La memoria de las mujeres que moldearon con sus manos la identidad de La Atalaya fue la gran protagonista del emotivo acto celebrado este jueves en la sede de la Asociación de Vecinos Cataifa, donde el Cabildo de Gran Canaria, a través de la FEDAC, rindió homenaje a las loceras que durante generaciones han transmitido el oficio de la loza, uno de los pilares del patrimonio cultural y etnográfico de la isla.
Bajo el título “Diálogos en torno a las loceras de La Atalaya. Loza, tradición en femenino”, el encuentro reunió a investigadoras, artesanas y especialistas en cultura popular, en un recorrido por la historia silenciada de estas mujeres que modelaban no solo el barro, sino también la historia de Gran Canaria. Las ponentes —entre ellas Carmen Ascanio, Nona Perera, Chicha Reina, Coca de Armas y Saro Miranda— aportaron miradas diversas que confluyeron en una reivindicación común: el reconocimiento y la dignificación de un oficio ejercido por mujeres, muchas veces en el anonimato, cuya labor ha sido esencial en la construcción de la cultura insular.
La consejera de Desarrollo Económico del Cabildo, Minerva Alonso, destacó el papel fundamental de estas mujeres en la transmisión del conocimiento y la sostenibilidad de una forma de vida ligada a la tierra. “Las loceras de La Atalaya no solo trabajaban el barro, sino que construían comunidad, sostenían economías familiares y preservaban un saber que hoy consideramos patrimonio. Su ejemplo nos recuerda la importancia de escuchar, documentar y proteger la memoria de quienes rara vez fueron nombradas”, afirmó Alonso.
Durante su intervención, la consejera puso también en valor la implicación de la FEDAC en la protección de este legado, tanto desde la rehabilitación del edificio que alberga el Centro Locero de La Atalaya, como a través de proyectos de divulgación, formación, producciones audiovisuales y la puesta en marcha de la carta etnográfica en el municipio.
“Este homenaje es también una declaración de intenciones: seguiremos trabajando para que la artesanía tradicional, y en particular la alfarería, ocupen el lugar que merecen dentro del desarrollo cultural, económico y social de nuestra isla”, añadió Alonso.
La jornada, que llenó el aforo disponible, cerró con un animado diálogo entre las ponentes y el público asistente. El broche final lo puso la actuación musical del cantautor José Manuel Pérez Hernández, “El Patilla”, con la canción “Loceras de la Atalaya”, que emocionó al público y ayudó a cerrar la tarde con un tono festivo y de celebración de las raíces.