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MANIFESTACIONES CONTRA NETANYAHU EN ISRAEL

José Fco. Fernández Belda

Viviendo en San Borondón

En la TV Española, con un obvio sesgo judeofóbico típico español, se están viendo imágenes de manifestantes en Tel Aviv entremezcladas con otras de la guerra en Gaza, que gritan contra Netanyahu el ser el “Ministro del crimen”. Y no acabo de entender a qué crimen en concreto se refieren, más allá de corear un eslogan tan huero como pancartero y panfletario.

En primer lugar, no explican esos partes televisivos lo qué piden concretamente los familiares de los rehenes que se manifiestan, pues el deseo de que vuelvan sanos y salvos es una obviedad que nadie discute, salvo los terroristas. Sin la menor duda, cualquier gobierno que hubiera en Israel, con cualquier composición, tendría como prioridad traerlos vivos lo antes posible. La única discrepancia que entiendo podría haber sería el cómo hacer eso.

Entre los manifestantes habrá seguramente familiares de los rehenes, que ideológicamente serán tanto de derechas como de izquierdas. El elemento común es el ansia de que los terroristas devuelvan a sus familiares vivos, es lógico y comprensible. Lo que no se dice en las informaciones fiables, es qué piden que se haga para que los terroristas los devuelvan.

Por otro lado, los participantes de izquierda aprovechan esa situación para intentar derrocar el gobierno de Natanyahu, siendo cada día más agresivos y violentos. Aunque hacerlo así forma parte del manual de agitpro, parece no importarles que el país esté en guerra contra los asesinos terroristas de Hamás, apoyados por Irán, y que es un asunto de supervivencia del estado de Israel y de la civilización occidental. Sin la menor duda, no es el momento adecuado para convocar elecciones generales en Israel.
El problema político interior, ajeno a la guerra de autodefensa, no es realmente que haya un gobierno de derechas, sino que la coalición incorpore partidos religiosos ultraortodoxos, a los que solamente les interesa aplicar su visión religiosa, controlar parcelas de los presupuestos ministeriales para hacer ingeniería social a su antojo ideológico. Y, a mi entender, es esta la razón y la excusa de algunos partidos para amenazar con abandonar la coalición y hacer caer al gobierno. Estos partidos oportunistas tienen un público que los vota, aunque logran cada vez la misma cantidad de escaños en las elecciones, sin progreso claro. En suma, el problema lo tienen siempre los partidos laicos.

Los problemas con la justicia que tiene Netanyahu que se cuentan en los mitines que vemos en los medios de comunicación españoles, existen realmente y son graves. Lo que no se aclara es qué tipo de problemas tiene su gobierno con la justicia. Leyendo las intervenciones en la Knéset, parlamento de Israel, se puede comprobar que hay dos tipos de planteamientos en esta cuestión. Por un lado, hay diputados que dicen que Netanyahu quiere cambiar las reglas del funcionamiento de la justicia para darle más poder al Ejecutivo y disminuir, eliminar si pudiera, la visión religiosa de los jueces al aplicar las leyes para acabar teniendo unos tribunales totalmente aconfesionales, no necesariamente laicos. Por otro lado, otros opinan, posiblemente no sin razón, que lo que realmente pretende Netanyahu es blindarse ante las acusaciones de corrupción que pesan sobre él y su familia. Por cierto, esta dualidad existe en varios países de la UE, aunque no exactamente por los mismos motivos formales pero sí de fondo como es el control por parte del ejecutivo del poder judicial, como Polonia, Hungría o España.

En las televisiones y periódicos españoles, posiblemente los más judeofóbicos del mundo, casi siempre relacionan como causa-efecto de las manifestaciones en Tel Aviv la “oposición” a guerra en Gaza, haciendo pasar a Netanyahu por “genocida” en la lucha contra Hamás, cuando esas manifestaciones forman parte de la clásica toma de las calles por las izquierdas cuando no gobiernan ellos. Por ejemplo, ahora en Argentina. Por razones que intuyo, pero de las que no tengo certeza, pocas veces aparecen explícitamente como tema central los problemas políticos internos que enfrenta el Gobierno de Israel, que son sin duda graves.
Por último, y volviendo a los temas tácticos de la guerra en Gaza, tengo el convencimiento de que se está alargado más de lo esperado por el intento de las FDI, Fuerzas de Defensa de Israel, en minimizar las víctimas civiles colaterales dado que los terroristas de Hamás usan a la población como escudos humanos. Por puro sentido común, tengo la impresión de que las FDI no dinamitan, inundan o ciegan los túneles por donde se mueven los terroristas porque tal vez haya rehenes secuestrados dentro de ellos. Esta precaución demostraría el inmenso aprecio por la vida que tiene el ejército de Israel y por eso no aplica esas medidas destructivas radicales. En algunos vídeos que se pueden ver en las redes sociales, no tanto en la TVE, cómo las FDI inspeccionan a conciencia los túneles descubiertos antes de proceder a su inutilización o destrucción, por si hubiera personas dentro, sean rehenes o terroristas.

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