ASTROFÍSICA
La astrofísica canaria Antonia Varela publica un artículo en Science la revista de ciencia más importante del mundo
Solo el 8% de los más de doce mil manuscritos que llegan anualmente a la revista Science son aceptados para su publicación. Varela es la única científica canaria que ha logrado que su artículo The increasing effects of light pollution on professional and amateur astronomy se publique en esta prestigiosa revista
La astrofísica canaria, miembro del Instituto de Astrofísica de Canarias, directora de la Fundación Starlight y presidenta de BPW Canarias, Antonia Varela Pérez, ha publicado un artículo en el especial de la revista Science, la publicación más prestigiosa de ciencia del mundo, promovida por la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, la mayor y más antigua organización científica del planeta.
Antonia Varela que es además una profesional comprometida con la igualdad y por ello presidenta de la Asociación de Mujeres Empresarias y Profesionales de BPW Canarias, alerta en su artículo sobre los peligros de la contaminación lumínica y sus efectos en el mundo natural, la salud humana, el cambio climático y, por supuesto, el cielo nocturno.
Ha sido además la única científica/o española que ha publicado en esta edición de la revista Science, cuyo prestigio se basa en su independencia y en sus estándares de calidad, ya que solo el 8% de los más de doce mil manuscritos que llegan a la revista son aceptados para su publicación.
En este sentido, la Asociación de Mujeres empresarias y profesionales destaca el hecho de que es “todo un privilegio para el ámbito científico en Canarias que Antonia Varela haya publicado en esta revista que es “hoy por hoy el canal de comunicación más solvente que tiene la comunidad científica internacional para dar a conocer, tras el filtro de una irreprochable y minuciosa selección los más importantes descubrimientos e investigaciones de muy diversas ciencias en el planeta”.
En el artículo, titulado The increasing effects of light pollution on professional and amateur astronomy, Antonia Varela analiza el creciente impacto negativo de la luz artificial nocturna, las interferencias de radio y el incesante despliegue de constelaciones de satélites en las observaciones astronómicas, limitando los descubrimientos científicos y amenazando a la astronomía amateur especialmente en los proyectos de investigación profesional-amateur, astrofotografía y en el emergente astroturismo.
Precisamente, Antonia Varela Pérez como directora de la Fundación Starlight y junto a la Federación de Mujeres Empresarias y Profesionales de España, BPW Spain, lanzaron el año pasado una campaña internacional para solicitar ante la ONU la creación de un nuevo Objetivo de Desarrollo Sostenible, el número 18 (ODS 18) para la Protección de la Calidad del Cielo y el Derecho al Acceso a las Estrellas, el único objetivo registrado en la sede de Naciones Unidas, en Nueva York, durante la celebración de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW66) en 2021.
En este mismo sentido, BPW Canarias informa que hoy la presidenta de la Asociación, Antonia Varela tiene previsto un encuentro con la joven adejera Victoria Ballesteros, miembro del grupo Girls in Science de Naciones Unidas. El objetivo del encuentro, al que se prevé que acudan otras mujeres expertas y sensibilizadas en la protección del medioambiente, es dar a conocer la iniciativa, establecer sinergias de trabajo y recoger inquietudes y proyectos por ambas partes.
Las consecuencias de la contaminación lumínica
Según explica Antonia Varela en el artículo publicado, hasta hace poco, la principal preocupación era la pérdida progresiva del cielo nocturno debido a la contaminación lumínica. Pero las personas profesionales de la astronomía han advertido las serias impresiones de este deterioro, no solo en la ciencia, sino también en el medio ambiente, la biodiversidad, la salud y el desarrollo socioeconómico a través del astroturismo.
Actualmente, el 83% de la población mundial vive bajo cielos contaminados por la luz, y aproximadamente el 23% de la superficie terrestre entre los 75ºN y 60ºS ya está afectado. Si no se toman medidas, se espera que esta contaminación se duplique en unos 35 años, coincidiendo con el aumento de la población mundial y la urbanización.
La directora de la Fundación Starlight enfatiza la necesidad de educar y concienciar a la sociedad sobre este problema. Además, se busca promover el desarrollo socioeconómico local a través del astroturismo y defender el cielo como un Objetivo de Desarrollo Sostenible ante las Naciones Unidas.
Los observatorios astronómicos, que se encuentran en lugares remotos para aprovechar cielos oscuros, están siendo amenazados por la creciente contaminación lumínica. La luz artificial puede saturar las débiles señales de los objetos astronómicos, dificultando su detección. Además, el uso de constelaciones de satélites en órbita terrestre baja ha tenido un impacto inesperado en la astronomía. La sustitución de satélites visibles desde cualquier lugar en cualquier momento interfiere con las observaciones astronómicas y afecta a proyectos importantes, como la búsqueda de asteroides potencialmente peligrosos.
Las constelaciones de satélites también tienen consecuencias en la radioastronomía, ya que generan interferencias de radiofrecuencia que resaltan las observaciones del universo en longitudes de onda utilizadas también por las radiocomunicaciones humanas.
Aunque existen regulaciones y tecnología para disminuir la contaminación lumínica, el riesgo de perder el cielo nocturno debido a las megaconstelaciones avanza rápidamente y presenta desafíos complejos. Además, el aumento del número de satélites aumenta el riesgo de colisiones y genera basura espacial, lo que pone en peligro otros satélites y sistemas cruciales para la seguridad.
La astronomía amateur también se ve afectada por la contaminación lumínica y las megaconstelaciones. Los astrónomos aficionados no tienen los recursos necesarios para reducir los efectos de la luz artificial y los satélites en sus observaciones, lo que dificulta actividades como la detección de cometas, la búsqueda de supernovas y el seguimiento de estrellas variables.
Para abordar estos desafíos, se requiere la colaboración de observatorios, la industria, la comunidad astronómica, los organismos de financiación de la ciencia y los responsables políticos a nivel nacional e internacional. Se debe establecer restricciones estrictas y vigilar su cumplimiento para proteger el cielo nocturno. La creación del Centro para la Protección del Cielo (CPS) de la IAU es un paso en la dirección correcta.