Reasignación de género: Cirugías a realizar para pasar de mujer a hombre
La transexualidad, poco a poco, ha dejado de ser un tema tabú. También conocida como disforia de género persistente, miles de personas se sienten atrapadas en un género que no les corresponde.
Aunque aún se desconoce el mecanismo por el que se produce este tipo de trastorno, la sociedad y la ciencia han comprendido cuáles son los procesos médicos para llevar adelante un cambio de sexo.
La disforia de género comienza a manifestarse a una temprana edad, por lo general entre 1 a 4 años. Los primeros síntomas incluyen su insistencia en que pertenecen a otro sexo, preferencia por compañeros del sexo contrario, negarse a orinar según las normas sexuales o la angustia por los cambios durante la pubertad.
La atención médica de un niño o un joven con disforia debe realizarse de forma multidisciplinaria. La evaluación de psiquiatras y psicólogos es indispensable para que otorguen un diagnóstico fiable de la transexualidad.
En el caso de estar autorizado y documentado el caso para su posterior cirugía, un equipo de endocrinólogos debe empezar una terapia hormonal sustitutoria que se lleva a cabo de forma correcta y controlada.
Después, hay que realizar un test de vida real, con el que se puede plantear la reasignación quirúrgica. La evaluación es la prueba de fuego, en la que la persona asume el rol del género que siente como suyo, lo que se traduce en que comience a vivir como siempre ha querido.
Esto incluye el cambio de nombre, vestirse según el sexo que desea tener, hablar y comportarse como tal. En este punto, la palabra clave es la aceptación social. Si la prueba resulta positiva, el siguiente paso es plantear la cirugía de reasignación sexual.
Mastectomía bilateral
En el Instituto de Cirugía Plástica Dr. Fabrizio Moscatiello señalan que la cirugía de reasignación de género para ser transexual masculino pasa por realizarse una mastectomía bilateral subcutánea, con la que se extirpa el tejido glandular mamario. El personal que realiza la mastectomía bilateral en Barcelona explica que el objetivo de la cirugía es conseguir un pecho liso, simétrico y que quede lo más masculino posible.
Al eliminar el tejido mamario, es posible realizar un aumento de pectorales con prótesis, para que el nuevo pecho esté más definido y grande.
Los candidatos ideales para ser intervenidos son aquellas personas que presentan disforia de género persistente, ser mayor de edad, estar capacitado para la toma de decisiones y otorgar consentimiento para el tratamiento.
Con la mastectomía subcutánea se conservan las areolas mamarias, que serán adecuadas al pecho masculino. La intervención se ejecuta en un período de 1 a 3 horas con anestesia general.
Según el tamaño de las mamas, la operación utiliza 3 técnicas: periareolar para mamas pequeñas con areolas grandes; periareolar ampliada para senos voluminosos; y en bloque para los senos medianos o grandes con una leve o moderada caída de las mamas.
El postoperatorio incluye el retiro de los drenajes el día siguiente de la cirugía y usar una faja compresora durante 3 semanas. Después de 7 días se retiran los puntos.
Intervención genital
En el caso de la cirugía genital, el protocolo inicial es similar al de la mastectomía bilateral. Sin embargo, en esta ocasión hay que añadir que, si se pretende realizar una histerectomía y ovariectomía, es necesario que la persona reciba durante 12 meses la realización de una terapia hormonal adecuada al género del paciente.
Las excepciones son que el paciente tenga contraindicaciones médicas, que no desee tomar hormonas o no pueda hacerlo. Con la histerectomía se extirpa el útero, mientras que con la ovariectomía se extirpan lo ovarios.
En el portal del Instituto Dr. Fabrizio Moscatiello se pueden consultar más detalles sobre el procedimiento, así como los requisitos para la reasignación de género y llevar adelante el cambio de sexo.
Para las intervenciones de metoidioplastia y la faloplastia, aparte de los criterios señalados anteriormente, también es necesaria una experiencia de vida real de 12 meses consecutivos en el rol que sea congruente con la identidad de género del paciente.
La metoidioplastia es una técnica que aprovecha el crecimiento del clítoris a través de la testosterona, el cual es liberado del ligamento que lo sujeta, colocándolo en la posición natural de un pene. En este punto se puede aprovechar el tejido de los labios menores para otorgarle un mayor grosor.
En cuanto a la faloplastia, se trata de la reconstrucción de los genitales masculinos, pene y testículos.
El protocolo para seguir todos estos procedimientos debe ejecutarse al detalle, ya que las intervenciones son irreversibles, por lo que una vez tomada la decisión y aprobados todos los requisitos no hay vuelta atrás. La idea es buscar la asesoría adecuada para aclarar todas las dudas y que no haya espacio para el arrepentimiento.
