ÚLTIMA HORA

NO COMPRENDO NADA, NO ENTIENDO NADA DEL MUNDO

Te dan tantos consejos, normas, argumentos, razones para redactar artículos o columnas de opinión, que algunas veces, cuándo te pones, no sabes cuales escoger y aplicar.
Hay artículos que tienen desde el principio tema claro, y, tesis o planteamiento y óptica evidente. Pero hay otros, que se confunden. Por un lado, deseas redactar unas cientos de palabras de un tema-tesis u óptica o dimensión o pendiente o realidad, otras veces, titubeas consciente o inconscientemente entre varios. Y, empiezan las dudas, éste no gustará al público, no será de su interés, quizás, no comprenda, y, no entienda, la frase que está dentro de manzanas y está el pequeño diamante, quizás, no lo encuentre, quizás, no sepa percibirlo, quizás, no sea capaz de expresarlo.
Porque a veces, se rellenan de palabras un texto, no para clarificar, sino para enturbiar, y, así entre el lodo y la arena y las piedras, tapado y escondido, está la tesis, o quizás, la pregunta o quizás el rejoneo del torero frente al toro de la realidad. Todo han sido capotes para indicar y llevar al ser de quinientos quilos a una posición que baje la cabeza, y, el estoque funcione como instrumento cultural y técnico, depurado durante varios siglos, desde aquellos cambios que se hicieron dicen en la Plaza de Ronda, para el toreo actual español, que el portugués es otra cosa.
Como consumidor y receptor de conferencias y artículos y tesis doctorales y TFG sobre el articulismo y columnismo de opinión y literario, tengo en mi cabeza una joroba de ideas y de conceptos. He visto y conocido suficiente este trozo de la realidad desde hace décadas, desde la adolescencia que emanan los primero brillos de sol y de lunas. Un artículo periodístico es aunque usted no lo crea, un artilugio tan preciso como puede ser un termómetro o una pequeña grúa, está formada y conformada por partes, y, todas tienen que encajar. O, cómo en este tienen que aparentar desencajar, para quizás, solo sea una frase el artículo. Quizás, la del título: no entiendo y no comprendo el mundo, o no lo suficiente, quizás, más que usted, aunque diga lo contrario, quizás menos que usted, aunque yo escriba y usted no…
No es afán de marear al potencial público de hoy, o si sueñas de dentro de cien años, no es que no seas capaz de perfilar textos de  mil realidades humanas de todos los tiempos, o de la actualidad de hoy. No, no es eso, o solo es algo de eso. Es que no escribe el consciente solo, sino también el semiconsciente. Y, éste hay que darle libertad, atarlo con una cuerda larga, no corta. Porque al final, el inconsciente, según el maestro Jung, existe un inconsciente colectivo. Quizás, realidades antropológicas universales que están dentro de nosotros, cambiamos las capas exteriores de lenguas, Estados. Sociedades, culturas, religiones, metafísicas, alfabetos, pero quizás, quede eso universal antropológico común, pero no solo el externo, sino el interno e inconsciente o semiconsciente…
Hoy, te han ido pasando por la cabeza, varias decenas de temas posibles, de opciones de enfilar y desfilar palabras con una óptica, hoy, te vienen recuerdos de tantas opiniones de esas personas que están en la cima del articulismo de hoy, en la prensa nacional, que llevan unos años o unas décadas. Y, te da envidia, te gustaría ser uno como ellos, uno más. No lo tomen como soberbia, acaso el pequeño empresario y tendero, no querría tener un hipermercado, o el médico una clínica privada o el político ser un Churchill de hoy, o acaso el escritor de palabras no le gustarían que le otorgasen el Nóbel este octubre próximo. No como dicen que expresaba Cela, que de joven, prefería estar tullido pero que se lo otorgasen, ya de mayor, ya contaba que no, que no deseaba estar tullido, aunque no lo regalasen o donasen por su méritos el Nobel. Otra voz y cerebro, que deberíamos levantar del semiolvido. Ningún escritor es perfecto en todo. Pero apliquemos ese criterio a todos, de todas las ideologías, o seamos misericordiosos con todos, aunque ellos o ellas no lo hayan sido…
¿Cómo podríamos hacer que el mundo fuese más entendible y más creíble y más comprensible y más real la representación mental…? ¿Cómo, la pregunta de los diez millones…?
Es sencillo, inviten a la población que lean a los grandes maestros y maestras de la cultura, sea en literatura o en filosofía o en cualquier temática. Segundo, inviten a la población a que lean y reflexionen sobre buenos manuales de todas las materias y especialidades. Manuales de psicología, manuales de economía, manuales de filosofía, manuales de y de…, adaptados a un lenguaje entendible y comprensible…
Tercero, cuando un periódico ofrece una noticia o información o crónica, hoy en los digitales, pongan un enlace, al documento que se refieren, si la noticia es que tal persona, que se dedica al oficio del futbol, se le achaca que ha tenido una entrevista con un OVNI, ofrezcan dentro de la noticia, un enlace, enlace que se refiere o enlaza con el mismo periódico o con otra página, dónde viene claramente textos y fotos de cómo ese responsable del futbol ha hecho tal o cual cosa, demostrado con ese documento…
Entonces, el entendimiento y comprensión de las personas del mundo, aumentará. Pero la pregunta es si quieren o queremos que aumente el entendimiento y la comprensión del mundo. Yo, personalmente, no entiendo nada, y, miro al mundo, y, ya sé que soy tonto, pero miro el mundo y me hago dos tontos. Nadie se ofenda. ¿De qué ha tratado este artículo señor y señora lector y lectora…?
¡Pues de usted…!

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