ÚLTIMA HORA

SENTARSE EN EL SILLÓN Y SÓLO MIRAR...

Quizás, la meditación occidental sea el sentarse o tumbarse en un sillón/tresillo y, dejar que la cabeza funcione sola, se detenga, o le vengan del fondo recuerdos e ideas. 

En el periodismo esta la eternidad de la problemática, que hay que tratar constante y diariamente la actualidad y la novedad. Y, es cierto, pero la cuestión es qué es la actualidad y que es la novedad o no-novedad. Cierto que un terremoto en la Luna puede ser una actualidad, novedad, noticia. Pero también, recordar, lo que denomino, “la tortilla española”, también lo es. Todos los días millones de seres humanos se levantan y van al tajo de los papeles o de las cosas, para ganar dividendos para realizar tortillas. Vivir y sobrevivir. 

En esa penumbra atisbamiento del yo, entre las cortinas de no-hacer nada, pero haciendo. Esa apariencia de estar y no-estar, de ser y no-ser, pero estando y siendo. En ese sillón, pueden aparecer a la conciencia, recuerdos, alegrías, sufrimientos, proyectos, futuros, ocupaciones y preocupaciones. Diríamos que el estar en el sillón, sin hacer nada, sosegándose, es la meditación típica occidental. Se ha perdido, en mucha medida. Pero en esos momentos se reactualizan las realidades del presente y del pasado, y, si te equivocas, te puedes equivocar-errar-confundir a ti mismo. 

Al final, concebimos la realidad, con las percepciones-experiencias, con las ideas-conceptos, en las emociones-sentimientos, y, en los fines-intereses… Con esta sinfonía de instrumentos del yo, vamos haciendo y rehaciendonos a nosotros mismos y en nosotros mismos… Una columna periodística, es hacerle recordar al ser humano, de la novedad y de la noticia y de la actualidad, pero también de mil temas, que hoy, nadie en los miles de periódicos existentes, quizás hoy, nadie recuerda, pero que existen, son existenciales y vivenciales. Son de la realidad. Diríamos que el periodismo, una de sus funciones, es recordarnos cosas que existen, gusten o disgusten, que quizás, no tienen el brillo de que el presidente de gobierno ha venido a la ciudad, y, ha tomado una horchata en la Plaza Mayor… 

Los hombres/mujeres lloran y sufren, y, nuestra modesta obligación como articulistas, es, intentar que les sea más racional y prudente y moral, ambas cosas, cuándo sufran, sufran con racionalidad y prudencia y mesura, porque si le duelen una muela, no podemos negar que tiene un sufrimiento; y, en una alegría, un buen vino y un buen trozo de jamón al atardecer o al mediodía en una plaza de las cientos y miles existentes en Celtiberia, en el mayor calor de agosto, es una pequeña felicidad… las pequeñas alegrías y las pequeñas tristezas, pequeñas y medianas y grandes, torres de sufrimientos, tiovivos de alegrías. Todo eso, intentamos que tenga una nota de racionalidad y prudencia y mesura… No, no podemos resolver todos esos problemas. Yo, hablo de alegrías y tristezas… pero ustedes pónganle nombre a la alegría que usted tiene hoy………………. , póngale nombre a la tristeza que usted hoy sufre ……………… 

¿Por qué sufrimos, por qué nos alegramos…? ¿De dónde nacen y han surgido, de errores de nosotros mismos con nosotros mismos, de nosotros mismos con otros, de otros con nosotros, de la sociedad en general, de la cultura, de la masa de conceptos e ideas, del devenir histórico, de las deficiencias humanas o de la limitación  metafísica humana, del bien y de la bondad y del mal y de la maldad del ser humano, de todos y de cada uno…? 

La psique-mente-conciencia-cerebro-encéfalo-sistema nervioso central y periférico y la carne-cuerpo y, si tenemos alma-espíritu, combinado con la sociedad y la naturaleza y la metafísica y el Buen Dios. Todo eso somos o creemos ser. Con mil combinaciones. De todo y de todo ese mundo surgen los bienes y las bondades y los males y las maldades –de Dios, por definición Summo Bien y Bondad, solo bienes…-. 

Usted, no tiene porqué saberlo, pero según las normativas y tradiciones de la periodísticas, de la retórica y de la oratoria, existen, distintos modelos y formas para conformar-estructurar-diseñar un artículo/columna. Una, es la que estamos utilizando aquí, diríamos, un escrito o texto, que parece que no tiene pies, ni cabeza. Pero lo tiene. Diríamos que es la estética de la percepción o autopercepción, de la psicologización y antropologización y socialización y politización y economización y espiritualización, es el intento, que el lector se aburra y se pierda, y, en su sillón, deje que el volcán de su interior emerja, surja y resurja, por eso, tampoco pondré en negritas frases, por eso, no cito, a autores, en estos tipos de artículos. 

Porque lo que deseo, es que usted, estimado lector/a, deje nacer el agua y la sangre y el frío y el calor que lleva dentro. En este caso, este artículo es un espejo o luna para usted, pero no para que perciba y sienta su rostro, sino su tez-cara-rostro interior. Que usted deje emanar desde lo hondo, lo más hondo de usted mismo/a, sentado en su sillón, tumbado en su tresillo como caballo alado, arregostado esperando el sueño de la siesta/noche… 

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