REFLEXIÓN DEL VIERNES DE ÓSCAR IZQUIERDO
Todo sigue igual

No hay cambios ni se les esperan. Las colas y los atascos endémicos de Tenerife no se diluyen, sino que se aglomeran cada vez más a pesar de tener más guaguas que, por cierto, cada vez que arriba a la isla un lote, son presentadas con tanta parafernalia como si fueran un estreno de una película de Hollywood. Guaguas gratis y llenas, con nuevas líneas de comunicación territorial y en cambio, la congestión viaria se mantiene constante y nunca mejor dicho inmovilizada, que significa peor. Esta paradoja, entre más utilización del servicio público de viajeros y la continuación de los embotellamientos viarios, ya la tendrán que explicar los sesudos especialistas en movilidad y darnos una explicación al uso, que será más de lo mismo, alguna ocurrencia más inventiva que la anterior. ¿Es tan difícil entender que cualquier iniciativa dirigida a paliar los taponamientos en nuestro deficiente sistema viario, para dar una mayor fluidez al tráfico de vehículos, pasa previa y necesariamente, por contar con las infraestructuras de carreteras básicas y estructurales que posibiliten incorporar sobre ellas medidas eficientes de movilidad cierta, segura y sostenible? Pues los responsables políticos y técnicos no lo interiorizan