La restauración del campo magnético salvó la vida en la Tierra
La magnetosfera protege a nuestro planeta de las partículas radioactivas espaciales y se genera gracias a la interactuación entre el núcleo interno y externo de la Tierra.
Un nuevo estudio sugiere que el campo magnético protector de la Tierra pudo haber estado a punto de desaparecer hace unos 565 millones de años, pero se restauró gracias a la solidificación del núcleo interno, lo que evitó la extinción de la vida en nuestro planta. La investigación se publicó este 28 de enero en la revista en línea Nature Geoscience.
¿Cómo se genera el campo geomagnético?
La magnetosfera de la Tierra se extiende hacia el espacio y desvía la mayoría de las partículas de alta energía del Sol, que de otra forma bombardearían la superficie de nuestro planeta, haciéndolo prácticamente inapto para la vida. El geomagnetismo surge en las entrañas de la Tierra, donde se encuentra un sólido núcleo de hierro y níquel cuya superficie alcanza los 5.500 grados Celsius.
Está rodeado por un núcleo líquido externo, cuyo material se enfría y se asienta continuamente, formando capas sólidas en el centro. Esto provoca la mezcla de la aleación caliente conductora del núcleo líquido y crea un campo geomagnético.
Las huellas de magnetismo en las rocas antiguas ricas en hierro sugieren el campo magnético de la Tierra ya existía hace 4.200 millones de años. Sin embargo, al principio este estaba generado por un núcleo completamente líquido y en ebullición, cuya temperatura en algún momento empezó a disminuir gradualmente, lo que provocó la debilitación de la magnetosfera hasta un nivel peligroso para la vida en el planeta.
Restauración del campo magnético
Aunque el núcleo de la Tierra es inaccesible para la investigación directa, todos los cambios en el campo magnético global se reflejan en la orientación de las partículas de ciertos minerales ricos en hierro. En el marco del nuevo estudio los científicos analizaron los cristales de plagioclasa y clinopiroxeno formados hace 550-600 millones de años en la parte oriental de Quebec (Canadá).
Los cristales mostraron que en esa época la magnetosfera experimentó tiempos difíciles, ya que se debilitaba y su polaridad cambiaba diez veces más rápido de lo que ocurre actualmente. Sin embargo, a partir de cierto momento (aproximadamente hace 565 millones de años), el proceso se detuvo y de repente comenzó a desarrollarse en una dirección completamente diferente. El campo magnético de nuestro planeta comenzó entonces a restaurarse. Los autores del nuevo estudio sugieren que este cambio drástico se debió a la solidificación del núcleo interior de la Tierra.
Cabe destacar que la etapa del debilitamiento de la magnetosfera coincide con la primera extinción masiva, la llamada 'extinción de los organismos ediacáricos', ocurrida hace 540 millones de años. En cambio, la posterior restauración y mejora del campo magnético coincidió con la siguiente etapa importante en la evolución de la vida: la explosión cámbrica de la biodiversidad, durante la cual aparecieron los antepasados de todos los tipos de animales modernos.