Cientos de columnistas, en estos meses y años, que ya son años, siempre hablando de la crónica o comentario o análisis de la política, y, algo de la economía…
Me dicen, de mil maneras, habla y redacta esculturas de palabras analizando el presente político. Atraviesa los desiertos y atrévete. Y, así, te leerán, no unas decenas, sino cientos o miles, así, posiblemente, los medios nacionales se fijen en tu escritura, así dejarás de caminar por mares desiertos de oídos… Así, quién sabe si tendrás un nombre, alcances, un mediano lugar en toda esta feria de la cultura y del momento presente…
Y, les digo y me digo, creo que en tiempos convulsos, -no sé que estará sucediendo cuándo salga en prensa digital, esta modesta columna-, tiempos confundidos, vulnerables, inciertos, falaces, sofísticos, paradójicos, y, con muchos intereses de todo tipo. En esos tiempos, estimo que hay que sembrar calma y sosiego. Hay que tratar temas y artículos que nos enseñen que todavía los pájaros cantan y que todavía el sol amanece y todavía los niños pequeños sonríen sin darse cuenta, de camino al colegio, sin ser conscientes de todos los horizontes que se pueden abrir, muchos negativos para ellos, no saben el papel que tendrán dentro de unos años en esta pieza del puzzle y del teatro nacional…
Ya, este día, este mismo día, hoy, saldrán cientos, miles de voces de articulistas, de columnas periodísticas comentando lo que está sucediendo este día de ayer, de mañana, de esta semana. Ya, tendrán ustedes cientos de artículos, miles de columnas en una misma semana, de todos los vaivenes políticos de todas las incertidumbres que estamos sufriendo. De todos los temores, que se están instalando en el corazón… ¡Porque no olviden están fraguándose temores y temblores muy profundos en el alma…!
Por tanto, estoy redactando de temas actuales, estoy intentando que ese temor y sombra y dolor que está introduciéndose en su propio corazón, y, en el de los muchos y de muchos. Intento e intentan ponerle un dique. Que usted encuentre, en el artículo de hoy, quizás hablar de otro tema, de gastronomía y cultura o arte y literatura o sonrisas y cantos... Dar esperanza a la vida. No estar sometido al temor, que se revuelve y revuelva el pasado en el presente. Que no tengo que narrar las explicaciones posibles y reales, de porqué y por qué las personas, decenas o cientos salen a la calle… de un color y de otro… no tengo que explicar, ahora, realidades y explicaciones de estos dos últimos siglos, desde que aquellos franceses tomaron la mitad o más de este terruño de Iberia.
Porque eso es lo que sucede, si quiere usted comprender el presente, mucho del presente, podría explicarle bastante, aunque no lo haga. No puedo todo, pero si bastante. Vuelva a usted a leer a los Austrias y después a los Borbones, es decir, estos cinco últimos siglos, desde la Reina Isabel, la Católica. Y, especialmente, estos doscientos años, desde la toma de Madrid por Napoleón. Y, entonces entenderá y comprenderá. Comprenderá y entenderá mucho del presente. Vaya más atrás de hace ocho décadas. Que es usted hasta dónde llega. Y, solo arriba a esos puertos, desde un costado de la interpretación del mundo. Sea cual sea ese lado o lateral o costado…
¡Cuánta verdad y veracidad, y, no solo verosimilitud está usted dispuesto a entender y comprender y aceptar…! Nos diría, el viejo Nietzsche, que no es santo total de mi devoción, aunque si lo respeto como genial literato, pero no es para mí, un genial pensador o filósofo, porque le falta argumentación y le sobra contradicción, que no es lo mismo que evolución…
Se está produciendo en estas semanas, meses, años anteriores y actuales y próximos, un cambio posiblemente, que dislocará todo el panorama de estos últimos siglos. Será una etapa nueva, con consecuencias impredecibles e imprevisibles. Porque, porque están olvidando, demasiados poderes de este mundo, que existen poderes de fuera, que quieren, recolectar grandes trozos de la pieza de España. Están olvidando que no juegan solos en este laberinto y partida de ajedrez geopolítica y geoestratégica y neoeconómica y geocultural y georeligiosa. Que existen también, otros poderes, cercanos o lejanos, que están esperando tomar trozos de la pieza de España, de una manera o de otra...
No son conscientes, demasiados poderes, porque están obcecados con sus ideologías y sus motivos y sus causas y sus fines, a corto y mediano plazo. Que no están solo ellos jugando esta partida. Que existen otros jugadores, que solo asoman las orejas y los ojos, como pareciendo que solo quieren oír y ver, pero no se confundan, quieren entrar en la partida, y, lo están haciendo, aunque ahora en silencio. Pero lo harán en forma activa…
Me dicen, que hable como todos, cientos de articulistas y columnistas, de medios nacionales, regionales, locales, provinciales, que todos hacen su artículo, al menos uno, cada semana, de los dos o tres que construyen, sobre el marasmo de la España. Este deseo de ser y de estar, desde los romanos, siempre hemos sido y hemos estado preguntándonos que somos. Pero que lleva siendo un sueño de milenios, ya los visigodos, formaron la primera unidad en la práctica, pero desde que Roma y el imperio cayeron, siempre ha sido ese el deseo, ser la Península una unidad política … -ahora, dentro de los deseantes Estados Unidos de Europa…-.
Dicen, que hable como todos y todas las voces, de esta realidad, que arrastramos meses y años. Y, así, me dicen, quién sabe si algún gran medio nacional se fije en tí. Y, siempre les digo, lean artículos del pasado, y, verán que ya está todo dicho en ellos, salvo algunos matices. Y, les digo y me digo, es bueno de hablar de otros temas, para que los corazones, salgan a la calle, cada día, con un poco esperanza, de que este teatro y tablao, no se nos volverá a caer otra vez. Porque ya tuvimos tres guerras carlistas en el siglo diecinueve, y, ya saben ustedes la del veinte, que todavía estamos pagando consecuencias… ¡Señor Machado, como poner remedio a esta España, que no vuelva suceder a ningún españolito que nace, que una de las Españas o las dos, le atraviesen el alma y el corazón y la carne…! ¡Señor Antonio Machado que podemos hacer, pensar, sentir, qué…!
¡Qué podría decirles, díganme, yo, modesto columnista literario de opinión, para que no pongan las piezas para volver a repetir, la historia negativa del pasado, sino repetir la historia positiva del pasado… qué podría decirles, díganme, y, se lo diré…! ¡La paz es el volcán de todas las riquezas, la no-paz el seísmo de todas las pobrezas…!