El 25 de marzo, Solemnidad de la Anunciación del Señor, la Iglesia celebra la Jornada por la Vida. El lema de este año: «Contigo por la vida, siempre»; o sea, “tomar conciencia del valor de “la vida de cada persona, en todas las fases de su existencia”. Los obispos “ invitan a acompañar la vida y a aumentar los cuidados cuando es más vulnerable”. Afirman que “plantear que eliminar una vida humana pueda ser solución para algún problema es una grave equivocación; por eso, las leyes que promueven y amplían el supuesto «derecho al aborto» son absolutamente injustas porque “legalizan la muerte de personas inocentes e indefensas”. Reclaman ir a “las raíces del problema y buscar alternativas reales al aborto”. Los Prelados proponen, para esta Jornada, “promover la oración por la defensa de la vida humana”; “testimonio de amor con palabras y obras”, y piden a la Virgen, “Madre de la Vida”, que nos infunda un “amor creativo” para” instaurar la cultura de la vida” (web de la Conferencia Episcopal Española).
Muy bien por la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos: “alienta a los católicos de todo el país a participar en la Vigilia Nacional de Oración por la Vida, para orar por el fin del aborto”. En algunas diócesis españolas, es tradicional, el 25 de marzo, la “Vigilia de Oración por la Vida”.
Vaya mi felicitación para los Obispos españoles que promueven y celebran la Jornada del 25 de marzo con la “Vigilia de Oración por la Vida”. En Valladolid, se celebra desde 1999, casi siempre en la catedral, con “bendición especial a las madres embarazadas” y un lleno extraordinario.
Josefa Romo Garlito