Economía

La okupación en Canarias perjudica gravemente la propiedad privada, ahuyenta la inversión y arruina la esperanza de miles de familias

Canarias Noticias - 25/06/2025
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La proliferación de la okupación, entendida como tomar una vivienda o un local deshabitado e instalarse en ellos sin el consentimiento de su propietario es una alarmante preocupación en el conjunto de la ciudadanía canaria. Es un fenómeno que no solo destruye la convivencia social, sino que está poniendo en riesgo crítico al sector de la construcción, a la inversión privada y al derecho legítimo a una vivienda digna.

 

Oscar Izquierdo, presidente de FEPECO, destaca que la okupación se ha convertido en el principal enemigo de un desarrollo urbano ordenado, planificado y seguro. En muchos municipios de Canarias se está sufriendo una oleada de okupaciones que afectan a viviendas, promociones paralizadas, inmuebles en construcción e incluso edificios terminados, generando una evidente inseguridad jurídica, así como la paralización de proyectos, que ya de por sí sufren los perjuicios derivados de una exasperante lentitud en la diligencia de las concesiones de licencias en tiempo y forma.

 

Este fenómeno provoca el encarecimiento de los costes y la desincentivación de promotores y constructores, que ven cómo sus esfuerzos se desvanecen por estas prácticas al margen del Derecho. Los okupas son unos auténticos secuestradores de bienes, muebles e inmuebles, siendo un auténtico incivismo en toda regla. ¿Qué promotor se va a arriesgar a invertir en una isla donde no se puede garantizar la propiedad privada ni la protección legal frente a okupas? Así es imposible generar vivienda asequible, inviable crear empleo estable, y se imposibilita el crecimiento económico tan necesario para nuestras islas.

 

Desde FEPECO lo podemos decir más alto, pero no más claro.Sin seguridad jurídica, no hay construcción, sin la protección de las Instituciones Públicas, no hay inversión y sin inversión, no hay vivienda ni trabajo.

 

Oscar Izquierdo remarca que estamos hartos e indignados de ver cómo el sector de la construcción, motor económico básico, estructural y fundamental de Canarias, queda aprisionado entre trabas administrativas, lentitud burocrática y ahora también, al miedo real de que una promoción pueda acabar okupada antes siquiera de ser entregada. Es inadmisible que se premie al que incumple y se castigue al que actúa dentro de la ley. No podemos permitir que Tenerife se convierta en un territorio hostil para la inversión, mientras se protege con discursos buenistas a quienes vulneran los derechos de todos.

 

Los empresarios exigimos inmediatos y más decididos avances en la legislación. No desconoce FEPECO la reciente entrada en vigor de reformas en materia de eficiencia del Servicio Público de Justicia que pretenden agilizar la tramitación de esta clase de procedimientos; no obstante, consideramos urgentes cambios más decididos en una materia tan sensible y alarmante. Es necesario un apoyo sólido a los promotores, verdaderos generadores de riqueza económica, social y empleo, así como colaboración institucional real y constante para blindar la seguridad jurídica del proceso constructivo, desde la compra del solar hasta la entrega de llaves.

 

La okupación es una auténtica bomba de relojería para el futuro de las islas. Afecta a los ciudadanos, a las empresas, a los trabajadores del sector y a los jóvenes que sueñan con una vivienda propia, en alquiler o en propiedad, que quieren emanciparse y no lo consiguen debido a la actual escasez de oferta. Es una lacra que alimenta la economía sumergida y distorsiona el mercado inmobiliario.

 

Es necesario que la Administración Pública pueda actuar con celeridad cuando se enfrenta a un caso de ocupación, sin verse atrapada en constantes obstáculos que impiden respuestas eficaces y urgentes. No es un problema de voluntad, sino de diseño del sistema legal y de dotación de medios, que dejan indefensos tanto a los propietarios como a las instituciones. La okupación, lejos de ser anecdótica, se ha convertido en una distorsión social de grave incidencia.

 

Desde FEPECO vamos a seguir defendiendo el derecho a la propiedad privada como reconoce explícitamente el Artículo 33 de la Constitución Española, y apoyando el esfuerzo de los que levantan esta isla, construyéndola con su esfuerzo honrado. No vamos a quedarnos callados: Tenerife no puede no puede ser rehén de la inmoralidad, falta de ética ni del miedo de los alborotadores profesionales. Queremos construir, pero con garantías. Desarrollar, pero con seguridad. Crecimiento económico con la colaboración público-privada. La okupación es lo contrario de todo comportamiento ético.