Cómo ha evolucionado la publicidad en punto de venta
La PLV o publicidad en el lugar de venta es una de las estrategias de marketing más utilizadas en todos los tiempos. Desde su aparición, se presentó como una estrategia enfocada a aumentar las ventas y el interés por parte del consumidor que visita una tienda.
La PLV ha evolucionado de forma continua desde su aparición y, en este artículo, te contamos un poco más al respecto.
Publicidad en el lugar de venta como estrategia
La PLV surgió como una herramienta más para conseguir ventas mediante una llamada a la atención al cliente. Este tipo de publicidad se promociona desde el interior de la tienda y siempre busca brindar un impacto visual directo que provoque una atracción hacia los clientes.
La publicidad en lugar de venta no es solo colocar aquellos productos o promociones que quieres vender. Es mucho más profunda que eso y uno de sus objetivos principales es brindarles un valor añadido a los productos mostrados en los llamados PLV.
Para realizar publicidad en lugar de venta, se emplean formatos físicos atractivos como expositores de cartón para productos, displays, carteles, etc. Sin duda, es una estrategia que requiere de mucha organización y planificación.
Un elemento común en tiendas
Desde su aparición, las PLV se han convertido en un elemento común en tiendas, supermercados, farmacias, perfumeras y demás espacios destinados a la venta.
Se ha maximizado su uso, lo que ha llegado a provocar una saturación que atenta contra la eficacia y el objetivo de este tipo de publicidad. Si un potencial cliente mira la publicidad en lugar de venta de un producto específico, menor será el impacto y la atracción cuando vea otro PLV del mismo producto.
Así sucede con todo tipo de PLV, lo que ha provocado una necesidad por evolucionar hasta provocar una atención impactante y sorprendente que diferencie claramente el producto a destacar de sus competidores.
Publicidad en el lugar de venta digital
La evolución e innovación no son procesos nada sencillos, especialmente cuando se trata de técnicas que se han utilizado desde hace décadas. Sin embargo, la tecnología y la digitalización crean un montón de posibilidades que pueden llevar la PLV a otro nivel.
Una PLV completamente digital puede cambiar en absoluto la experiencia del potencial cliente al interactuar con la publicidad. La incorporación de tecnología y herramientas digitales brindan ese valor agregado extra que genera atracción y curiosidad al usuario.
El uso de pantallas táctiles como parte del PLV físico o la inclusión de técnicas como la realidad virtual o aumentada, pueden ser una gran solución para crear una diferenciación notoria de la publicidad en el lugar de venta.
Es un gran paso, especialmente en estos momentos donde la era digital se expande con mayor rapidez. Además, la amplitud de posibilidades de una PLV digital te permite aprovechar al máximo la creatividad.
Aunque la publicidad tradicional puede tornarse repetitiva, la PLV digital lo cambia por completo porque amplía el catalogo de opciones: mayor interactividad y posibilidades de emplear material audiovisual.
Sin duda, la publicidad en lugar de venta seguirá evolucionando y adaptándose a las necesidades del mundo actual. Aun así, siempre mantendrá sus fundamentos intactos, por lo que seguirá siendo transportable, funcional, desmontable, rentable y capaz de añadir un valor agregado al producto.