Después de unas merecidas vacaciones, todos nos enfrentamos al desafío de volver a la rutina. En el mundo de la política, esta transición es especialmente intensa. Los políticos, analistas y ciudadanos deben adaptarse rápidamente a los nuevos temas políticos y retomar el ritmo acelerado de la actualidad. Toca prepararse para la vuelta al nuevo curso político, desde la puesta al día en temas de actualidad hasta el cuidado de nuestra salud mental y física.
El primer paso para volver al campo de batalla de la política tras las vacaciones es actualizarse, no queda otra. Los meses de verano no siempre son tranquilos en el ámbito político; a menudo, se producen cambios significativos que pueden influir en el resto del año. Para ponerse al día, es útil leer los titulares clave de las últimas semanas para obtener un panorama general de los eventos más importantes acontecidos. Hemos tenido un verano intenso en cuanto a actividad política con todo lo de Cataluña, Puigdemont, las elecciones en EE. UU., entre otros acontecimientos. Es el momento de prepararse para el debate político que está por venir.
En España vienen escenarios complejos con la aprobación o no de los presupuestos generales del estado, la argumentación del nuevo concierto económico de Cataluña y posibles cambios de gobiernos en todas las escalas: nacional, regional o municipal.
Los políticos y los analistas deben anticiparse a los temas que dominarán el nuevo ciclo político. Esto incluye identificar prioridades políticas y cuáles serán los temas de mayor relevancia en los próximos meses, como la economía, la salud pública o la política exterior, aunque ya sabemos que todo siempre es muy volátil y siempre salta alguna sorpresa. De ahí de encontramos con la adaptabilidad y la flexibilidad ante cambios inesperados en un entorno tan dinámico como la política. ¿Y qué pasa con el nuevo argumentario político para el otoño? ¿De qué hay que hablar? El regreso de las vacaciones es también el momento para definir y ajustar la hoja de ruta que guiará las estrategias durante los próximos meses. Este proceso es fundamental para establecer una dirección clara y coherente en la comunicación y en las políticas a implementar. Es muy probable que los próximos congresos de los partidos incluyan este apartado como nexo de unión de la comunicación de toda la organización.
Ni soy médico, ni nutricionista pero es más que evidente que la buena alimentación también juega un papel crucial en el regreso a la rutina política. Una dieta equilibrada puede influir directamente en el nivel de energía y la capacidad de concentración, también para la gestión del estrés postvacacional. ¿Sabías que Pedro Sánchez, trata de mantener una rutina deportiva 3 veces a la semana, alternando 'running', bicicleta o pesas en el gimnasio?, además sigue una dieta mediterránea equilibrada, abundante en verduras, ensaladas, carne y pescado a la plancha, según ha señalado en anteriores entrevistas.
En Francia, la base de la alimentación de su presidente, Emmanuel Macron, son los alimentos de origen vegetal en todas sus formas. Vladimir Putin, practica ejercicio físico intenso y cuida su alimentación. Así, empieza el día con natación; después, realiza un entrenamiento de fuerza y resistencia en su gimnasio. Desayuna siempre después de entrenar.
Volver a la rutina política no significa estar conectado las 24 horas del día. Es importante encontrar un equilibrio entre mantenerse informado y evitar la sobrecarga informativa. Establece, siempre que puedas, tiempos específicos para revisar las noticias. El uso excesivo de redes sociales ya sabes que es contraproducente.
El retorno a la actividad política tras las vacaciones, siempre y cuando las hayas disfrutado, es un momento de renovación y adaptación. Implica actualizarse con los últimos eventos, cuidar la salud mental y física, y reestablecer una rutina que permita un rendimiento óptimo. Al abordar este nuevo curso político con preparación y equilibrio, podemos enfrentar los desafíos que se presenten con mayor resiliencia y eficacia. El desarrollo de un argumentario político sólido y coherente para el otoño no solo prepara a los líderes y sus equipos para los debates venideros, sino que también establece coherencia, unidad y la dirección para una comunicación empática con el pueblo. La política nunca descansa, pero eso no significa que no debamos cuidar de nosotros mismos en el proceso. Soy realista y sé que todo lo descrito es más fácil escribirlo que llevarlo a la práctica, pero si al menos te dejo reflexionando sobre la vuelta al nuevo curso político, objetivo conseguido.
¡Bienvenidos de nuevo a la realidad política!
Isaac Hernández
Asesor Político