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CUESTIONES SOBRE LOS ERRORES MORALES GRAVES III

Son malos tiempos para hablar y plantear y dialogar sobre los errores morales graves, o los pecados capitales, o los hábitos negativos en la moralidad, o los vicios, o las desvirtudes, o los pecados mortales, o… En definitiva, son tiempos difíciles para plantear teóricamente, incluso sin descender a casos concretos sobre la moralidad y la inmoralidad. O dicho de otro modo, mi inmoralidad, yo creo que es moral, o solo es reflejo de mi personalidad, y todos los demás tienen que soportarla, pero si percibo claramente los errores morales del otro o los otros, pero yo me callo, y me silencio, porque la tolerancia y la libertad me lleva a ello.

                        Por consecuencia, sin atacar a nadie personalmente, si creo que tendremos derecho a hablar en general, sin decir que tal individuo ha caído en la gula, en forma de ebriedad y de alcoholismo, o de juego sin control, si podremos hablar de si existe la gula, o si existe la gula que se concretiza, en la comida en exceso, pero también en la bebida en exceso, pero también en el juego en exceso, pero también en las adicciones de tantos modos que existen hoy, por ejemplo, los móviles…

                        Estimo que la sociedad, debe plantearse que hay que analizar otra vez, si existe una moralidad más correcta y otra menos, si existe prácticas y teorizaciones morales y éticas más correctas y otras menos… Siempre en general, incluso y por eso mismo, en un ámbito legal y jurídico muy amplio. Que yo caiga en la ebriedad una vez por semana, con todas sus consecuencias negativas que esto supone, sin que nadie por ello, sancione a esa persona, no podemos admitir, que en el ámbito social, no se pueda expresar, que esa conducta de ebriedad, por poner un ejemplo, es negativa para el individuo en su salud física y psicológica, posiblemente para el orden racional de su propia familia, para el gasto económico que eso produce, y desde luego desde el ámbito de la moralidad en sí, y si nos movemos en el terreno de lo espiritual, también es negativo desde ese ámbito. Sin negar, que tales personas, unas y no otras, tengan otros muchos valores positivos en otros terrenos…

                        - En una persona que tiene un hábito malo o negativo, quizás no se pueda murmurar, ni decir, pero tampoco se puede consentir, y quizás, sin caer en la murmuración haya que avisar a otras personas, que no lo sepan y no conozcan que tal persona cae en un error o en otro, y que tiene que tener cuidado, no vaya a caer en los lazos de esos errores, lo vaya a seducir y caer.

                        Como toda norma moral, es en general y en teoría, difícil la conceptualización, pero después, es difícil, en cada caso y circunstancia la aplicación. Cuántos seres humanos caen en un error, porque nadie le avisa del mal o maldad de una persona en un ámbito concreto, aunque tenga muchas virtudes en otros temas, cuántos errores se cae por la vana murmuración y publicidad de errores o presuntos errores de otra persona, que pueden ser verdaderos o no serlo.

                        - Cuando uno realiza un mal moral grave, no solo se hace a si mismo, ni solo a otra persona u otras personas, sino a la sociedad entera, y si aceptamos que existe la divinidad, también es una afrenta a la divinidad.

                        Y ese error moral grave puede tener consecuencias enormes, sobre otras personas, durante muchos años y décadas, incluso tener consecuencias en las siguientes generaciones… Un ataque de ira o de lujuria grave, puede tener consecuencias no solo para el individuo que lo realiza, y otros, sino para generaciones futuras dentro de una familia…

                        De ahí la enorme necesidad, que los humanos hablemos y dialoguemos, razonemos y pensemos, y que los especialistas y expertos, no yo, pero si las personas altamente preparadas nos enseñen sobre estos temas y estas cuestiones. Que éstos salgan de sus mundos académicos y bajen al teatro de la vida cotidiana, de los medios de comunicación, de la prensa, de la televisión, de Internet, y que nos enseñen sobre lo que ellos son especialistas, es decir, la moralidad, y en el ámbito occidental, diríamos que hay profesiones que pueden aportar mucho, los psicólogos, los psiquiatras, los filósofos, los teólogos, los presbíteros…

                        - ¿Cuánto mal hace una persona engañadora-mentirosa-manipuladora, que además esté adornada con avaricia, cuánto mal hace a otras personas, no a todas, sino a determinadas personas, y además muchas veces, pasa como la persona buena, y la persona que sufre sus males, son encima las malas….?

                        ¿Hemos llegado a un nivel moral, en muchos ámbitos de la sociedad, desde luego Nietzsche ha vencido, en que lo bueno se dice que es malo, y la persona buena es la mala, y la persona mala es buena. Si la persona buena está sufriendo durante años un mal, nadie le defiende, ni siquiera en los ámbitos familiares en sentido amplio, si se defiende es la mala, si se aleja, para que no le hagan más mal, y no llegue el mal, a la tragedia, encima sigue siendo la mala, y las siguientes generaciones de la familia, a la persona mala, a lo sumo le dice que es así su carácter, o su personalidad, pero que no es grave, no son capaces de sentir y prever, el enorme mal que ha hecho a determinadas personas, y la persona buena, que a lo sumo se ha tenido que alejar, para evitar males mayores, es y pasa a ser la persona mala…?

                        ¡Nietzsche ha vencido, lamentablemente, en muchos ámbitos y temas, al mal se le denomina bien, y al bien mal, y a la persona de buena voluntad y de bondad y de bien, aunque no sea perfecta, se le denomina mal y mala, a la persona buena se le pone en encrucijadas enormes de mal y de maldad, y a la persona de mala voluntad, se le dan todos los apoyos y todas las simpatías, y a la persona buena se le deja en la soledad, el silencio, incluso en la marginación, en muchos ámbitos de la realidad, incluso familiar, entendiendo la familia en sentido amplio…!

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