Diego Ojeda Ramos
Exconcejal del Ayuntamiento de Telde y asesor en la Consejería del sector Primario, Soberanía Alimentaria y Seguridad Hídrica del Cabildo Insular de Gran Canaria
En un momento en el que la crisis climática azota con fuerza a Canarias, con una sequía prolongada que amenaza no solo nuestros recursos hídricos, sino también la estabilidad del sector primario y la seguridad alimentaria, es imprescindible reconocer el trabajo adelantado y estratégico que ha realizado el Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria. Gracias a su previsión y a su estrecha colaboración con la Consejería de Sector Primario, Soberanía Alimentaria y Seguridad Hídrica del Cabildo de Gran Canaria, así como con ayuntamientos, mancomunidades, consorcios y comunidades de regantes, la isla se encuentra mejor preparada para enfrentar los retos que trae consigo la falta de lluvias.
El cambio climático no es una amenaza distante, es una realidad palpable que ya afecta nuestras vidas cotidianas. Las lluvias, cada vez más escasas y erráticas, han puesto en jaque la capacidad de nuestras infraestructuras y recursos naturales para satisfacer la demanda de agua. En este contexto, el Consejo Insular de Aguas, junto a sus colaboradores, ha demostrado ser un organismo no solo reactivo, sino también proactivo, con una planificación hidrológica que ha sabido adelantarse a los peores escenarios.
La labor del Consejo no se limita a gestionar las carencias hídricas, sino que ha sido clave en la implementación de una estrategia integral que abarca la modernización de las infraestructuras de riego, la promoción del uso eficiente del agua y la diversificación de las fuentes de abastecimiento. Estas medidas, en las que también han participado activamente ayuntamientos y mancomunidades, no son simplemente paliativos temporales, sino soluciones a largo plazo que garantizan la resiliencia de Gran Canaria frente a las sequías y otras adversidades climáticas.
Uno de los aspectos más destacables de esta planificación es la coordinación con la Consejería de Sector Primario, Soberanía Alimentaria y Seguridad Hídrica. En un territorio donde la agricultura es fundamental para la economía local y para la soberanía alimentaria, asegurar un suministro constante y suficiente de agua es crucial. Las políticas de riego eficiente, propuestas también por consorcios y comunidades de regantes, y el apoyo a las personas agricultoras en la adaptación a las nuevas condiciones climáticas han sido esenciales para mitigar el impacto de la sequía en las cosechas y, por ende, en la economía de la isla.
Además, la visión del Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria ha sido ejemplar en términos de sostenibilidad. La apuesta por la reutilización de aguas residuales depuradas para riego agrícola, la desalinización y la recuperación de acuíferos son iniciativas que no solo responden a la urgencia del momento, sino que también sientan las bases para un modelo de gestión hídrica que podrá ser referente en otras regiones afectadas por el cambio climático.
Es importante subrayar que este enfoque proactivo no se ha llevado a cabo de manera aislada. La capacidad del Consejo para trabajar en conjunto con otras entidades del Cabildo de Gran Canaria, así como con los sectores productivos, la sociedad civil, y las administraciones locales ha sido clave para el éxito de su gestión. La planificación hidrológica adelantada, que integra la conservación del medio ambiente con el desarrollo socioeconómico, es un modelo que debemos valorar y proteger.
En definitiva, el trabajo del Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria, en concordancia con la Consejería de Sector Primario, Soberanía Alimentaria y Seguridad Hídrica, y con la colaboración de ayuntamientos, mancomunidades, consorcios y comunidades de regantes, es un ejemplo de cómo la planificación inteligente y la acción coordinada pueden marcar la diferencia en tiempos de crisis. Ante una sequía sin precedentes, Gran Canaria ha demostrado que la previsión y la innovación son nuestras mejores herramientas para asegurar un futuro sostenible y próspero para todos sus habitantes. Este es un camino que debemos seguir recorriendo, aprendiendo de la experiencia y fortaleciendo nuestras capacidades para enfrentar los desafíos que aún están por venir.
Diego Fernando Ojeda Ramos, fue concejal del Ayuntamiento de Telde y actualmente es asesor en la Consejería del sector Primario, Soberanía Alimentaria y Seguridad Hídrica del Cabildo Insular de Gran Canaria.