La REFLEXIÓN DEL VIERNES de Oscar Izquierdo

 

Las empresas son un motor fundamental del desarrollo económico y social en cualquier territorio. Su actividad genera empleo, impulsa la innovación y contribuye al bienestar societario. Además, no sólo construyen y producen bienes o servicios, sino que también promueven la inversión, empleo, progreso tecnológico y la competitividad. Son clave en la recaudación de impuestos que financian servicios públicos esenciales como la educación, la sanidad o las infraestructuras. Una empresa bien gestionada puede ser una fuente de estabilidad y crecimiento para el lugar donde ejecuta su actividad, dinamizando y generando oportunidades. Por eso, fomentar desde las Administraciones Públicas el espíritu emprendedor, apoyar a las pymes, microempresas y autónomos garantiza un contexto favorable para la actividad empresarial que resulta esencial para construir una economía sólida, sostenible y con futuro