El PP se impone por cuatro puntos ante un PSOE a la baja pero que gana en Canarias
El Partido Socialista (PSOE) ha ganado, por la mínima, las elecciones al Parlamento Europeo, en Canarias, al conseguir el 30,45% de los votos. El resultado, con el 98% escrutado, fue practicamente un empate con el Partido Popular (PP), que sumó 13 puntos más que en la convocatoria celebrada hace cinco años hasta alcanzar el 29,3% de los sufragios emitidos.
En el resto del territorio nacional, el PP se ha impuesto en estas europeas con 22 escaños, lo que supone un triunfo claro, pero agridulce y por debajo de sus propias expectativas para distanciarse del PSOE. Es cierto que si el 2019 el PP obtuvo cuatro millones y medio de votos y el 20,15 por ciento de los votos, ahora logra prácticamente seis millones, un millón y medio por encima, y el 34,19 por ciento Es decir, una notable recuperación de más de 14 puntos.
Todo lo contrario le ocurre al PSOE, que si bien mantiene el tipo respecto al número de euroescaños -solo pierde uno respecto a 2019, de 21 a 20-, lo cierto es que se deja en estos comicios 2.100.000 votos, lo que refleja no solo un voto de castigo hacia Pedro Sánchez, sino una severa desmovilización socialista en unas elecciones que habían sido concebidas por el propio presidente del Gobierno como un plebiscito hacia su persona. Si el PSOE mantiene el tipo es por el deterioro electoral de Sumar. No será difícil que el PSOE analice los datos desde una perspectiva optimista en la medida en que el PP le ha superado exactamente en cuatro puntos. No se trata en ningún caso del ‘empate técnico’ que venía preconizando el PSOE, pero tampoco es un distanciamiento drástico por encima de los cinco puntos, cifra que Génova habría interpretado como una derrota palmaria del sanchismo.
De hecho, el triunfo del PP, pese a ser claro, no deja de ser agridulce en la medida en la que el PSOE no sufre el deterioro electoral que los populares esperaban en las semanas más convulsas del sanchismo, con la mujer del presidente del Gobierno imputada formalmente por un Juzgado de Madrid por presunto tráfico de influencias y corrupción en los negocios, y con su propio hermano a las puertas de ser investigado por un Juzgado de Badajoz que ha abierto diligencias previas contra él por presunta malversación de caudales públicos. Las denuncias de corrupción han pasado factura a Pedro Sánchez en términos de votos pero apenas en escaños.