El despertar de un hombre noruego este jueves ha sido algo surrealista. Mientras dormía plácidamente en su casa en la costa de Byneset, cerca del fiordo Trondheim, Johan Helberg escuchó a su vecino tocando el timbre para avisarle sobre un inconveniente: un portacontenedores de 135 metros quedó varado en el jardín a escasos metros de su dormitorio. El NCL Salten, que navegaba a 30 km/h, encalló terminando en la propiedad de Helberg y rozando peligrosamente su vivienda.