En Venezuela, el próximo 10 de enero, los representantes de la tiranía están apostando porque las últimas acciones tomadas en el seno de la comunidad internacional se diluyan en el tiempo. Un pacto infame, a pesar de una inflación calculada en ciento de miles de veces y expresada en millones, como la más descarnada muestra de la hecatombe de todo el que ose enfrentarla y del holocausto de los nobles venezolanos.
Ante las acciones de la tiranía, seguimos insistiendo en que las salidas pasan por un cambio profundo en los conceptos, lo cual significa que debemos mirar hacia los conceptos que nos hicieron grandes actores y protagonistas de los avances de la humanidad. Mirar de nuevo eso que hizo de nuestros antepasados constructores de empresas que hoy cuentan con más de 250 años de existencia y que brindaron progreso, bienestar y prosperidad a toda nuestra nación y al mundo entero.
Debemos luchar por el libre comercio y las libertades individuales. Esos conceptos, básicos para entender y comprender la realidad, tal vez nos vacunen de gobiernos ejercidos por miserables tiranos, como Maduro, Cabello, Padrino López, los Ortegas, los Castros, los Lenin, los Hitler; individuos que prometen cosas imposibles para terminan sometiendo a las gentes por los excesos de fuerza sobre la voluntad individual. En síntesis, ¡canallas en grado sumo!
Todos los venezolanos tenemos dos tareas urgentes: la primera, derrocar la tiranía, constituida por asesinos y sociópatas, quienes no se vencen con simples manifestaciones; y la segunda, revisar y enmendar nuestros conceptos de conformación sociopolítica: libre comercio y libertad individual para todos, sin distingos de colores, religión o condición. En fin, los mismos conceptos que nos engrandecieron ante los ojos del mundo entero.
A la comunidad internacional hay que comunicarle que no basta con declaraciones que terminen siendo simples – como la de Rajoy- quien sucumbió ante un par de millones de dólares, entregando su conciencia y haciendo corto el camino de
Podemos y los otros factores de los nuevos nacionales/socialistas y comunistas de nuevo cuño. Me refiero a ese tipo de manifestaciones del que los palacios romanos participan activamente. Por eso, abogamos y luchamos porque este 10 de enero vayamos de la tiranía salvaje del comunismo al capitalismo emancipador
Bladimir Díaz Borges
