Acuerdos

Buscar el enfrentamiento o como se dice popularmente la bronca es fácil, se consigue rápidamente y los efectos son inmediatos, malestar, enemistades o peleas inútiles, que nunca llevan a buen puerto, ni sirven para solucionar absolutamente nada. Lo complicado, es lo contrario, es decir, buscar el diálogo para llegar al consenso, ceder para conseguir, hablar para entenderse y borrar resquemores o falsas interpretaciones. La soberbia, es mala compañera para llevar una vida sana personal y societariamente confortable, por eso, es bueno, desde todo punto de vista, escuchar atentamente a los demás, en vez de pensar en cómo escachar al otro. Aprender del que tiene posiciones diferentes, porque, a lo mejor, para ese caso concreto son las más adecuadas, por muy convencido que estés que las tuyas son merecedoras de un Premio Nóbel, es ser una persona inteligente y además, sabia. El coloquio abierto, la conversación veraz, la charla agradable, la plática educadora o la discusión civilizada consiguen un sosiego, que permite llegar a los acuerdos necesarios, para mejorar la calidad de vida de cada persona y el bienestar social. Tenemos que pasar del frentismo continuo, al acuerdo provechoso, sólo es cuestión de actitud.