ÚLTIMA HORA

DIOS... "ESE DESCONOCIDO"

 

                                Esa palabra de sólo “cuatro letras”,  es el mayor misterio con que se encuentra el pensador humano y el que con toda “la metafísica” que ha generado, sigue sin ser explicado; salvo que sí… “que existe”; y que motivado por ese misterio, que “los listos de todas las época, han explotado, instalando a su sombra miles y miles de religiones o creencias, que como negocios, siguen en la actualidad; pero que para mantenerlos, tuvieron incluso (y aún hoy la humanidad sigue sufriendo) enormes derramamientos de sangre humana, destrucción de sus obras y bienes, e imposición de tiranías, que ningún “mono humano”, con una mínima inteligencia entiende y menos acepta; sigue “su trágica marcha”, en un empecinamiento absurdo, que encierran los dos extremos; el del que se dice “ateo” y el que se empecina en su “fanatismo”.

                                La lógica de mis “entendederas”; me afirma en que ni lo uno ni lo otro; o sea tratar de mantener un término medio, alejado de los extremos, y permanecer en una creencia lógica, cual es, “el no entender nada y practicar lo más conveniente que  a mi entender no es otro que… LA FILOSOFÍA, LA RELIGIÓN y LA POLÍTICA: No hagas a nadie nada que no quieras que a ti te hagan, sea a un ser humano, un animal o una planta; incluso a la tierra, el mar y resto de aguas que frecuentas, incluido el aire que respiras; y que fue lo que te dio la vida; si así lo haces, notarás un estado de bienestar que ni te lo imaginas. Lo que a mí, me va bien y que si nó convencido del todo, pero deja bastante satisfecho a “ese otro gran desconocido, cuál es el yo interior, que como castigo o juez interior, todos llevamos dentro”. 

                                Mis enfrentamientos con “ese misterio”, me viene de lejos, puesto que obligado a hacer “mi primera comunión” y ya aterrorizado, por las prédicas, de unos “bestias” curas de sotanas negras como la noche, en aquella época terrorífica cual fueron “los años del hambre”, tras lo horrible guerra civil (1936/1939), según aquellos predicadores “sin alma caritativa”, predicaban el “infierno con llamas eternas y donde iríamos inexorablemente los pecadores, que aquel niño que yo era, veía en exceso en todo alrededor, e incluso en mí mismo, por mis ya apetitos pecadores, puesto que según “aquellas aves carroñeras”; bastaría un pecado… (“uno sólo”) para ser condenado; y en la vida que yo había visto y veía cada día, “había tantas tentaciones”; que incluso fui varias veces, a la parroquia (San Ildefonso en Jaén) donde a la entrada e inmediatamente a la izquierda, existe un gran retablo pintado y en relieve; donde “ardían infinidad de mortales, en los que incluso destacaban “las mitras” de los obispos de aquellos tétricos predicadores, que decían venir a salvarnos el alma, “de la vida apenas creo que decían nada digno de recordarse”.

                                Pues como y desde niño, yo he destacado por mi inconformidad y rebeldía, hice aquella primera comunión, pero simultáneamente, “me peleé con Dios; o con el dios que aquellos imbéciles predicaban”; y así fui creciendo y formándome a mi manera, pero y por descontado, “llevando siempre dentro, esos por qués que te amargan la vida, tan pronto te apartas de los apetitos que el cuerpo pide cotidiana o especialmente, como la carne exige al indefenso animal humano”; fue un largo muy largo camino, hasta encontrar, sino la paz, al menos el conformismo que llegué a tener y que he conservado, acrecentándolo cada día más, hasta llegar a la tranquilidad que hoy sostengo, que si bien no me llena en absoluto, pero ya “me rindo a un avance mayor”.

                                Y como disfruto desde hace muchos años, de una libertad material suficientemente amplia, tengo tiempo para todo, “lo que permite ese tiempo, que procuro emplear lo mejor que sé y puedo”; y trasteando en mis archivos, encuentro una intervención, en la red, de Internet, de hace “unos cuantos lustros y en la que ya dije lo que sentía, sobre Dios y que no he cambiado”; y la reflejo por si a alguien aprovecha.

                                “Lo primero que hay que analizar, es lo que queremos significar con la palabra DIOS: Lo que dicen los diccionarios no es convincente con plenitud; pero para mí y es lo que me importa: SI EXISTE LO CREADO (HABLO DE TODO EL UNIVERSO) ES POR QUE ALGO LO CREÓ... UNA CREACIÓN TAN PERFECTA, AÚN DENTRO DE LO QUE NOS PUEDA PARECER CAOS... NO ES ADMISIBLE SEA DEBIDA A VARIAS INTELIGENCIAS O FUERZAS SUPREMAS (no funcionaría nada)... SE DECANTA POR LA LÓGICA HUMANA Y EN BASE A LOS SENTIDOS E INTUICIONES QUE POSEEMOS... EL QUE HAY UN ALGO, ORIGEN Y MOTOR DE TODO... ESE ALGO DEBE SER UNO SÓLO Y A ESO (SEA LO QUE SEA) SE LE DENOMINA DIOS... pienso que es suficiente, pues entrar en otro tipo de suposiciones o disquisiciones, es perderse en inmensidades que no llevan a ninguna parte; por ello mi deducción... UNA CAUSA... UN EFECTO GLOBAL Y DEL QUE DIMANAN TODOS LOS DEMÁS”.                                Y terminando por hoy; debemos pensar y analizar que como individuos que somos, SOMOS EFECTO Y NO CAUSA; o sea y más claro, que no podemos ser responsables de nuestra propia creación; puesto que nosotros no tenemos poder como para habernos creado a sí mismos; entonces, ES LA CAUSA, la que debe responder por nosotros y no al contrario, como los fanáticos (pobres y vulgares comerciantes) quieren hacernos ver; así y con la máxima ESPERANZA, pensemos que LA CAUSA QUE NOS CREÓ; será la que nos ayude en todo el recorrido que pueda tener nuestra existencia, “antes, durante y después de habitar en este miserable planeta dónde hoy nos debatimos”: AMÉN.

 

Antonio García Fuentes

(Escritor y filósofo)

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