El texto The-Opportunity-Costs-of-Socialism coincide con el 200 aniversario del nacimiento de Karl Marx. Producido por el Consejo de Asesores Económicos (The Council of Economic Advisers October 2018) de la Oficina Ejecutiva del Presidente de los Estados Unidos de América. En el que se realiza un balance de los costos de oportunidad de Socialismo y sus beneficios comparados con la realidad americana.
De fondo y forma llega a respuestas idénticas a las que la realidad como la venezolana ha dado. Entre más estatismo los costos de producción se elevan generando un resultado inverso/negativo, que no nulo, por aplicar las recetas estatistas a la economía. Mucho se habla y se enaltece a los sistemas mixtos pero, unidad monetaria por unidad monetaria, los beneficios no solo son más costosos en Europa y en los países nórdicos, sino que soterradamente las muertes y padecimientos por enfermedades desarrolladas por no contar con diagnosis a tiempo son mayores que en Estados Unidos.
En Venezuela como en el mundo el socialismo debe dar cuenta de las muertes y padecimientos generados. En Cuba es posible que hoy hayan comido basura o algodón en su forma textil u otra que nuestra imaginación no alcance a discernir. Las desapariciones y muertes son diarias. Seguro tú no lo sabes, pero es así. Como en los intentos anteriores del Socialismo confrontar con el sistema se paga con hambre, destierro y muerte, de ti y los tuyos.
El informe da cuenta de la realidad venezolana pero no asoma pistas de las salidas de esta amarga realidad que nos ha tocado. Nuestra mayor preocupación se centra en el optimismo del informe que solo enuncia los aspectos económicos, pero que no da luces o respuestas políticas. La respuesta tiene que ser política. Pensar que la barbarie se va a detener solo porque económicamente no sea viable es un craso error. El Socialismo está diseñado para actuar en todos los frentes. En el frente político simplemente es vandálico. Ante el avance del Socialismo en la capital de las libertades es aterrador pues ya no serán regiones las sometidas sino el mundo entero. Por eso, a partir de hoy, no es sorpresa la vuelta al lenguaje socialista en la política americana.
Bladimir Díaz Borges
