ÚLTIMA HORA

SE NECESITA OTRA MENTE, EINSTEIN

Ante la imposibilidad de encontrar una nueva fórmula o ecuación para sintetizar todas las fuerzas del universo, la teoría del todo, se le achaca a Einstein esta frase.

Se ha interpretado, sea este enunciado cierto o no, de Einstein, que se refería, a que se necesita una nueva física y una nueva matemática, y, una nueva fisicomatemática, y, un nuevo descubrimientos de las realidades del universo, macro y micro.

Para otros, quiere indicar, que necesitamos “otra mente y otra conciencia”, que no es suficiente la acumulación cultural que hemos heredado de milenios de evolución biológica y cultural, y, que no es suficiente nuestra mente de cromagnones, surgida alrededor de hace ciento cincuenta mil años, sino que se necesita otra mente, de una evolución de la mente actual, de la especie actual.

Sea la interpretación que sea, la primera o la segunda o ambas. Ahora, a raíz de los progresos técnicos y científicos desde la Segunda Guerra Mundial, véase Turing, y, otros. Léase los avisos que Hawking y otros científicos y literatos nos avisaron desde hace décadas. Véase aquel experimento de que un sistema informático ganó al ajedrez a un campeón del mundo, y, de esto hace años.

Nos enfrentamos ahora, a la cuestión, si estamos en el principio, no solo de una nueva fase de la era industrial, la cuarta, teniendo en cuenta, que la primera fue en 1750, la segunda en 1850, la tercera en 1950, sino que estamos ante una “nueva etapa histórica”, como el Pontífice, Francisco I, ha señalado varias veces a lo largo de estos últimos años…

La historia y la Historia han demostrado y mostrado hasta la saciedad, cientos de ejemplos y de casos, que una técnica o tecnología, se inventa o descubre para una finalidad, pero además, después, se utiliza para otros fines. Es la hibridación y la sinergía de la técnica y tecnología y de las invenciones humanas. Pero también de los conceptos y de las ideas. Todo cambia o todo se mueve o todo fluye, siguiendo al viejo maestro griego Heráclito, panta rhe.

Ahora, nadie o casi nadie lo niega, ya hemos entrado en un nuevo mar, de conocimientos e ideas y técnicas. Y, se abren muchos horizontes, porque las tecnologías y los grupos de saberes, se van interrelacionando, van influyendo unos en otros. Es como un enorme globo, que se va expandiendo. Se ofrecen varias posibilidades entre la informática, la teleinformática, la nanotecnología, la biología molecular y todas sus variedades…

Estamos al principio, no quizás solo de una “nueva etapa histórica”, no es el paso de la Edad Antigua a la Medieval, o de la Medieval a la Moderna, o de la Moderna a la Contemporánea… No es solo eso, aunque surgirá en esa realidad, sino el “nacimiento de una nueva humanidad, de un nuevo hombre-mujer”. El nacimiento de una nueva especie humana. Este es el horizonte que existe, o este es el temor que existe. Evidentemente de ser esto cierto, no surgirá el próximo año bisiesto, durará este proceso, varias generaciones… Pero no podemos intuir el futuro a cien años…

A mi modo de ver, siempre nos equivocamos en un verdecito, los científicos de finales del siglo diecinueve, pensaban, que lo esencial del universo y de sus leyes, estaban ya descubierto. Vino el principio del siglo veinte, la relatividad y las teorías cuánticas y los telescopios y los microscopios nos abrieron un nuevo mundo teórico y empírico, que no podríamos haber soñado.

A finales del siglo veinte, y, principios de éste, se encontraban muchas opiniones de grandes científicos, en todos los tipos de ciencias, incluidas las matemáticas, que hablaban del mismo parecer. Pero mi modesta opinión, que no soy un científico, ni experto en ningún saber, creo que sucederá lo mismo. Pienso que apenas hemos arañado lo que es la realidad, del micro y del macrouniverso. Creo que las teorías que disponemos, son, a lo sumo, conocemos, un tres o un cinco por ciento de lo que es el universo. Y, pienso que surgirá en este siglo una concatenación de revoluciones del saber, científicas, tecnológicas, que nos cambiarán, cambiarán todo el panorama de las próximas generaciones, de este nuevo siglo que ya llevamos una quinta parte. Creo que no podemos prever lo que será y surgirá y conocerán los próximos lustros…

En estos últimos semestres ha recorrido el temor y el temblor por la columna vertebral de la humanidad, ante la aplicación de la IA, Inteligencia Artificial o Inteligencia Electrónica o Inteligencia Informática… Es lógico el temor, porque si unimos los superordenadores binarios, los Big Data, la teleinformática, programas de IA, cada vez más potentes, surgirá un nuevo saber. Ahora se indica que estamos en la primera fase de la IA, pero llegaremos a tres fases. Y, eso, sin utilizar los ordenadores cuánticos, que no podemos ni prever las consecuencias inmediatas que tendrán y que están a punto de amanecer…

Quizás, Einstein, sin quizás, Einstein, llevaba razón, “necesitamos una nueva mente, una nueva conciencia para descubrir los misterios del universo”. Pero quizás, Einstein, no se percató, que ya en su tiempo, no solo había empezado la energía nuclear, sino la informática.

¿La informática, será la nueva mente, o nos hibridaremos con estos sistemas, mitad seres biológicos y mitad teleinformática, y surgirá la nueva mente, la nueva conciencia, que nos dirá, y, abrirá el paso, al nuevo entendimiento del universo…? ¿Y, de paso al nuevo ser humano… dentro de unas décadas, dentro de unas generaciones…? ¡Quién sabe, quién lo sabe…! ¡Pero todo, y, todo es todo, todo cambiará, eso es, lo que sí sabemos…!

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