El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, a través de la Concejalía de Planificación, Desarrollo Urbano y Vivienda, ha iniciado la licitación de un nuevo proyecto del Corredor Verde Tamaraceite – Ciudad Alta, en este caso la renaturalización de unos 168.430 metros cuadrados del Barranco de La Ballena para unir Barrio Atlántico y El Pilar con Escaleritas y La Minilla.
Esta actuación, la quinta ya en licitación de las siete que conforman esta red verde y que cuenta con un presupuesto de 407.812 euros, contempla la plantación de más de 4.800 ejemplares de especies vegetales autóctonas, así como la recuperación de cinco senderos, la instalación de nidos para pájaros y aves rapaces, y refugios gigantes para la hibernación y cría de insectos y arácnidos.
El Corredor Verde Tamaraceite – Ciudad Alta, que unirá nueve barrios de la ciudad a través de conectores con una longitud total de 12 kilómetros, se incluye dentro del Plan Director de Infraestructuras Verde-Azul y Biodiversidad para hacer de la capital una ciudad más sostenible, saludable, inclusiva y atractiva.
La iniciativa cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), que, a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) y los fondos Next GenerationEU de la Unión Europea, financia la actuación con cerca de 4 millones de euros. El Ayuntamiento aporta otros 210.400 euros.
El concejal de Planificación, Desarrollo Urbano y Vivienda, Mauricio Roque, ha indicado que “seguimos avanzando en la creación del Corredor Verde Tamaraceite – Ciudad Alta, un proyecto que transformará la ciudad conectando barrios y generando nuevos espacios para el disfrute de la ciudadanía”.
“La renaturalización del Parque del Barranco de La Ballena supone recuperar un gran espacio natural para las vecinas y vecinos, además de reforzar la biodiversidad urbana con la plantación de especies autóctonas y endémicas y la creación de refugios para aves e insectos”, ha explicado el edil.
“Nuestro objetivo es impulsar una ciudad más saludable, sostenible y resiliente, en la que el contacto con la naturaleza forme parte del día a día de todas las personas”, ha recalcado Roque.
Cinco espacios
El proyecto se desarrollará en cinco espacios definidos del Barranco de La Ballena: el primero de ellos está situado en el entorno del campo de fútbol de El Pilar y el residencial Lomo El Chinche; el segundo al norte del vial que conecta Escaleritas con El Pilar, junto al Colegio de Educación Infantil y Primaria (CEIP) César Manrique; el tercero en el lado naciente de la GC-23, junto a La Minilla; el cuarto en el lado poniente de la GC-23, entre El Pilar y el túnel de La Ballena; y el quinto en el tramo del actual parque de La Ballena más próximo a Barrio del Atlántico.
La actuación consiste en la restauración paisajística con la recuperación de cinco senderos transitables para los vecinos y vecinas, que contarán con bolardos de madera en las zonas de inicio de cada uno de ellos, así como carteles divulgativos con información sobre la biodiversidad de la zona.
Entre las sendas se intercalarán diferentes especies vegetales que contribuirán a la regulación de temperatura y humedad, reducción del ruido, reducción de la contaminación atmosférica y mejora de la calidad del aire.
Así, el proyecto recoge la plantación de 4.808 árboles y arbustos repartidos en 309 ejemplares de tabaiba dulce, 309 de cardón canario, 107 de tabaiba amarga, 284 de verol, 196 de balo, 305 de salvia canaria, 295 de vinagrera, 271 de cornical, 285 de tajinaste blanco, 97 de romero canario, 100 de incienso canario, 38 de palosangre, 243 de guaydil, 245 de botonera grancanaria, 271 de yerbamora, 146 de salado verde, 264 de tarajal, 198 de lentisco, 214 de acebuche, 208 de pino canario, 100 de pino marítimo y 323 de drago. De estas, el 68,18% son especies endémicas de Canarias, el 27,27% autóctonas y el 4,54% especies exóticas.
Además, se procederá a eliminar aquellas plantas invasoras presentes en la zona tales como el rabo de gato, la pita, el tabaco moro, la tunera india, la caña común o el tartaguero, siguiendo el protocolo que establece el Gobierno de Canarias.
‘Hoteles’ para insectos
El proyecto para el Barranco de La Ballena contempla, además, la instalación de refugios de aves para hacer frente a la desaparición de huecos en zonas urbanas debido al taponamiento de los espacios bajo las tejas y la escasez de árboles viejos, que les dejan sin lugares de nidificación.
Por este motivo, se colocarán refugios de madera maciza para pájaros y aves rapaces como el vencejo unicolor, el cernícalo vulgar, el herrerillo canario, la bisbita caminero y el serín canario que han sido localizados en la zona, así como bebederos.
El espacio contará también con los denominados ‘hoteles’ para insectos ante la alarmante disminución de su población a nivel mundial durante los últimos años debido al uso de pesticidas, la presencia de especies exóticas invasoras o la influencia del cambio climático. El objetivo es atraer abejas, avispas, escarabajos, hormigas, mariposas o moscas.
Estas estructuras, construidas a modo de estantería, intentan recrear el ambiente natural para que este tipo de fauna realice sus puestas y se refugie. Además, están diseñadas para albergar en compartimentos o ‘habitaciones’ a los insectos, principalmente polinizadores y controladores de plagas.
La instalación de estos refugios, en cuyas proximidades se plantarán flores aromáticas para atraer a los insectos, favorecerá la biodiversidad de la ciudad ya que una vez sean colonizados se registrará una mayor presencia de depredadores, especialmente aves, consiguiendo así potenciar su presencia en la zona.
Los trabajos tienen una duración prevista de seis meses. Las empresas interesadas podrán presentar sus ofertas hasta el próximo 1 de septiembre.
Corredor Verde Tamaraceite-Ciudad Alta
Este es la quinto proyecto del Corredor Verde Tamaraceite-Ciudad Alta que está en proceso de contratación. Se suma a la del barrio de Hoya Andrea, ya adjudicada, el lagartario de Tamaraceite, el proyecto que unirá Siete Palmas y Los Tarahales con más de 2.000 árboles y un estanque con caídas de agua; y el proyecto que renaturalizará más de 400.000 metros cuadrados de Las Torres, El Pilar y Barrio Atlántico.
Estas actuaciones mejorarán las condiciones de biodiversidad en el espacio urbano, además de potenciar la fauna en la ciudad con la creación de espacios propicios para la reproducción de especies como el lagarto de Gran Canaria, la lisa o el perenquén; aves como el mosquitero canario, la bisbita caminera o el canario, con la instalación de nidos y elementos de guarda y alimentación de avifauna; e invertebrados como el caracol variegado, el escarabajo pajizo o la araña endémica.
El proyecto hará de Las Palmas de Gran Canaria una ciudad más resiliente ante los efectos del cambio climático a través de la creación de nuevas sombras, consiguiendo con ello espacios más agradables que inviten a la ciudadanía a pasear o practicar deporte.
El Corredor Verde Tamaraceite – Ciudad Alta forma parte del Plan de Acción de la Agenda Urbana Española en Las Palmas de Gran Canaria, impulsada por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.