Larra es esencial. Pero no es el primer articulista de nuestra lengua y terruño. Opino que se ha supervalorado su hegemonía y ser el primer peldaño y el primer fundamento del oficio.
Reitero, Larra es genial en el articulismo, y, dio un impulso esencial a dicho género, mezclando la realidad y la literatura y el periodismo. Pero estoy cansado, de oír y de leer, en todos los vericuetos de y sobre este tema, incluido conferencias especializadas, congresos sobre el articulismo, e, incluso tesis doctorales, que Larra inventó el género. Y, pienso que no es así. Y, lo intentaré demostrar –aunque esto solo pueden hacerlo los investigadores de la filología, del periodismo y semejantes, no un simple y modesto columnista-.
Primero, en el siglo dieciocho, ya hubo periódicos y diarios, semanales o diarios, en España. Y, tocaban multitud de temáticas. Con lo cual, se hacían crónicas, que estaban muy cerca, algunas, del columnismo o articulismo que después el siglo diecinueve consagró. Aquí, faltan que los departamentos universitarios se pongan a investigar, que empiecen a sacar, en la medida de lo posible, todos los tesoros que encierren, en el periodismo en general, y, en el articulismo en particular –tanto de Madrid, como de provincias-.
Segundo, si nos fijamos bien, sin negar, vuelvo a repetir, que Larra es genial. Sin negar esto Larra vivió desde 1809 a 1837. No llegó a la treintena de años –qué habría llegado a decirnos, explicarnos, aclararnos, si no hubiese tenido una muerte con tan prematura y con tanta premura, podría, a veces, me pregunto, haber llegado hasta los setenta años, haber llegado hasta la década del 1870 o 1880, y, nos habría hecho evolucionar al género, al periodismo, incluso, quién sabe si España habría sido de otra manera y de otra forma, porque las ideas y conceptos tienen influencia, queramos o no, aunque no sea más que otras dimensiones de la realidad…, y, si no fíjense las grandes frases que sintetizan Occidente…-.
Blanco White, 1775-1841, Fernán Caballero, seudónimo, mujer, por tanto, Fernán Caballero por biografía es anterior y posterior a Larra, 1796-1877. Bretón de los Herreros, 1796-1873. Serafín Estébanez Calderón, 1799-1867, Mesonero Romanos, 1803-1882, Andrés María Segovia, 1808-1879, Antonio Flores, 1818-1865. Y, supongo que habrá otros, escondidos en los baúles de las hemerotecas, que podrían surgir y resurgir.
Pero si nos fijamos bien, todos estos articulistas son anteriores, en nacimiento a Larra o coetáneos, diferencia de unos años, y, por tanto, posiblemente –no conozco ese dato, empezarían a escribir antes que él o al mismo tiempo-, y, que redactarían textos al mismo tiempo –muchos continuaron en sus vidas después del fallecimiento de Larra-.
Que Larra sea genial, no es el inventor del articulismo, sino que lo elevó a otra categoría esencial. Pero creo que hay que ser justos y equitativos, y mencionar a todos los que están en su misma generación, Blanco White, una generación anterior. Con lo cual, no sé si es un atrevimiento, pero Blanco White y Fernán Caballero son precedentes y precursores de Larra y de los demás… -cosa que los investigadores deberían probar y comprobar y mostrar y demostrar…-.
Tercero, ya nacidos en la primera mitad del siglo veinte, estarían Alarcón, Juan Valera, Eusebio Blasco Soler, etc. Emilia Pardo Bazán nació en 1851, ya sería de la segunda mitad del siglo…
Con lo cual, se muestra y demuestra, que estimo y creo que el libro que redactó Umbral sobre Larra, que hasta donde sé, fue un encargo. Siendo Umbral una figura esencial en el articulismo español, nadie puede dudar que sea uno de los diez o veinte más importantes de estos tres siglos. Pero pienso que al ser Umbral tan importante en el columnismo, tener tanta presencia, y redactar ese libro, hizo que todos los ojos, miraran y mirásemos durante décadas a Larra, y, es cierto que se menciona a los otros, pero se les da un poco de lado.
Nada, nace de la nada, dice el principio clásico, el articulismo de Larra tuvo una sementera, posiblemente de décadas anteriores, posiblemente, en todo el siglo dieciocho, que todavía apenas está estudiado, y, desde luego, tuvo antes que él, a Blanco White y Fernán Caballero, a no ser que se demuestre lo contrario, y, al lado, otra multitud de columnistas…
Si Larra como todos los columnistas de estos dos siglos, ha leído a los que están a su lado y a los anteriores, también aprendería y aprehendería de otros, que llevaban su mismo camino. Demos justicia y equidad a todos. Demos permiso a los investigadores, que con ciencia y verdad, entren en este tesoro oculto…
Esto me recuerda, que en Internet, se lee una y otra vez, que el libro con más palabras, es La Búsqueda del Tiempo Perdido, de Proust, porque el Guinness, así lo ha dicho –pero el Guinness esta categoría, la ha dejado cerrada, no la actualiza-. Vean el artículo en Wikipedia: List Longest Novel –y, verán que hay obras publicadas y editadas por editoriales industriales y comerciales, con obras y libros y títulos con más palabras-. Pero da lo mismo, vayan ustedes a la bodega de Internet, y seguirán encontrándose y repitiendo una y otra vez, el libro con más palabras, es el de Proust.
El libro de Proust es y será genial, pero no es el que más palabras tiene… Larra es genial, pero hubo al mismo tiempo y antes, otros columnistas de gran talento, que esperan ser estudiados y analizados y valorados y ponderados y enaltecidos…