El Jardín Botánico Viera y Clavijo homenajea a David Bramwell como referente de prestigio internacional en la protección de la flora
“La figura del director del Jardín Botánico Viera y Clavijo, nuestro Jardín Canario, ha arraigado en la sociedad insular como referencia de prestigio internacional en la protección de la flora”, ha asegurado el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, en el homenaje que se ha rendido hoy al recientemente fallecido David Bramwell, en el recinto que dirigió durante cerca de 40 años.
En el acto, que ha estado conducido por la consejera insular de Medio Ambiente, Inés Jiménez y al que han acudido el personal del Jardín Canario y numerosos amigos que han acompañado a la esposa de Bramwell, Morales ha alabado la implicación que siempre mostró el biólogo por el bien de Gran Canaria y del planeta, “en una vida que es una dedicación plena a la conservación de la naturaleza, especialmente la de las Islas, a la que dedicó su último aliento”.
Ha afirmado que el Jardín Canario seguirá la estela iniciada por Bramwell y continuará siendo un ejemplo de delicado equilibrio entre la naturaleza y la acción del ser humano, y un centro de aprendizaje y de sensibilización para nuestra sociedad, sobre la importancia de la gestión sostenible de los recursos y de la inigualable riqueza natural de Gran Canaria.
“Por eso, tal como anunciaba David hace dos años, mantendremos la lucha iniciada desde el Cabildo y su Jardín Canario, y nos hacemos cargo de su testigo para que, citando sus propias palabras, ‘consideremos lo que estamos haciendo e intentemos hacer algo positivo para las generaciones futuras, que tienen el derecho moral de heredar y vivir entre la maravillosa diversidad del planeta’”, ha aseverado el presidente del Gobierno de Gran Canaria.
Antonio Morales ha recordado cómo Bramwell destinó la mitad de su vida a dirigir y proyectar un Jardín Canario, en pleno crecimiento, en una tarea que desarrolló durante casi cuarenta años, “dándole forma, planificando a su vez los recursos naturales de la Isla y manteniendo la tradición británica de comunidad hermanada con la población isleña”, ha detallado.
Lo ha descrito como “un investigador y gestor centrado en el discurso científico. Muy metódico, ordenado y cumplidor de las tareas, siempre preocupado por el futuro del Jardín Canario, así como por otros retos y realidades, como el cambio climático, las propuestas de un Parque Nacional para la Isla, la gestión de los espacios protegidos y el planeamiento”. Y ha puesto en valor también el profundo conocimiento que poseía de la Isla, su activismo en la sociedad civil grancanaria, así como sus compromisos públicos en asuntos de trascendencia más allá del Atlántico, y cómo “su conocimiento de la Isla era muy profundo y su mirada global daba perspectiva y proyección a sus planteamientos”.
Asimismo, ha hecho hincapié en la preocupación que manifestó Bramwell por las amenazas climáticas que se ciernen sobre Gran Canaria, debido a lo que él mismo denominó ‘síndrome de las islas’, con el que explica cómo, en los territorios insulares, se producen variaciones sobre las especies que hacen que las semillas pierdan su capacidad de migrar y las aves e insectos, la de volar.
Se trata de “una transformación natural que nos vuelve más vulnerables y hace que las amenazas climáticas sean devastadoras para nuestro medio”, ha remarcado Morales. “Y eso le preocupaba muchísimo a David, quien, siendo consciente de la fragilidad del equilibrio entre la naturaleza, luchó con ahínco para argumentar científicamente la necesidad de proteger nuestra naturaleza y concienciar a la población isleña de esta necesidad. Y esas son sus raíces, las que han arraigado en este Jardín Canario, que hoy alberga la mayor densidad de especies por metro cuadrado del mundo”, ha enfatizado el presidente del Cabildo.
En el homenaje también ha intervenido Juli Caujape, actual director del Jardín Canario, quien ha destacado cómo “las investigaciones multidisciplinarias sobre la flora canaria y las floras insulares que él potenció siguen teniendo altísimas repercusiones en la conservación de la biodiversidad y del medioambiente de la Isla, de la Macaronesia y de otras muchas regiones del planeta”.
Por su parte, el biólogo e investigador Víctor Montelongo ha resaltado “la aportación de Bramwell con el Plan Especial de Protección de las Especies Naturales de Gran Canaria, que, aunque nunca se llegó a aprobar oficialmente, hizo que la Ley de Espacios Naturales de Canarias fuese mucho más ambiciosa de lo que cabría esperar”.
Alicia Roca, que fue jefa de la Sección de Planta Viva y del Banco de Semillas del Jardín Canario, ha definido a Bramwell como “un forjador del conocimiento de la flora canaria y de la cultura, que llegó a nuestro jardín, al que con su valía como botánico y como persona, y con su entrega, puso en la relación de lugares importantes e ineludibles, cuando se habla de flora canaria”.
A su vez, Miguel Alemán, ex capataz y ex jardinero del recinto, ha insistido en recalcar su faceta humana, al decir que “David fue como un padre para mí, que nos enseñaba a todos con su cariño y su apoyo”.
El biólogo Juan Manuel López Ramírez, ex responsable de Educación y Relaciones Exteriores, ha rememorado sus años de labor conjunta, en los que “vi cómo el Jardín Canario, gracias a David, al excelente personal y al apoyo del Cabildo de Gran Canaria, se convirtió en un referente mundial tanto en conservación y defensa de la flora endémica local como en educación ambiental”.
Bernardo Navarro, ex subdirector del recinto, también ha evocado sus 36 años de estrecha relación, en la que “junto a él, hemos tenido la fortuna de hacer nuestros papeles secundarios. Me siento muy orgulloso de sus éxitos, porque, aunque sean suyos, también los considero míos”.
Julia Pérez de la Paz, exjefa de la Sección de Investigación del Jardín Canario, ha relatado cómo Bramwell “facilitó nuestra formación, entusiasmo y curiosidad por la flora canaria, respaldando estudios que abrirían camino en el conocimiento de nuestra enigmática flora”.
Y, de igual modo, Nieves González Henríquez, ex responsable de Educación Ambiental, ha retratado a David Bramwell como “un extraordinario científico, compañero, amigo y una excelente persona, que siempre me transmitió confianza, seguridad y ánimo para acometer las tareas de las que me hice cargo”.