado y esos días son un subidón. Se agradecen esos momentos en los que puedes socializar un poco.

-¿Llevas bien estar sola, lo del teletrabajo?

-Bueno, ya me he adaptado pero al principio era complicado y más saliendo de trabajar de una empresa, con mis horarios y compañeros. En casa era un caos y no sabía cuándo parar porque podía estar trabajando horas y horas y de golpe a las tres de la mañana viene la inspiración y claro, hay que aprovechar el momento. Mi día es cien por cien trabajo.

-No separas tu vida personal de la profesión. Todo se mezcla.

-Se mezcla todo, tienes que poner unos límites y es muy complicado ponerlos cuando trabajas en algo que te gusta.

-¿En qué proyecto estás trabajando ahora mismo?

-Estoy con una serie donde la protagonista lucha contra la violencia animal en un Londres victoriano. La serie se llama Eden Glitter, cada volumen tratará de un caso de violencia animal de la época, mezclado con algo de acción. Esta siendo un proyecto muy interesante donde mezclo muchos estilos nuevos y el cual estoy 

aprendiendo mucho de ello. Creo que va a ser un proyecto muy interesante para mucha gente.

-¿Qué piensas de la Inteligencia Artificial?

-Veo que hay autores que están muy comprometidos con reivindicar nuestra profesión y la verdad es que también me he propuesto hacer algo a ver si podemos ponerle freno. Quienes peor lo van a llevar y los que están más en peligro son los que hacen trabajos creativos, pienso.

-Supongo que para mantener el tipo la única posibilidad precisamente es ser lo más creativa y personal posible.

-Me parece que aún es muy pronto para saber hasta dónde va a llegar todo esto pero me gustaría pensar que una máquina no puede replicar el talento y creatividad de algunos dibujantes.

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