En el principio, cuando todo era barro y sueños, según relata Génesis en 2: 21-24. HYAHW-Dios, decidió que no era bueno que el hombre estuviera solo. Así que, con un toque de creatividad divina, hizo caer un profundo sueño sobre Adán y, mientras este roncaba como un tronco, le quitó una costilla. De esa costilla hizo a Eva, la primera mujer, y con ella, la primera "costillada" de la historia.
Ahora, yo, Bruno Perera, me pregunto: ¿no hubiera sido más sensato que Dios hubiera optado por un material un poco más resistente? Porque, desde aquel día en que se formó la primera pareja, -según la creencia religiosa judía-, han pasado 5,785 años (sí, he contado hasta los años a.C. y d.C., ¡no me digan que no soy meticuloso!). Y, desde entonces, los hombres hemos tenido que soportar las constantes "costilladas" de las mujeres, que no dejan de recordarnos que fueron hechas de una costilla. ¡Es como si cada vez que se enojan, sacaran a relucir su origen!
Imaginen la escena: Adán, en el Jardín del Edén, disfrutando de la vida, cuando de repente Eva le dice: "Recuerda, querido, que soy de tu costilla". Y ahí va Adán, tratando de recordar dónde dejó su otra costilla, porque con cada discusión, parece que se le van volando. ¡Es un verdadero dilema!
Y no es que quiera que las mujeres se sientan menospreciadas por su origen costillal, pero quizás el Cosmo-Poder podría considerar un cambio de narrativa. ¿Por qué no pensar que todos somos un poco de polvo de estrellas, un poco de carne y hueso, y que, al final del día, todos estamos en este mundo por una mezcla de casualidades cósmicas?
Así que, queridas mujeres, en lugar de recordarnos que fueron hechas de una costilla, ¿por qué no celebramos que todos somos un saco de huesos y carne, y que, al igual que los animales, estamos aquí por pura magia del universo? Después de todo, si Dios hubiera hecho a Eva de un material más duradero, quizás las discusiones sobre quién tiene la razón serían menos frecuentes y las costillas de los hombres estarían a salvo.
En conclusión, la próxima vez que una mujer te recuerde que fue hecha de una costilla, simplemente sonríe y dile: "Sí, pero recuerda que también somos polvo de estrellas. ¡Así que a brillar juntos!" Porque al final del día, lo que realmente importa no es de qué estamos hechos, sino cómo elegimos vivir juntos en este loco y maravilloso viaje llamado vida.
P.d. La Creación judía tiene 5.785 años, y la Creación científica unos 13.800 millones de años, contando después del Big Bang. Y de las tres religiones abrahámicas: judaísmo, cristianismo e islamismo, dos de ellas son monoteístas: la judía y el islam. La cristiana es duoteísta porque pone a Cristo como hijo del Padre y del Espíritu Santo.