Subido en un taburete para poder verse la cara en el espejo del cuarto de baño (él que se las daba de gracioso con no sé qué „meninas“ con respecto a la ex-vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaria) repite una y otra vez con su voz aflautada: „yo coaliciono, tu coalicionas, el coaliciono / ella coaliciona, nosotros coalicionamos, vosotros coalicionais, ellos coalicionan“.
Entonces se oye la voz de la que Cayetana dejó muda en un debate televisivo no hace mucho, que desde el salón del modesto chalecito le indica: „No, cariñin“, es „cooperar“. Ante lo cual él se vuelve a subir al taburete y, con cara seria y frunciencio el entrecejo, afirma solemnemente „nosotros y nosotras, los demócratos y demócratas por el cambio social y sociala exigimos una cooperación con el gobierno, para a continuación recitar: „yo coopero, tu cooperas, …“