Salud

Un diagnóstico adecuado y un abordaje personalizado marcan el éxito de la blefaroplastia

Canarias Noticias - 02/06/2025

Un diagnóstico previo adecuado, una técnica personalizada y unas expectativas realistas son elementos clave para garantizar resultados naturales y seguros en las intervenciones de blefaroplastia, afirma el oftalmólogo de Hospital Parque Roberto Secondi.

Destaca que esta cirugía, realizada en los párpados para eliminar el exceso de piel o grasa o corregir la flacidez muscular, es una de las intervenciones estéticas más comunes en oftalmología, como consecuencia de sus resultados efectivos tanto a nivel estético como funcional. En este sentido, insiste en la importancia de que la operación la realice un oftalmólogo especializado en oculoplastia, por tratarse de una zona muy delicada cercana al ojo.

Roberto Secondi explica que la blefaroplastia tiene como objetivo rejuvenecer la mirada, eliminar los signos del envejecimiento o corregir alteraciones que afecten a la visión, pudiendo afectar tanto a los párpados superiores como a los inferiores.

Dicha intervención, apunta, está indicada para personas que tienen exceso de piel o laxitud en los párpados, lo que les da un aspecto cansado y que en algunos casos les dificulta la visión. También se recomienda para eliminar bolsas grasas prominentes debajo de los ojos o flacidez palpebral.

Añade que, aunque la blefaroplastia tradicional se enfoca en el exceso de piel y grasa, su uso se hace extensivo a otros aspectos que van más allá del componente estético, como son las correcciones funcionales del párpado. Este es el caso de la ptosis palpebral, explica, en donde, combinada con otras técnicas, permite corregir la caída del párpado superior provocada como consecuencia de la debilidad del músculo elevador.

El oftalmólogo de Hospital Parque puntualiza que la blefaroplastia se recomienda a partir de los 40 años, edad en la que los signos de envejecimiento comienzan a ser más evidentes. Sin embargo, apunta, también puede realizarse en personas más jóvenes con una predisposición genética a las bolsas o a la flacidez palpebral.

La intervención se lleva a cabo mediante anestesia local y sedación y se centra en la realización de pequeñas incisiones en los pliegues naturales del párpado para retirar o redistribuir el exceso de piel, músculo o grasa. Posteriormente, las heridas se suturan con puntos muy finos.

La recuperación del paciente es rápida, de forma que en un plazo de siete a diez días puede retomar sus actividades habituales. Sin embargo, durante los primeros días el paciente presenta inflamación, hematomas y molestias leves. Por ello, se recomienda aplicar frío local, evitar esfuerzos físicos intensos, dormir con la cabeza elevada y seguir las indicaciones médicas, además de protegerse los ojos del sol.

Pese a que los resultados son duraderos, el proceso natural de envejecimiento puede provocar que con el tiempo se pueda volver a presentar cierto grado de flacidez. No obstante, Roberto Secondi señala que en la mayoría de los casos no es necesario repetir la intervención durante muchos años.

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