Las Palmas de Gran Canaria
Modernización del Ciclo Integral del Agua en Las Palmas de Gran Canaria: Mejoras y Sostenibilidad

Las Palmas de Gran Canaria está dando pasos firmes hacia un futuro más sostenible con la modernización del ciclo integral del agua, un proceso clave para garantizar el acceso a un recurso vital y proteger el medio ambiente. Este ambicioso proyecto, realizado por Emalsa, que abarca desde el abastecimiento hasta la depuración, está transformando la ciudad con mejoras significativas en la red de saneamiento, la implementación de tecnologías avanzadas y una visión estratégica para los próximos años. A continuación, exploramos cómo estas iniciativas están marcando la diferencia en la capital grancanaria.
Un Plan Estratégico para el futuro del Agua
Inversión histórica para infraestructuras hídricas
El Plan Estratégico del Ciclo Integral del Agua 2024-2033 representa el esfuerzo más ambicioso de Las Palmas de Gran Canaria para renovar sus infraestructuras hídricas. Con una inversión de 857 millones de euros, este plan busca modernizar el sistema de abastecimiento, saneamiento y depuración, adaptándolo a los retos ambientales y al crecimiento urbano.
Compromiso con la Sostenibilidad
La sostenibilidad es el pilar de estas mejoras. Las nuevas infraestructuras están diseñadas para reducir pérdidas de agua, optimizar el tratamiento de aguas residuales y cumplir con las normativas europeas más exigentes.
Innovación Tecnológica en la Red de Saneamiento
Un Sistema Inteligente para la Gestión del Agua
Uno de los avances más destacados es la implementación de un sistema inteligente de saneamiento, que ha supuesto una inversión de 645.915 euros. Este sistema incorpora 85 sensores y 52 dispositivos de control distribuidos en 900 kilómetros de red, monitoreando en tiempo real puntos estratégicos como Barranco Seco, Tamaraceite y Santa Catalina. Gracias a esta tecnología, se pueden detectar fugas, controlar vertidos y optimizar la depuración, reduciendo el impacto ambiental y los malos olores en la ciudad.
Renovación de Infraestructuras Obsoletas
La red de saneamiento, con tramos que superan los 50 años de antigüedad, está siendo renovada en barrios clave como La Isleta, Guanarteme y Galicia. Por ejemplo, en la calle Cayetana Manrique se está sustituyendo un colector de los años 50 por uno moderno, adaptado a las necesidades de un entorno urbano en crecimiento. Estas obras, que incluyen la renovación de más de 600 kilómetros de tuberías, no solo mejoran la capacidad de la red, sino que también previenen averías y garantizan un sistema más seguro.
Beneficios para la ciudad y sus habitantes
Mejora de la Calidad de Vida
Las mejoras en el ciclo del agua tienen un impacto directo en la calidad de vida de los ciudadanos. Un saneamiento eficiente reduce los riesgos de inundaciones durante lluvias intensas, protege la salud pública y preserva los ecosistemas marinos al minimizar vertidos no tratados. Además, la digitalización de la red permite intervenciones más rápidas, lo que se traduce en menos molestias para los vecinos.
Impulso a la gestión responsable
El compromiso con la gestión responsable se refleja en nuevas ordenanzas municipales que regulan los vertidos y promueven el consumo responsable de agua. Estas normativas, actualizadas en 2024, establecen sanciones por mal uso y fomentan la separación de aguas pluviales y residuales en nuevas edificaciones, un paso crucial para optimizar el tratamiento y reutilización del agua.
Hacia una Ciudad más resiliente
Las Palmas de Gran Canaria está consolidándose como un referente en gestión hídrica sostenible, gracias a la Empresa Mixta de Aguas de Las Palmas. La combinación de inversiones millonarias, tecnología de vanguardia y una planificación a largo plazo está transformando el ciclo integral del agua, asegurando que la ciudad esté preparada para enfrentar los desafíos del cambio climático. Desde la renovación de tuberías en barrios históricos hasta la monitorización en tiempo real de la red, cada acción contribuye a un futuro donde el agua se gestione con eficiencia, responsabilidad y respeto por el medio ambiente.
Con estas iniciativas, la capital grancanaria no solo mejora sus infraestructuras, sino que también envía un mensaje claro: el agua es un recurso esencial que debe protegerse con visión y compromiso. Este esfuerzo colectivo beneficia a todos los ciudadanos y posiciona a Las Palmas como una ciudad preparada para los retos del siglo XXI