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ESPERANDO EL BIG BANG POLÍTICO

Esperando el Big Bang político

Dice la física que nada en el universo se destruye, solo se transforma, de ese modo, la materia puede pasar por innumerables formas y estados, hasta convertirse en plomo que es el último estado de la materia. El plomo perdurará hasta que otra gran explosión/fusión como la del Big Bang pueda transformarlo en otras materias y recomenzar su ciclo existencial… interesante.

La política se comporta de forma similar, pasamos por gobiernos democráticos medianamente buenos, malos, pésimos, hasta llegar al peor, por ejemplo, el chavismo en Venezuela. Durante sus más de 20 años de reinado ha transformado al otrora país cuna de inmigrantes e inversiones en una nación tercermundista de la que se huye. Desarmó la democracia utilizando sus propias herramientas, contaminando sus instituciones, anulando el voto, expropiando partidos, candidatos, arrastrando la nación a incontables e inútiles procesos electorales ¡inútiles! que solo generan un ciclo de abstención, instituciones no reconocidas y sanciones… se redujo a tristes procesos electorales de plomo.

Estos hechos políticos suelen ocurrir en cualquier nación, claro, no tan acentuados como en Venezuela y Nicaragua, sin embargo, en occidente, cuando lejos de ver solucionar los problemas de los ciudadanos empeoran, como los relacionados al empleo estable, salarios mínimos dignos, educación, salud y transporte, nos damos cuenta que la política (sus protagonistas) deben ser cambiados.

Es lugar común observar cómo las naciones cambian de gobiernos de “derecha” a gobiernos de “izquierda” y nuevamente vuelven a reincidir una y otra vez, agotando hasta el hastío mismos rostros, mismos partidos, mismas ideas o, lo que es peor, mismas desgastadas e inútiles ideologías.

Cuando se llega a ese punto es necesario prestarle atención a la ciencia, a la naturaleza. El “Big Bang” en la política se hace necesario, los ciudadanos deben encontrar nuevos liderazgos, nuevas acciones basadas en experiencia y preparación, que deparen algo nuevo, algo distinto, algo mejor. Por ningún motivo se debe permitir la sobreposición de los gobernantes por encima de la sociedad, no debemos olvidar, después de todo, los gobernantes ¡Todos! son simples empleados públicos obligados a rendir frutos positivos.

También hay que tener extremada cautela con los populistas, con los socialistas trasnochados, cuya misión en esta vida (al parecer) es empeorar lo que ya nadie pensaba podía empeorar, el mejor ejemplo de ello es Venezuela, donde el chavismo demostró que no hay nada malo que no pueda estar peor.

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