Epidemia mundial: repercusión económica en España
La crisis sanitaria causada por el nuevo COVID-19 ha dejado graves consecuencias en el ámbito económico-social mundial. Los países están procurando diseñar políticas económicas para cada sector y poder hacer frente a este importante descenso en la economía. Dicho deterioro económico ha afectado a todos sin importar edad, nacionalidad o razón social. Por eso, es importante tener algunas soluciones a la mano de lo que está ocurriendo y lo que falta.
Desempleo y cierre de empresas en España
Existe una gran incertidumbre sobre el futuro, pues es una situación sin precedentes, que no muestra referencias sobre la actuación ante algo así. Un país principal de Europa como lo es España, está principalmente afectado por el largo tiempo de aislamiento forzoso debido a la crisis sanitaria. Esto ha ocasionado el cierre forzoso y prolongado de muchas empresas.
El cierre de empresas provoca a su vez la mayor cifra de desempleos de la historia de España. Algunas compañías que aún laboran, han tomado decisiones contundentes para seguir en marcha como ofrecer salarios más bajos a sus trabajadores o suspender el personal.
Según el Ministerio de Trabajo y Economía Social de España hubo 282.891 nuevos desempleados para el mes de Abril, 7.9 % más que el mes de Marzo. La mayoría de los casos fueron del sector turismo, con un total de 219.128 personas desocupadas. La cantidad de ayudas públicas dadas a los desempleados alcanzo un máximo histórico interanual de 137% en el mes de abril.
Un informe de la aseguradora de crédito francesa COFACE, aseguró que el quiebre de las empresas tendría una alza del 25% en todo el mundo. En España, la mayor parte de empresas en quiebre son del sector hotelería y turismo. Por lo que se aprecia una repercusión notablemente alta sobre las empresas y el empleo en España.
Sin embargo, el Estado ya está diseñando medidas para empezar una nueva normalidad con aumento progresivo. España apenas sale del confinamiento en pasos acortados y con limitaciones para cuidar de un rebrote. Tanto particulares como pequeñas y medianas empresas necesitan recuperarse de esta grave pandemia. Así que valiéndose de las decisiones por parte del gobierno, empiezan a tomar decisiones para acrecentar su economía.
Alternativas para un nuevo surgimiento económico
Se espera que a pesar de la incertidumbre, a medida que se levanten las medidas restrictivas por la crisis sanitaria, haya un efecto rebote en lo socioeconómico. Además que las actividades económicas empiecen a funcionar paulatinamente y que resurjan a través del paso del tiempo. Es importante un plan de acción y una pronta toma de decisiones basadas en las necesidades de cada empresa.
Puede ser de gran ayuda para particulares y empresas pedir préstamo para la solución a ciertos imprevistos causados por la pandemia. Por ejemplo, se puede cubrir algunas necesidades o hacer una reinversión necesaria que haga generar nuevamente los ingresos requeridos y seguir funcionando.
Un préstamo es un ejercicio financiero donde a través de un contrato formal la entidad que financia hace entrega de una cantidad determinada de dinero a un particular o empresa. En este se estipula los términos y condiciones de devolución del préstamo en un plazo definido e intereses concretos según el tiempo de uso del préstamo.
Financiación on-line para particulares o empresas
Sin embargo, para acudir a este producto financiero hay que tener en cuenta los detalles para tomar una buena decisión. Primero, pensar a quién o cuál entidad financiera acudir para solicitar el préstamo. Segundo, evaluar el tipo de préstamo que se necesita para solventar la situación. Tercero, analizar las condiciones que ofrece la entidad financiera con respecto a los tipos de préstamos e intereses.
Existen distintos tipos de préstamos, entre ellos, préstamos personales, créditos rápidos, préstamos sin intereses, préstamos sin nómina, préstamos con ASNEF o préstamos sin papeleos. A través de la financiación on-line se pueden conseguir estos préstamos fácilmente con espera de respuesta de tan solo minutos y con un mínimo de requisitos.
Los requisitos son básicos. Algunas entidades financieras exigen la mayoría de edad o tener entre 21 a 75 años de edad. Poseer un documento de identidad válido y vigente para el requerimiento. Demostrar que tiene una fuente de ingresos con la cual cubrir dicho préstamo. Tener residencia en el país que está la entidad. Y de preferencia no tener historial o antecedentes por mora de pagos.
