En tan solo dos años, el panorama ha cambiado radicalmente. El estudio SPACE 2024, analizado por el Banco de España, muestra que el 9% de los adultos españoles ya poseen algún criptoactivo, frente al 4% registrado en 2022. España iguala así la media de la zona euro y supera a países como Francia y Alemania en ritmo de adopción.

El desglose por edad confirma que el segmento entre 25 y 39 años concentra el mayor número de holders, seguido por el grupo de 18 a 24 años, ambos altamente conectados y acostumbrados a servicios exclusivamente digitales.

¿Quiénes son estos nuevos poseedores de activos digitales y cómo utilizan los tokens?

El perfil del inversor español ha evolucionado más allá del entusiasta tecnológico. Datos recopilados por la Asociación Española de Fintech e Insurtech señalan que el 35% de los encuestados ya considera los criptoactivos como una herramienta legítima para diversificar su cartera, mientras que un 28% planea mantener posiciones a largo plazo.

Una encuesta de IT User revela que el 73% de los usuarios se muestra optimista sobre el futuro de las criptomonedas. El 24% menciona el potencial de altos retornos como principal motivación, un 17% valora especialmente la descentralización y un 13% considera la transparencia del blockchain crucial para generar confianza.

Además, según el estudio SPACE, el 57% de los holders españoles guarda criptomonedas exclusivamente como inversión, el 19% ya las utiliza para realizar pagos y un 20% combina ambas finalidades, señal de madurez en su uso. Aunque el mercado sigue considerando mayoritariamente los tokens como instrumentos de inversión, muchos sectores comienzan a adoptarlos para otros fines.

Con una liquidez más consolidada, también crece el uso recreativo. Varias plataformas de entretenimiento aceptan criptomonedas. Existen servicios especializados que agrupan operadores que permiten depósitos, juego y retiros totalmente en monedas digitales, ofreciendo liquidaciones casi inmediatas, tarifas más bajas y una privacidad reforzada.

Los mejores casinos de Bitcoin disponen de plataformas muy intuitivas. El usuario deposita, juega en tragaperras o en mesas con tecnología provably fair y retira fichas sin necesidad de bancos. El propio reglamento MiCA, al clasificar las stablecoins y tokens de utilidad, tiende a incluir a estos operadores bajo un marco regulatorio común.

Esto amplía la seguridad de quienes buscan entretenimiento en un entorno descentralizado. Pero no se limita solo al ocio online; ya es posible comprar productos y contratar servicios con criptomonedas. El incremento de la tenencia también ha ido acompañado por una infraestructura física más amplia.

Hasta finales de 2024, España contaba con 316 cajeros automáticos de Bitcoin, siendo el tercer país del mundo con más ATM cripto, solo detrás de Estados Unidos y Canadá. Barcelona lidera con 70 máquinas, seguida por Madrid con 58, mientras que Valencia y Málaga empiezan a ganar espacio en este mercado.

La facilidad de acceso mediante cajeros se suma a multitud de exchanges locales e internacionales que ofrecen pares con el euro. Juntas, estas vías de entrada explican por qué las transacciones con stablecoins han ganado relevancia en 2024, especialmente entre freelancers que reciben pagos en USDT o USDC y los convierten inmediatamente a euros.

La seguridad regulatoria abre la puerta a la banca

Con la plena entrada en vigor del Reglamento (UE) 2023/1114, conocido como MiCA, el 30 de diciembre de 2024, España se ha convertido en uno de los primeros Estados miembros en aplicarlo sin periodos prolongados de adaptación. MiCA exige licencia de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Por tanto, cualquier proveedor de servicios cripto debe ahora contar con licencia y cumplir elevados estándares de solvencia, lo que implica proteger contra abusos del mercado con criterios similares a los del sistema financiero tradicional. En consecuencia, grandes bancos nacionales ya han dado los primeros pasos en este mercado.

El BBVA anunció la integración de servicios de trading y custodia de Bitcoin y Ether directamente desde su aplicación, mientras que CaixaBank prueba una mesa piloto para negociar stablecoins vinculadas al euro. La regulación, al establecer reglas claras de compliance y protección al consumidor, promete desbloquear una nueva ola de adopción institucional.

No obstante, aunque el porcentaje de holders se ha duplicado, aún persisten brechas de conocimiento sobre claves privadas, phishing y custodia. Además, están presentes los desafíos regulatorios fiscales: en 2025 la Agencia Tributaria exigirá la declaración detallada de saldos cripto, y desconocer las normas no exime al contribuyente de sanciones.