La actuación, impulsada por el Consorcio Maspalomas y financiada por Turismo Gran Canaria, consolida el terreno y renueva el paisaje en uno de los puntos más transitados del litoral

 

El nuevo mirador de Playa del Inglés, en el término municipal de San Bartolomé de Tirajana, ya es una realidad. El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, y el alcalde del municipio y actual presidente del Consorcio Maspalomas, Marco Aurelio Pérez, inauguraron esta nueva infraestructura paisajística junto a la consejera insular Margarita González Cubas y varios ediles locales.

La intervención forma parte del proyecto de “Acondicionamiento paisajístico de la ladera entorno Tobogán Playa”, que ha permitido transformar y consolidar un espacio con un alto valor turístico y ambiental, ubicado sobre uno de los accesos más concurridos de la playa. La obra fue ejecutada por la empresa Transportes y Excavaciones Herodíaz S.L., con un presupuesto final de 615.081 euros, tras un modificado que incrementó un 8,1 % el coste inicial, debido a la incorporación de mejoras para reforzar la seguridad y accesibilidad de la zona.

Durante la inauguración, Antonio Morales destacó el valor de la cooperación interadministrativa para modernizar infraestructuras estratégicas del destino Maspalomas, señalando la importancia del Consorcio Maspalomas y la financiación insular a través de Turismo Gran Canaria.

Por su parte, Marco Aurelio Pérez subrayó que se trata de una obra “largamente demandada”, recogida ya en el Plan General de 1996 como espacio libre de interés público. Su desarrollo, añadió, permite mejorar tanto el paisaje como la conexión del paseo con la playa, resolviendo además antiguos litigios con los propietarios del suelo.

Obra compleja en un terreno escarpado

El proyecto ha abordado una ladera con fuerte pendiente y de difícil acceso, situada en primera línea de playa, entre el paseo marítimo superior y un vial de tránsito intenso. Los trabajos se dividieron en dos fases. La primera incluyó el desescombro, la demolición del antiguo Toboplaya –ya muy deteriorado–, movimientos de tierra, construcción de muros de contención y drenajes. La segunda fase abarcó la jardinería, la instalación de nuevo pavimento y alumbrado, así como el mobiliario urbano y el reacondicionamiento de escaleras y muros existentes.

Uno de los principales retos de la obra fue la necesidad de adaptar el proyecto a las condiciones topográficas del terreno, lo que motivó un modificado para incorporar mejoras de seguridad, accesibilidad, desvíos de redes de saneamiento y renovación de la conexión al alumbrado público.

Apuesta por la sostenibilidad y la biodiversidad

El nuevo mirador es ahora un espacio plenamente accesible para el personal de Medio Ambiente y del Servicio de Parques y Jardines. En materia de flora, se han incorporado más de 400 ejemplares de 20 especies diferentes, reforzando la biodiversidad local y la estética del entorno.

En cuanto al alumbrado, se han instalado tres luminarias verticales y ocho empotradas en los muros, todas ellas adaptadas a la normativa actual para espacios públicos, combinando eficiencia energética, seguridad y ambientación.

Con esta actuación, Playa del Inglés gana un nuevo espacio de contemplación y descanso para residentes y turistas, y avanza en su transformación hacia un modelo de turismo más sostenible, seguro y respetuoso con el entorno.