La obra Photographs of British Algae de Anna Atkins el primer fotolibro de la historia, y ya puestos a conmemorar el día 14 de octubre como Día Internacional del Fotolibro.
Se titula, en la traducción Fotografías de Algas británicas: impresiones de cianotipo, se publicó en forma de fascículos, a partir de 1843. su fin principal era científico, pero tampoco desmerecía la finalidad y el valor de lo estético, así como lo pedagógico y didáctico, seamos conscientes, que percibir y ver las algas de este modo, constituía en sí un elemento esencial –ustedes, quizás no sean conscientes, pero nací en un tiempo y en un territorio y en una sociedad y en un Estado, que cada temporada los chicos y chicas en los colegios coleccionaban y guardaban y se intercambian cromos de distintas temáticas, de temas, pero también de otras, incluso algunos maestros también lo hacían, porque eran en color-.
Se unió, en este que se considera el primero libro de fotografías, fotolibro, uniendo belleza y ciencia, saber artístico y estético y saber biológico o ciencia de la biología, además de la nueva tecnología-técnica de la fotografía, como siempre unir ciencia y técnica los cianotipos, un proceso inventado en 1842 por John Herschel –porque como ustedes saben, hasta llegar a la fotografía actual realizada por móvil, pues se fueron sucediendo procesos técnicos que fueron evolucionando-.
Es más, en esta década del 1820, en 1826 por Niepce, se considera la primera fotografía, -creía personalmente que los museos de fotografía del mundo y otras entidades, iban a echar las campanas al vuelo y los globos al espacio, para conmemorar los dos siglos del nacimiento de la fotografía, pero estoy esperando, y, no llega, pero sería una ocasión perdida si no se hace o realiza-.
Entre los primeros fotolibros de la historia también estarían: The pencil of nature de W. Fox Talbot, de 1844, que se considera el primer libro ilustrado con fotografías comercializado de la historia, donde se insertan 24 fotografía de paisajes, bodegones, reproducciones de obras de arte, arquitectura, etc., se vendió en forma de fascículos.
Y, también para citar un tercer volumen el titulado Eyes on Russia, de Margaret Bourke-White, con cuarenta fotografías, sobre la temática de la industria en la Antigua Rusia Soviética, en los años 1930, uno de los libro de fotografía o fotolibro realizado por una mujer, parece ser las hizo las fotografías en cinco semana. (Estos datos sobre el libro de Talbot y de Bourke-White, tomados en Internet de Mireia-Alises, demos al César lo que es del César y a Pompeyo lo que es de Pompeyo, en un artículo titulado: Descubre los primeros fotolibros de la historia).
No sé si somos conscientes, que antes de la fotografía por móvil, de la fotografía digital, de los 1,81 billones de fotografías se realizaron en el mundo, se calcula el año pasado, cincuenta y cinco por segundo, 4.700 millones por día según el vientre de Internet, y, cifra que seguirá aumentando, antes de todo ello, la fotografía ha tenido un desarrollo técnico y tecnológico y científico –conceptos que no son similares-, por tanto, hoy, hemos entrado en la “era de la imagen”, es y ha sido una revolución, tan importante como la de Gutenberg, pero en la imagen. Vas a un restaurante, y, el hijo o la madre no envía una descripción de lo que van a degustar, o de dónde están o de la situación que tienen, sino que realizan una fotografía, sin palabras, y, se la envía al novio a la abuela o al amigo… Ha cambiado, no sé si el paradigma, pero la escritura, podríamos exagerar, una hipérbole, ha pasado a un segundo plano o al mismo que la imagen-fotografía… podríamos decir que estamos en la “revolución gutembergiana de la foto”, -producto derivado también de la Informática y de Internet-.
Uno, de los modos de exponer, expresar, publicar, mostrar fotografías, es éste de Internet, otro sería el histórico de enviar fotos o hacer exposiciones de fotografías, pero uno que los humanos hemos inventado o descubierto es unir el concepto de libro y la fotografía, y, de ahí, surgió la conmemoración que estamos realizando… El fotolibro es un instrumento, artístico, y científico y didáctico y económico, no hay que olvidarlo de que un fotógrafo o grupo de fotógrafos se sitúen en una temática, objetivo, finalidad u otra. La fotografía, junto a cientos de cambios, de todo tipo, han modificado el mundo, desde hace dos siglos. Diríamos, no olvidemos que estamos en la Revolución Industrial, se considera, que la primera fase, surgida en 1750 en Inglaterra, ha ido creándose fases, cada siglo es una nueva fase, 1750, 1850, 1950, 2050, ahora estaríamos entrando en la cuarta fase de la Revolución Industrial…
Se dice en la selva de Internet, indica que desde su nacimiento se han realizado 12,4 billones de fotos, y, que en Internet caminan actualmente alrededor de 700-750 millones de fotografías. Muchas de las realizadas se comparten, otras muchas quedan en un ámbito privado.
Todos los museos de arte actual, disponen de su sección de fotografía, y, dentro y al lado de ella, de la colección de fotolibros entre otras, como en otros artículos he señalado, estarían la Colección del Reina Sofía, la Colección de Gabriela Cendoya depositada en el Museo San Telmo, Colección de Fotolibros de la Universidad Complutense de Madrid…
Para terminar, ya que un artículo periodístico de opinión es como una pequeña tapa degustada entre un vinito, en el cansancio o descanso del mediodía, para terminar, diría y sugeriría a las autoridades pertinentes, ahora que ya van muy avanzados, según me indican el Museo Nacional de Fotografía, que tendrá su sede en Soria, buena es la idea, bueno es el lugar, que miren a las provincias.
Para terminar sugeriría, que las autoridades vivas y administrativas de nuestro terruño, estudien y analicen la posibilidad de uno o varios museos de Fotolibros, sería un complemento para el turismo y la cultura del turismo, si es posible en la gran meseta y llanura y montañas del interior de la tierra vaciada y deshabitada y desmueblada. Homenajeemos y récordemos hoy a Anna Atkins. Paz y bien.