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MEMORIAS Y VITAGRAFÍAS Y AUTOBIOGRAFÍAS

Existen memorias y autobiografías escritas por uno mismo, existen las biografías reales y existen las vitagrafías recordadas e imaginadas y cambiadas y matizadas…
Todos escribimos nuestras memorias, unos real y materialmente, en papel u ordenador, otros las fijan en su memoria, van cambiando su historia y recordando su historia, otros insertan algo de su memoria en otras actividades, puede ser pintura, aquello de Picasso mi diario son mis cuadros, o, puede ser insertando pequeños recuerdos en algunos escritos, o, quizás, van contando algo de sus vidas a otros, descendientes o cercanos o lejanos –a veces, a los lejanos se cuentan más cosas-.
Pero hay hechos o ideas o conceptos o recuerdos que no se cuentan. Hay, quién dice que muchas personas que pasaron por los campos de trabajo o/y concentración del siglo veinte, de un color y de otro, nunca dijeron nada de lo que les sucedió a sus hijos. Algunos, cuándo sus nietos se enteraron y les preguntaron les contaron algo. Casi siempre se expresa, esa realidad fue tan traumática en esas personas, en la mayoría de esas personas, que solo contaban o narraban algunos episodios, muy pocos, muy pequeños. Cierto es que existen otros casos, que los abuelos y abuelas cuentan demasiado o solo una parte a sus nietos, con lo cual, los nietos y nietas terminarán teniendo un odio-inquina-rencor-maledicencia enorme hacia una parte de la sociedad o unas siglas…
Pero por lo general las memorias, reales o escritas o contadas o narradas, si el que le ha sucedido un hecho ha sido enormemente dramático y trágico, quizás para superarlo, quizás para intentar entenderlo, quizás para intentar comprenderlo, por lo general, no lo narran. Esta es la experiencia de muchas personas que pasaron por los campos de trabajo o concentración –cosa distinta a los campos de prisioneros-. Es más, incluso los descendientes, los que sus antecedentes pasaron enormes traumas y heridas, ellos o ellas, tampoco cuentan. Es como si dentro de la familia, ese episodio ha sido tan trágico, que lo mejor es intentar olvidarlo. Ya está en el fondo horadando la conciencia y la consciencia y la inconsciencia…
La psicología y la psiquiatría indica que muchos recuerdos o hechos del pasado, no los recordamos como fueron. No somos justos totalmente con todas las personas que entraron en esos hechos. Es más, algunos se les toma demasiado en el paisaje de lo negro y otros demasiado en lo blanco. Para saber el pasado hay que conocer todas las partes. Pero para ello hay que querer preguntar a todos y a todas las partes e individuos. La realidad es que algo de verdad del pasado existe, algo del pasado que se cuenta habría que matizarlo. Y, también se cuenta en un problema del pasado, solo una parte del proceso, pero no toda. Y, así, algunos son los malos y los otros los buenos. Si existe Dios y existe Juicio Particular, dónde de verdad se perciba el verdadero corazón de los hombres, creo que nos llevaremos muchas sorpresas…
Las memorias en literatura se pueden presentar de muchas formas y maneras, lo que se denominan memorias, autobiografías, diarios, epistolario, libro de viajes, curriculum explicado, etc. Tenemos una necesidad los humanos de explicarnos a nosotros mismos, de entendernos a nosotros mismos, de comprendernos a nosotros mismos. Y, al mismo tiempo también explicar lo que somos a los otros. Todo el mundo desea dejar buenos recuerdos a los otros, sean cercanos o lejanos. Todo el mundo desea que los demás los traten y piensen de ellos que son buenas personas…
Dice La Biblia, que solo conoce de verdad el corazón de cada uno, solo lo conoce Dios. Creo que esto es una enorme verdad. Uno, uno a sí mismo va cambiando y transformando su forma de ser y de estar y de pensar y de sentir y de desear. Uno, va cambiando y va cambiando según sus intereses, tanto el pasado como el presente, para hacer el futuro que desea. Y, los intereses pueden ser de mil modos y mil maneras.
Existe un truco para intentar que los hechos del pasado se fijen lo más precisos posibles en la mente y en la conciencia de cada uno. Ese truco o artilugio mental. Es cuándo sucede algo grave o algo importante, intentar fijarlo como una fotografía y un conjunto de fotografías, y, eso no cambiarlo. Es mejor, quizás olvidar, pero si de verdad quieres recordar en verdad algo, tienes que utilizar ese artilugio mental. Aunque no sé, no sé si será bueno y no sé si es sano –porque olvidar es una forma de curar y curarse. Porque para vivir hay que olvidar-. Y, si existe Dios, Dios pues valore de verdad cada uno sus actos y su corazón, ya sin engaños y sin mentiras. Sin automentiras y sin autoengaños. Cierto es que hay que perdonarse a sí mismos, hay que aprender a perdonarse a sí mismos. Esta es la cuestión, este es el tema… Perdonarse a sí mismo, sin engañarse a sí mismo, es una asignatura muy difícil. (De todas formas en estos temas en mitad del camino de la moralidad y de la psicología, acérquese usted a los especialistas, este modesto escribiente y escritor, no es experto. Aviso a caminantes).
Nunca escribiré unas memorias, casi todos los escritores lo hacen. Lo he dicho, en palabras y por escrito. Nunca las escribiré. Porque si tuviese que hacerlo, si lo hiciese, tendría que decir y escribir la realidad verdad o la mayor verdad sobre mi mismo. Pero si digo la verdad sobre mi mismo, tendría que decir también la verdad sobre muchas personas que entraron a formar parte de esos hechos. Muchas. Y, debo indicar, que de muchas, los negros y los grises son demasiados.
Por tanto, espero exista Dios, espero exista Juicio Particular, espero exista eternidad Buena, y, cada uno, de verdad se enfrente a sus actos, deseos, palabras, intenciones… Creo que si existen estas realidades metafísicas, nos llevaremos muchas sorpresas al ver nuestras obras y las de otros. Esas si que serán las verdaderas memorias y autobiografías, ya sin engaños y sin mentiras, y, sin manipulaciones…
De momento uno tiene que perdonarse a sí mismo, y saber, que en un juicio hay que escuchar por parte del juez a todas las partes. Si existe ese Juicio Particular, esperemos tener ilimitada misericordia en el Buen Dios para que nos perdone, -¿pero la tendremos…?-. Paz y bien.

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