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¿POR QUÉ LOS OBREROS VOTAN A LE PEN?

 
Este fenómeno inquietante e incomprensible pues si nos remontamos a la teoría marxista, la lucha de clases, el manifiesto comunista, la revolución rusa y todos los movimientos revolucionarios que ha protagonizado la clase trabajadora, campesinos, obreros o los sindicatos. Son los antecedentes de un largo y sacrificado historial que ha costado miles y miles de muertos hasta materializar un sistema democrático que disfrutamos y que se fundamenta en la defensa de los principios de “libertad, igualdad y fraternidad”  
Por eso es paradójico que en Francia, la cuna de los derechos humanos, la ultraderecha haya conseguido en la primera vuelta de las elecciones legislativas unos resultados inéditos y nunca vistos. Esos significa que no solo han recibido los votos de la burguesía, la oligarquía, de los patrones empresarios o banqueros sino que estadísticamente hay que contar también a los proletarios, obreros, y trabajadores pertenecientes a los estratos más bajos de la sociedad. Y todo esto tiene una explicación lógica pues Francia se encuentra inmersa en una grave crisis socio económica donde las clases menos favorecidas pierden el poder adquisitivo y caen en el pozo sin fondo de la marginalidad. 
¿Quién les puede devolver la esperanza en un porvenir más digno y próspero? La izquierda durante sus distintos periodos en el poder no ha tenido la capacidad de prevenir la debacle y ahora la ultraderecha se aprovecha de sus indecisiones y promete acometer el reto de aumentar el poder adquisitivo, erradicar la inflación, el desempleo y bajar impuestos 
Además, estas clases sociales son las que tienen que “convivir” con los inmigrantes en los suburbios y guetos depauperados donde el choque cultural y sociológico es más contundente. Porque la islamización y africanización es la constante y no hay vuelta atrás. La integración de los inmigrantes no ha surtido el efecto deseado y esto deriva poco a poco en una “guerra fría” que se palpa en el ambiente. Son miles y miles de sin papeles y clandestinos que carecen de trabajo y de sustento lo que produce el rechazo de los nativos. Algo que eleva los índices de racismo y xenofobia. Porque se acusa inmigrantes de estar directamente implicados en la espiral de inseguridad y violencia que azota a toda Francia. Inmersos en un sistema capitalista muy competitivo que exige el máximo rendimiento laboral ¿cómo obtener entonces los ingresos necesarios y hacer frente a los onerosos gastos mensuales? De lo contrario la única alternativa para conseguir dinero fácil es sumarse a las mafias del narcotráfico, tráfico de armas, la trata de blancas, los asaltos o asesinatos. 
La democracia burguesa ha fracasado pues no ha podido mejorar la calidad de vida de los ciudadanos más vulnerables y desprotegidos. Ante tanta frustración y pérdida de la confianza en la izquierda tradicional la única opción es votar por la ultraderecha que promete mano dura contra la delincuencia, expulsar los inmigrantes ilegales y reconducir a Francia por el camino de la paz y el orden. Europa se ve profundamente afectada por las tensiones geopolíticas de un mundo multipolar y las mutaciones demográficas del norte a favor del flujo migratorio del sur. Definitivamente "los nuevos bárbaros" cumplirán su venganza.
En la segunda vuelta de las elecciones legislativas francesas de este domingo se espera un duelo entre el Nuevo Frente Popular de izquierdas y la Agrupación Nacional de Le Pen -que logró un triunfo histórico el pasado domingo en la primera vuelta- Todavía no se ha definido cuál será el partido mayoritario que en La Asamblea Nacional, pero aparentemente ninguno logrará la mayoría suficiente para nombrar un primer ministro ya que necesitan 289 diputados. 
El Nuevo Frente Popular (coalición antifascista de insumisos, ecologistas socialistas y comunistas) ha conseguido un gran resultado en la primera vuelta con un 28,1% de los votos gracias a una inédita participación de un 60%. (Crece 20 puntos y es la cifra más alta en 46 años) En la segunda vuelta de las legislativas no lograrían los diputados necesarios para impedir la victoria del partido lepenista. Se prevé que sin lugar a dudas la abstención se dispare.
