La reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana supone una merma importante del principio de autoridad de los policías, lo que generará una gran inseguridad en estos a la hora de actuar. Es una 'bofetada' y una auténtica infamia para estos servidores públicos que día tras día velan por nuestra seguridad y nuestros derechos y arriesgan su vida y la entregan. No olvidemos el gran número de policías y de guardias civiles que cayeron hace años aba-tidos por la barbarie terrorista.Nuestro mayor recuerdo, reconocimiento y homenaje.
¿Qué sentido tiene esta reforma en una España en la que la delincuencia aumenta de ma-nera vertiginosa con robos, con violaciones,apuñalamientos,narcotráfico, con maltrato a las mujeres,además de una alta tasa de inmigración ilegal?
Por otra parte, también consideramos que la reforma vulnera el derecho a la intimidad, poniendo en riesgo la integridad física de los policías y de sus propias familias. No menos importante es la anulación de la presunción de veracidad, lo que puede suponer dejar im-punes multitudes de delitos e infracciones, al tener la misma validez el testimonio de un policía que el de un maltratador, por ejemplo.
Asimismo, estamos en contra de la modificación en materia de identificaciones, que obliga a devolver a un sospechoso al mismo lugar en el que fue interceptado, una vez que se le ha identificado en comisaría. Esta cuestión va a provocar situaciones paradójicas que ge-nerarán inseguridad tanto para los propios policías, como para las víctimas de presuntos delitos. Esto es una auténtica burla.
En CSIF, en su defensa permanente de los trabajadores y trabajadoras, no podemos admitir que se ponga en riesgo la seguridad de los policías con reformas que menoscaban grave-mente el principio de autoridad y cuestionan el principio de veracidad, dejando a los mismos en una situación de indefensión ante cualquier intervención.
En CSIF abogamos por el respeto, la dignidad y la seguridad de los integrantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, como defensores de nuestros derechos y garantías cons-titucionales, así como la pacífica y normal convivencia de los ciudadanos.
Un Estado de derecho y una sociedad democrática no pueden funcionar bien con policías y guardias civiles desautorizados.
Esta reforma, redactada con una buena dosis de perversidad, genera inseguridad jurídica
e indefensión en los Cuerpos y Fuerzas de la Seguridad del Estado,así como en los ciuda-danos de bien. ¿Qué sensación pueden sentir estos con una Policía 'maniatada'? Esto es un mazazo a la democracia y al Estado de derecho.
Si en España nos encontramos con un Ejército mermado en efectivos y en recursos, ahora se pretende desautorizar más todavía a las fuerzas policiales con una ley perversa. Mal asunto. Se estarán frotando las manos los malhechores y los que quieren atentar contra los derechos y libertades de los españoles.
Si la Policía española es de las mejores del mundo, hay que cuidarla, dotarla de recursos humanos y materiales, respaldarla y no humillarla como se pretende.
¿Qué se esconde detrás de todo esto?
Contra la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana
Jesús Manuel Díaz Lorente.
Delegado de CSIF Canarias