RANCHO DE ÁNIMAS
El Cabildo de Gran Canaria divulga el BIC de los Ranchos de Ánimas y refuerza su compromiso con el patrimonio inmaterial y material de Gran Canaria

La Catedral acoge una muestra en vivo de manifestaciones que solo sobreviven en Valsequillo, La Aldea y Arbejales de Teror ante un público integrado por cerca de 400 personas
“Estos muros albergan hoy el inmortal sonido con el que nuestra gente hizo frente a la mortalidad”, afirmó esta noche el presidente del Cabildo, Antonio Morales, poco antes de que sonaran en la Catedral de Canarias las letanías de los Ranchos de Ánimas Valsequillo, La Aldea de San Nicolás y Arbejales de Teror en el acto abierto al público organizado por la Institución Insular para la divulgación de esta manifestación recientemente declarada Bien de Interés Cultural (BIC) inmaterial tras el expediente impulsado por el Gobierno de la isla.
Así lo expresó Morales en el acto organizado por el departamento de Patrimonio Histórico de la Consejería de Presidencia del Cabildo junto al titular del área, Teodoro Sosa; el obispo de Canarias, José Mazuelos; el obispo auxiliar, Cristóbal Déniz; el director insular de Patrimonio Histórico, Juan Sebastián López; el deán de la Catedral, José Lavandera; y representantes municipales. El programa contó con la colaboración de la Diócesis y de los ayuntamientos de Valsequillo, La Aldea y Teror. Cerca de 400 personas acudieron al evento.
“Estas manifestaciones han atravesado el tiempo y se presentan ante nuestra mirada y nuestros oídos como supervivientes de otra época. Pero no son náufragos. Son naves cargadas de significado que llegan a la orilla del presente con un mensaje que sigue resonando en nuestro interior”, agregó Morales.
“Los Ranchos de Ánimas”, añadió, “forman parte del conjunto de joyas más valiosas del cofre insular, del patrimonio inmaterial, aquel que no se puede tocar, el que no está hecho de piedra, ni de plata, pero que todavía hoy en día es capaz de alcanzar los lugares más profundos de nuestros sentimientos con la nobleza y durabilidad del material con el que está fabricado: la emoción humana ante el trance del adiós”.
Estos Ranchos, los únicos que sobreviven en Canarias, “responden a la necesidad emocional y religiosa de establecer vínculos, estabilidad, inmediatez, continuidad y comunicación entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos, igual que hacían, curiosamente, los pobladores y pobladoras que les precedieron, la antigua sociedad aborigen, además de ser una expresión sobresaliente de esos procesos de construcción comunal desde el siglo XVII”, enfatizó.
“El Cabildo es consciente de la importancia de conservar el legado patrimonial, tanto el tangible como el intangible. El acto que nos congrega forma parte de una nueva acción del departamento de Patrimonio Histórico para divulgar con el mayor alcance posible los valores que encarnan los Bienes de Interés Cultural, precisamente cuando se cumple el medio siglo de la instauración de esta figura”, recalcó el presidente insular.
“En este mismo contexto, y asumiendo la responsabilidad que tenemos como Institución Insular, hemos decidido reforzar la conservación del legado histórico insular con un Plan de Ejecución Temporal (PET) vinculado al programa de Protección del Patrimonio Cultural de Gran Canaria”, indicó.
La iniciativa se estructura en cinco ejes estratégicos que impulsarán las declaraciones de Bienes de Interés Cultural (BIC), la delimitación y el entorno de protección de determinados BIC ya en vigor o la aprobación del Catálogo Insular de Patrimonio Cultural y del Patrimonio Arqueológico, Etnográfico, Arquitectónico, Industrial e Inmaterial, además de sentar las bases del futuro Centro de Documentación del Patrimonio Cultural y planificar el cuidado del patrimonio religioso.
La cita incluyó la proyección de un vídeo y, como broche de oro, la muestra en vivo de los Ranchos de Ánimas de Gran Canaria. Este jueves 8 de mayo, a partir de las 19.00 horas, el Patio del Cabildo acogerá la conferencia ‘Las comunidades portadoras: sujetos activos en la valoración y salvaguarda de los rituales festivos’, a cargo de María Pía Timón, etnóloga y Premio Nacional de Restauración y Conservación de Bienes Culturales en 2021. Su intervención abordará las distintas acciones y estrategias que son necesarias para salvaguardar y garantizar la transmisión del patrimonio cultural inmaterial tanto por parte de la ciudadanía como de las administraciones.
Valores que atesoran los Ranchos de Ánimas de Gran Canaria
El consejero de Presidencia, Teodoro Sosa, ha señalado que su declaración como BIC no solo supone el reconocimiento legal de los sobresalientes valores de la manifestación cultural, sino también da visibilidad a este legado cultural y a las comunidades portadoras que lo han mantenido, en su expresión como fenómeno que combina varias tradiciones que se refuerzan en Canarias por su cultura de frontera y mestiza, del significado de la muerte y los espacios de transición como el purgatorio del imaginario religioso cristiano.
Los Ranchos de Ánimas tienen su origen en el siglo XVII, vinculados a las cofradías de las parroquias, y en Gran Canaria existieron en el siglo XIX y en la primera mitad del XX, como en el resto de las Islas, en muchas localidades como Tejeda, Tasarte, Juncalillo, Barranco Hondo o Lomo Magullo, aunque hoy solo sobrevivan los tres declarados BIC por el Gobierno regional tras su publicación en el Boletín Oficial de Canarias el 3 de marzo de 2025.
Su antigüedad y, en especial, la pervivencia a lo largo de los siglos de una isla con una transformación cultural profunda en la segunda mitad del siglo XX los convierte en una expresión singular del denominado ‘tiempo tradicional y rural’ que ha sabido superar los cambios en todos los planos, incluidos el de la espiritualidad y religiosidad popular.
Del mismo modo, destaca su carácter funcional de culto a la muerte, así como su motivación de cantar a las ánimas que están en el purgatorio, además de a otras figuras como santos o patronos, familiares vivos, novios, cosechas, animales, así como a la necesidad de mantener vínculos entre los muertos y los vivos. En las salidas, se van recogiendo limosnas, para sufragar misas por las almas de los difuntos, que refuerzan la memoria emocional y el recuerdo colectivo de las localidades.
Los instrumentos musicales desempeñan un papel protagonista en los Ranchos de Ánimas y dan fe de la excepcional riqueza musical de fusión ecléctica de unos elementos medievales y orientales que forman parte de la sonoridad de sus salidas y visitas, en especial los de percusión, como las espadas, el triángulo, el tamborcillo, el pandero, las castañuelas y la flauta de caña en La Aldea, y los de cuerda, como la guitarra y el timple.
En este mismo nivel de relevancia se encuentran sus coplas y deshechas, de origen medieval y que, salvo contadas excepciones, han desaparecido en España, como parte también del patrimonio sonoro y de la música popular que contienen, siempre con el respeto debido a las variaciones que se dan entre unas localidades y otras, pero con una estructura troncal.
Otro elemento singular son las dinámicas de los recorridos por las comunidades donde se mantiene, con las visitas a familias en el refuerzo de la práctica de filiación local y de memoria compartida. Así, en las casas de los vecinos, donde se adentran los Ranchos, se celebra una cena comunitaria, con su correspondiente simbolismo.