El Nuevo Frente Popular lanza una "alerta antifascista" ante la posibilidad de que la extrema derecha alcance el poder y convoca a los partidos de la derecha moderada y la derecha tradicional como Ensemble, de la coalición presidencial o LR (Los Republicanos) para que se unan en un Frente Republicano que le cierre el paso a Le Pen y eviten así la posibilidad de un enfrentamiento civil de consecuencias impredecibles. 
Aunque hay un pequeño inconveniente pues en una sociedad francesa totalmente polarizada la figura de Mélenchon levanta demasiadas pasiones negativas: “Odio a Mélenchon, amor por Le Pen” El líder de la Francia Insumisa hace gala de un carácter colérico y autoritario algo que genera gran antipatía y por lo tanto si llegara a ser primer ministro conduciría al país a la guerra civil. Hay que boicotear las aspiraciones de este peligroso “islamoizquierdista” capaz de instaurar la “dictadura del proletariado”  
Mélenchon desde hace años que viene siendo estigmatizado y criminalizado por los medios de comunicación reaccionarios que lo definen como un “fanático comunista, antisemita, pro palestino, anticapitalista y antisistema, amigo de dictadores como Fidel Castro, Chávez, Maduro, Díaz Canel, o el guerrillero Petro.  Encima fue uno de los promotores del Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla. Y encima ahora apoya a los rebeldes independentistas de Nueva Caledonia. Mélenchon es cómplice del terrorismo yihadista de Hamas. “Se busca a Mélenchon, el hombre más peligroso de Francia y de Europa también pues propugna su desintegración” Su programa socio económico propone romper con el neoliberalismo imperante a favor de las políticas públicas en detrimento de lo privado, y que Francia acepte el ideal multicultural de todos los orígenes y colores de piel (República mestiza) y actuar contra el desafío del calentamiento global y estimular el crecimiento y la productividad para garantizar así el estado de bienestar y proteger la prestación de los servicios básicos (salud, educación y vivienda)
La propaganda de la ultraderecha no solo se dedica a desacreditar a Mélenchon sino a todo el Nuevo Frente Popular. Y hasta existe un persistente reclamo por parte de algunas facciones de la izquierda republicana que exigen: “O se retira Mélenchon de la Francia Insumisa y renuncia sus ambiciones de ser primer ministro o no habrá unidad progresista” Parece muy improbable que los partidarios de Macron o de Es impensable que los Republicanos vayan a votar por ningún candidato del Frente Popular que son sus enemigos declarados. Según sus detractores presentan un programa demagógico que solo traerá “caos y el empobrecimiento”. Es una alianza contra natura y aberrante que no fructificará pues el Nuevo Frente Popular enarbola las banderas feministas, LGBTI y las palestinas. “Esos vándalos anarquistas siembran el terror cuando celebran sus manifestaciones. Es preferible entonces la abstención o el voto en blanco”. -Favoreciendo por lo tanto la candidatura lepenista- .Francia es un país pro sionista y el lobby judío participa activamente en el gobierno de Macron.
Jordan Bardella, el cachorro de Le Pen, llega al rescate de la patria tal como lo hiciera en el siglo XV Juana de Arco. Y su programa es muy claro: deportación masiva de inmigrantes ilegales y declarar el estado de excepción ante la ola de inseguridad y violencia que atraviesa Francia. Los “ciudadanos civilizados” exigen hechos concretos indignados por la creciente islamización y africanización de la república. Que la identidad francesa recupere el orgullo pisoteado y velar por la prevalencia del consumismo capitalista. En la Agrupación Nacional se destacan jóvenes burgueses de la clase alta o media; católicos, antiabortistas, anti LGBTI, son votantes ultranacionalista, antinmigración, en la que incluso sobresalen obreros, trabajadores, y campesinos condenados a la ruina. Y también, como no, hay un gran número de inmigrantes con nacionalidad francesa. 
Otra fórmula que se debate es la de constituir un gobierno de unidad nacional entre la izquierda y la derecha. Pero los conservadores y macronistas no están de acuerdo. Por eso prefieren abstenerse o votar al partido de Marine Le Pen. ¡Ningún pacto es posible! que los electores elijan según su conciencia entre RN o NFP.
Estamos ante una crisis profunda del régimen que nos conduce a la conformación de una Asamblea sin mayorías, lo que supone la parálisis de la segunda economía más grande de la UE y su principal potencia militar. 
Carlos de Urabá 2024

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