En un mundo donde el agua es un recurso vital y cada vez más escaso, la gestión eficiente y sostenible del ciclo integral del agua se ha convertido en una prioridad para las ciudades modernas. En Las Palmas de Gran Canaria y Santa Brígida, la innovación en este ámbito no solo garantiza un suministro fiable, sino que también posiciona a estas localidades como referentes en sostenibilidad y excelencia operativa. Este artículo explora cómo la incorporación de tecnologías avanzadas y modelos de gestión innovadores está transformando la prestación del servicio de agua, asegurando un futuro resiliente para los habitantes de estas regiones.
El acceso a agua potable de calidad es un pilar fundamental para el bienestar de cualquier comunidad. En Las Palmas de Gran Canaria y Santa Brígida, la Empresa Mixta de Aguas de Las Palmas (EMALSA) abastece diariamente 77.000 m³ de agua potable a cerca de 400.000 personas, incluyendo residentes y el estratégico Puerto de la Luz. Este volumen de suministro requiere una infraestructura robusta y una gestión eficiente que solo es posible mediante la adopción de tecnologías innovadoras y procesos optimizados.
EMALSA, integrada por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y el Grupo SAUR, es un ejemplo de colaboración público-privada que combina el liderazgo municipal con la experiencia técnica de un socio global. Esta sinergia permite implementar soluciones innovadoras que no solo mejoran la calidad del servicio, sino que también promueven la sostenibilidad ambiental y la eficiencia operativa, beneficiando directamente a la población.
La reciente incorporación de EMALSA a la red Leading Utilities of the World (LUOW), una plataforma que agrupa a las 75 empresas de agua y saneamiento más innovadoras del mundo, es un testimonio de su compromiso con la excelencia. Durante la Cumbre Mundial del Agua en París, EMALSA recibió el prestigioso Grifo de Oro, convirtiéndose en la segunda entidad española en obtener este galardón. Este reconocimiento destaca su trayectoria en innovación tecnológica, sostenibilidad y excelencia operativa.
La innovación tecnológica es clave para abordar los retos actuales y futuros del sector hídrico. EMALSA ha implementado herramientas como ArcGIS Utility Network, que proporciona una visión integral de la red de suministro, optimizando la toma de decisiones y la gestión de activos. Además, su laboratorio realiza 450 análisis diarios para garantizar la calidad del agua, situándola como la tercera mejor de España, según la OCU. Estas iniciativas aseguran un suministro seguro y sostenible, incluso en contextos de creciente presión sobre los recursos hídricos.
EMALSA, en colaboración con el Grupo SAUR, trabaja para liderar la transición hídrica antes de 2030, un objetivo alineado con los principios de sostenibilidad y resiliencia. Este compromiso se refleja en proyectos como el análisis de aguas residuales para detectar el rastro genético de virus, como el COVID-19, lo que permite anticipar y gestionar posibles focos de contagio. Estas iniciativas demuestran cómo la innovación no solo mejora la calidad del agua, sino que también protege la salud pública.
La pertenencia a LUOW permite a EMALSA compartir conocimientos y adoptar las mejores prácticas internacionales, fortaleciendo su capacidad para enfrentar desafíos futuros. Como señala Luis de Lope, CEO de Saur International, “EMALSA encarna el poder de la cooperación local-global”, creando un modelo que otras ciudades pueden emular. Este enfoque fomenta la economía circular y el desarrollo sostenible, generando un impacto positivo en la economía local al trabajar con proveedores regionales y reinvertir cerca de 20 millones de euros anuales en Canarias.
La innovación en la gestión del agua no es un fin en sí mismo, sino un medio para mejorar la calidad de vida de los habitantes. La desaladora Las Palmas III, que celebra su 30º aniversario, es un ejemplo de cómo la planificación a largo plazo y la tecnología, como la ósmosis inversa, han eliminado las restricciones de agua que limitaban el desarrollo de la región. Este modelo ha permitido a Las Palmas de Gran Canaria posicionarse como una de las ciudades más pujantes de España, con un suministro de agua seguro y de alta calidad.
El éxito de EMALSA radica en su capacidad para combinar innovación, sostenibilidad y compromiso social. Como destaca Mercedes Fernández-Couto, directora general de EMALSA, “este reconocimiento internacional es una motivación para todos los que forman la familia de EMALSA”. La empresa no solo abastece agua, sino que también invierte en iniciativas educativas, como actividades para fomentar la vocación científica entre las niñas, asegurando un legado de conocimiento y responsabilidad ambiental para las generaciones futuras.
La gestión innovadora del agua en Las Palmas de Gran Canaria y Santa Brígida, liderada por EMALSA, demuestra que la colaboración, la tecnología y la sostenibilidad son fundamentales para garantizar un suministro fiable y preparar a las ciudades para los desafíos del futuro. Al integrar soluciones avanzadas y un enfoque centrado en la comunidad, EMALSA no solo abastece agua, sino que construye un futuro más resiliente, inclusivo y sostenible. Este modelo no solo beneficia a los habitantes de estas localidades, sino que también sirve como inspiración para otras regiones que buscan transformar la gestión de sus recursos hídricos.