SANIDAD
El Hospital La Candelaria permite la presencia de un acompañante durante las cesáreas

El centro sanitario emplea un nuevo protocolo que posibilita el acompañamiento de la madre, manteniendo la garantía de su seguridad y la del bebé
El Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, centro adscrito a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, ha puesto en marcha un nuevo protocolo que permite que las mujeres que vayan a ser intervenidas mediante una cesárea puedan estar acompañadas durante la intervención. El objetivo de esta medida es lograr una cesárea positiva, donde la mujer se sienta respaldada en todo momento, apoyada emocionalmente y partícipe del nacimiento de su bebé.
En los últimos diez años el número de estas intervenciones ha disminuido en el complejo hospitalario un 17,2% menos, con la finalidad de alcanzar los porcentajes establecidos por los organismos internacionales. Asimismo, el hospital atendió más de 2.000 partos únicos el año pasado, de los cuales 1.149 fueron niñas y 1.198 niños.
Para poder acogerse a este protocolo existen algunos requisitos que las madres deben cumplir: que la cesárea sea programada (es decir, que no ocurra de urgencia debido a complicaciones anteriores), que se de en embarazos únicos o que la edad gestante sea mayor de 36 semanas, entre otros.
No podrán acogerse a él las cesáreas urgentes y las de alto riesgo obstétrico, así como aquellas que presenten inestabilidad materno-fetal o complicaciones relacionadas con la anestesia.
Este protocolo garantiza en todo momento la seguridad del bebé y su madre y promover un buen funcionamiento de la cesárea, dado que es una intervención quirúrgica compleja.
Una vez que la madre manifiesta su consentimiento para estar acompañada, ya sea por su pareja o por un familiar, se procede a informar de las directrices que su acompañante deberá seguir para que el procedimiento se lleve a cabo manteniendo siempre las garantías de salud. Entre ellas, su salida inmediata si surge alguna complicación o la realización de un circuito específico que asegure el nacimiento de forma saludable.
De esta manera, se continúa favoreciendo el contacto piel con piel, que muestra significativos beneficios como una mejor percepción materna de la experiencia de parto, la adaptación del neonato al medio extrauterino y un aumento del desarrollo de la lactancia materna a corto y largo plazo.