ÚLTIMA HORA

ÉTICA Y OPORTUNISMO EN LA AMNISTÍA

José Fco. Fernández Belda

Viviendo en San Borondón

Como bien dice el refrán, unos nacen con estrella y otros estrellados, unos son oportunos y otros oportunistas. Es el caso de Puigdemón y del Dr. Sánchez, ya que sus actitudes públicas comparten el dudoso mérito de ser estrellas mediáticas y oportunistas, tal vez porque sus comportamientos adolezcan de ética y del más elemental y primitivo sentido de la justicia. Ambos encabezan el esperpento político de querer amnistiar a unos delincuentes, el Payés Errante lo exige y el aspirante a Presidente acepta el chantaje y el bochorno. Y ambos lo buscan, pregonan histriónicamente, en en nombre del pueblo español y de la pacificación de Cataluña. Eso de momento, porque como ya sucedió con la nefasta ley benefactora de delincuentes sexuales que es la del “sólo sí es sí”, tendrá efectos colaterales en el País Vasco para con los etarras y en el resto de España para beneficiar a políticos malversadores o ladrones . Esto ya se verá más pronto que tarde, pues como reza el dicho, no hay dos sin tres.

Y, lo que es aún más esperpéntico, nos quieren hacer tragar a los españoles la rueda de molino que es la amnistía, también a los europeos que les bailan el agua y a los jueces autóctonos y de la UE, no por unos razonamientos basados en el sentido de la Justicia y de la ética sino por mor de la aritmética electoral, que está teniendo la consecuencia tragicómica de que un fugado de la justicia pueda decidir la composición del próximo Gobierno de España. Si no lo estuviéramos viviendo ahora, sería la inspiración perfecta para el guión de una serie de política ficción totalitaria. Como se suele decir, la realidad supera a la ficción y a las pesadillas.

Con el actual sistema electoral y de partidos que existe en España, es imposible que un diputado vote en conciencia si considera que la línea de su partido político no concuerda con lo prometido en el programa electoral. Se prima la “obediencia debida”, expresión más cruda y clarificadora de la realidad que “disciplina de voto”, sobre la coherencia, la justicia y la ética. En gráfico y afortunado aforismo, acuñado por Alfonso Guerra, “el que se mueve no sale en la foto”. Y si alguien osa salirse del carril sectario, es tildado de tránsfuga. Aunque el tránsfuga real haya sido el partido, como ahora sucede en el ámbito del social-comunismo gobernante. No es así en el resto del Frankenstein, que siempre han dicho lo mismo. Será inmoral, pero es coherente y así lo expresan sin tapujos en sus mítines.

Pero en el caso de la, por ahora, presunta amnistía, aunque nada tenga de presunta en nuestro interior sino la certeza de que se decretará si eso beneficia al Dr. Sánchez, el bochornoso espectáculo que están dando políticos, jueces y la mayoría de los medios de comunicación, todos ellos autocalificados de progresistas, será merecedor de un capítulo aparte en la historia de la infamia y la traición a los principios. Los mismos que hace unos meses calificaban la amnistía de inconstitucional y ajena al sentido de la ética y la decencia, ahora dicen, con el mismo o mayor énfasis, justo lo contrario. Y no es una opinión, basta con leer hemerotecas u oír fonotecas para constatarlo. ¡Eso, aquí no puede pasar!, bramaban atacando a la derechona en las tertulias como creían los venezolanos cuando Chávez estaba dando su golpe de estado bolivariano, disfrazado de socialismo del siglo XXI para hacerlo menos indigesto a la opinión pública y publicada.

Acabo de ver en un telediario que Yolanda Díaz, mensajera del Dr. Sánchez para estos asuntos que causan bochorno nacional entre la ciudadanía poco dada a los asuntos de interés partidista, que va a Barcelona a presentar un, creo, sesudo análisis jurídico que demuestra, según ella, la impecable constitucionalidad de conceder la amnistía a unos delincuentes, no el indulto que es muy poco para ellos, y con la bondad añadida de que sirve para acabar con el “conflicto político” catalán, y ya puestos, vasco o gallego, allanando el camino hacia la nación de naciones, todas ellas repúblicas socialistas, de la que ya predicaba Zapatero. Puro continuísmo en la senda totalitaria. Por eso es importante que los políticos de relumbrón asistan a la manifestación convocada por Sociedad Civil Catalana el domingo día 8 de octubre en Barcelona, dejando sus banderas partidistas en casa. No son los partidos, es la ciudadanía.

Todo este circo de juristas de “reconocido prestigio” al servicio de la marca sin contenido real definido que se llama izquierda, me recuerda una frase lapidaria, a mi entender genial, pronunciada por Pedro Lezcano en su discurso de aceptación del doctorado honoris causa, no honoris fraude, que hizo revolverse en sus sillones-poltronas a los juristas y políticos presentes: “¡¿Como podemos confiar en unos juristas especializados en defender a quien les paga?!” Así de claro, picado y menudo, lo expresó el lúcido Dr. Pedro Lezcano, q.e.p.d.

Noticias más leídas del día

Un conejo succionado por el motor de un avión provoca explosión en pleno despegue (VÍDEO)

Incendio en una gasolinera de Puerto Rico, Gran Canaria (VÍDEO)