La Guardia Civil ha puesto el freno a dos temerarios conductores que creyeron que las carreteras de Gran Canaria eran su pista personal de carreras. En un caso que ha sacudido a la isla, estos jóvenes están ahora en el punto de mira de la justicia tras ser pillados realizando maniobras de drifting de infarto: derrapes a toda velocidad en curvas traicioneras, perdiendo el control y estampándose contra señales de tráfico y vallas metálicas. ¡Y todo grabado en vídeo!El escándalo estalló cuando los propios conductores, en un alarde de imprudencia, subieron a las redes sociales los vídeos de sus hazañas. Las imágenes, que se volvieron virales, mostraban a dos vehículos haciendo pasadas en ambos sentidos de la vía, desafiando la gravedad y la seguridad con derrapes al límite. Lo que no esperaban era que esas grabaciones se convirtieran en su peor enemigo.
El Grupo de Investigación y Análisis del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil en Las Palmas se puso manos a la obra, analizando cada fotograma de los vídeos como si fuera una película de acción. El resultado: identificaron a los vehículos, a los conductores y el escenario exacto de esta peligrosa exhibición. Uno de los implicados, un fanático del motor con miles de seguidores en redes sociales, no solo participó en las maniobras, sino que editó y publicó los vídeos que ahora lo incriminan. ¡Un error que le salió caro!Las diligencias ya están en el Juzgado de Guardia de Santa María de Guía, donde los jóvenes enfrentan cargos por un presunto delito contra la seguridad vial. Las consecuencias podrían ser duras: hasta dos años de prisión, multas cuantiosas y la pérdida del carnet de conducir por varios años, según el artículo 380 del Código Penal. La Guardia Civil lanza un aviso claro: las carreteras no son un juego, y la imprudencia se paga. ¿El mensaje? Pisa el freno antes de que sea demasiado tarde.