MEDIO AMBIENTE
Foresta y la Regata ARC colaboran en la plantación de más de 200 árboles en Gran Canaria
Ambas entidades celebraron la novena edición de `Bosques ARC´ en la que participaron los cruceristas de las regatas ARC y ARC+ que unen la isla con el Caribe
El gerente de la Fundación Foresta, Sergio Armas, y el director de la Regata ARC, Andrew Bishop, cerraron la novena edición de Bosques ARC en la que se plantaron 217 árboles, que contribuyen a la preservación del medio ambiente.
La iniciativa forma parte de un acuerdo entre la Fundación Foresta y el World Cruising Club, propiciado por el Patronato de Turismo del Cabildo de Gran Canaria, para facilitar que los barcos que participan en las regatas ARC y ARC+, que unen Gran Canaria con el Caribe, colaboren en el cuidado del entorno natural.
Asimismo, se busca recuperar suelos con alto riesgo de desertización, aumentando la biodiversidad y recuperando la vegetación potencial que formaba la antigua Selva de Doramas. El proyecto, que nació en el Archipiélago, se extendió hace unos años a la isla de Santa Lucía, en el mar Caribe, por tratarse del puerto de destino de la travesía.
Las labores de reforestación tuvieron lugar los días 5 y 16 de noviembre. Durante ambas jornadas, se proporcionaron conocimientos sobre el problema de deforestación que tiene Gran Canaria y la flora canaria, y se les explicó a los participantes cómo plantar un árbol.
Desde que comenzó el proyecto en el año 2010, ya crecen alrededor de 2.400 nuevos árboles de laurisilva en la Isla, repartidos entre Lomo de las Vacas, en Firgas, y la finca del Rayo, en Teror. Este último espacio -con una superficie de dos hectáreas- fue cedido por el Cabildo de Gran Canaria después de que, pasados cinco años, se agotara todo el suelo disponible elegido en un inicio y que, en la actualidad, es un bosque de una hectárea con árboles de hasta tres metros de altura.
El primer árbol que se plantó fue un madroño canario, de la mano de Bishop, que inició una cadena formada, en la actualidad, por unos 600 regatistas, procedentes de diversas nacionalidades y de todas las edades, que han participado en las distintas ediciones de la ARC y que han querido dejar su huella. Castaños, madroños, viñátigos, acebiños, barbusanos, palo blancos, follaos, laureles, nispereros e, incluso, tajinastes azules, han sido las especies elegidas para estos dos enclaves únicos en la Isla.
Además de promover la plantación, Foresta se encarga también de la planificación, supervisión y mantenimiento de las zonas arboladas, que se crean para garantizar la restauración ambiental. “Presentamos un estudio previo en el que se recoge qué vegetación se corresponde a esa altitud, a esa orientación y a las condiciones de suelo”, aseguran los representantes del proyecto que, aunque es de carácter privado, cuenta con el apoyo y colaboración directa del Cabildo de Gran Canaria, quien cede el suelo y contribuye con la planta.