ÚLTIMA HORA

FRACASO DEL ESCRITOR FRACASADO

¿La sociedad no debería reflexionar sobre este aspecto de la realidad, docenas o cientos de miles de autores, que fracasan, en su actividad cultural, sea la literatura, el arte, la fotografía, en cualquiera de las artes, ciencias sociales, filosofía, humanidades…?

¿No tendríamos que plantearnos ciertas situaciones, por racionalidad social, por moralidad social, como la situación de docenas o cientos de miles de autores en la investigación y la creación cultural?

- No negamos que es más la oferta que la demanda. No negamos tampoco que la inmensa mayoría de esos autores, en cada una de las especialidades de las artes, pues en una escala de valor de calidad, quizás, estén en la media o menos de la media.

Pero admitiendo, lo anterior, además, de que por ejemplo, existen ciento treinta millones de libros en el mundo, de títulos diferentes que se han conservado, una tercera parte o la mitad serán de literatura. Existe, no solo la oferta actual, sino la de siglos.

¿Pero no se debería analizar dicha situación? ¿Qué miles de personas, dediquen, diez o treinta o cincuenta años de su vida, cierto es, que si son prudentes, han tenido otro oficio para vivir y existir y sobrevivir, y, toda o casi toda su producción, no solo es que en la realidad no existe, sino que es invisible, y que el futuro, aunque sea heredado, por sus descendientes, los manuscritos u obras, su futuro es la destrucción o el deterioro paulatino?

¿En el siglo diecinueve, las organizaciones sindicales y políticas y religiosas y filantrópicas, intentaron ante la situación paupérrima, de verdadera pobreza de millones de proletarios en el mundo, encontrar una solución? ¡Después de generaciones surgió el Estado social del Bienestar, o el Estado social de Derecho y los Derechos Humanos que han respondido a esas preguntas y soluciones, y todavía se sigue mejorando…!

¿Pero qué hacer, en cada territorio, provincia, región, sociedad-nación, continente, en el mundo, que existen miles, docenas de miles, cientos de miles, millones de personas que se dedican a la actividad de creación y búsqueda cultural, y después, lo plasman o lo materializan en un arte, en una ciencia social, en la filosofía, en la teología, etc., y todo su trabajo está condenado al fracaso y a la destrucción, incluso admitiendo que sus obras sean mediocres…?

¿Pero acaso no existen en todos los oficios y profesiones, personas que son mediocres, y medio viven de ello, sean panaderos, fontaneros, médicos, ejecutivos, abogados…?

No estamos pidiendo una subvención al Estado para cada autor, de alguna manera, la edición institucionalizada dependiente del Estado, es una forma indirecta de ello. Y, no vamos a negar, que estos oficios de la cultura, o tienen una dimensión en la enseñanza u oficio similar, y el autor o autora, vive de ello, o tiene otra dimensión, que de ese arte, sea el que sea, o de esa actividad cultural, solo viven de ello, quizás el uno por ciento, o quizás el uno por mil…

¿Pero una persona equis, que se ha dedicado una gran parte de su existencia a la producción cultural, en un campo zeta, que ha producido, eme números de obras, sean composiciones musicales, sean obras de arte plástica, sean libros de literatura, etc., puede y debe la sociedad analizar dicho tema y cuestión, debe la sociedad plantearse este problema o cuestión?

¿Admitimos que la inmensa mayoría de esas obras, son mediocres, la mayoría de esos autores también, la mayoría no tienen suficiente fondo, originalidad, esencialidad, innovación, capacidad y valores en su estilo o tema o actividad cultural…, pero en una época, de que tanto se habla del “reciclaje”, no merecería, esa producción cultural, que al menos no se destruyese, no se perdiese…?

¿No sería bueno y conveniente, para las futuras generaciones, que la producción cultural de un territorio equis, por ejemplo, un pueblo o ciudad o una comarca, una provincia o una región, la producción de personas, que han estado pisando esas tierras o, incluso han nacido en ellas, al menos, sus obras no se destruyan, puedan quedar para generaciones futuras…?

¿Quizás, sean obras o autores, en sus diversas especialidades, de quinta categoría, pero en esos pueblos y comarcas, no existen iglesias, templos, y toda la actividad industrial y cultural, que también es de quinta categoría, pero se ha ido conservando, por ejemplo, ermitas, durante siglos, y tienen un valor documental, emocional, histórico aunque sea limitado, aunque no sean la catedral de León o de Toledo o de Burgos…?

¿Para terminar, en forma digital, a nivel local, provincial, regional, las diversas entidades, museos, ayuntamientos, departamentos universitarios, fundaciones en sus Webs oficiales, no podrían crear pestañas específicas, para primero, saber y conocer, las personas que se dedican o han dedicado a todas y cada una de las actividades culturales, o al menos algunas de ellas, para crear directorios, si los autores desean entrar en ellos…?

¿Segundo en forma digital, ir conservando, si los autores, quieran parte de sus obras, para el futuro, en forma de fotografía digital, si son obras de arte, al menos, en forma digital de textos escritos, si los autores quieren, en forma digital partituras si los creadores así lo desean…?

¡No sería esto una riqueza para el futuro, además de recoger y recolectar lo del pasado antes que se pierda! ¡O mejor, se pierda más…! ¡Podría quedar en un territorio equis, cien o quinientos autores, con sus obras, de un campo específico, de una comarca de hace un siglo! ¡No sería eso una riqueza y riqueza cultural y documental, para generaciones futuras, un signo de identidad, incluso una referencia positiva, para la industria cultural, para investigaciones futuras, para reevaluar el pasado en las actividades creativas o de investigación cultural…!

¡De todas formas, quizás en el futuro, las artes, la crítica, el valor del pasado se analice de otros modos, pero si no queda casi nada del pasado, de varias generaciones anteriores, cómo se va a poder reevaluar…! ¡Por ejemplo, me he preguntado, los investigadores y críticos y profesores de universidad, que estudian la generación del 27, por poner un ejemplo, alguna vez, han ido de forma sistemática al Registro de Propiedad Intelectual, para indagar e investigar, obras y autores, que se conserven de esa época, y que quizás, duermen el sueño de los justos, y quizás tengan un valor, al menos, aunque sean de tercera categoría! ¡Al final, el deporte nacional, el futbol, existen jugadores de tercera y equipos de tercera, no solo de primera, no todos son Messi, y entre todos forman el sistema del balón…!

¡¿No merecen tantos escritores, artistas plásticos, compositores, etc., tener la certeza, que al menos, aunque sus obras sean mediocres, se van a conservar para el futuro, que hay evidencias de que así será…!? ¡¿Es tanto pedir, es tanto exigir a una sociedad, que se estima defensora de los derechos humanos, de la dignidad de la persona, del valor del trabajo, de la importancia de la cultura!? ¡¿No merecen esos cientos de miles o millones de autores, de todas las partes del mundo, ese mínimo respeto por parte de la sociedad…! ¡Paz y bien!

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