ÚLTIMA HORA

PROBABLEMENTE DIOS SÍ EXISTE, V

Existen enunciados matemáticos, que solo entienden unas cuantas personas, pero que según dicho saber, con su metodología, se admiten como no contradictorios, y por tanto, probablemente verdaderos, según dicha metodología. Si aceptamos este modo de ser y pensar y hacer en las matemáticas, también podríamos hacerlo en las cuestiones que denominamos metafísicas, salvando las distancias de temas y metodologías. ¿O no?

- Aunque solo sea por curiosidad, tantos que niegan la posibilidad de la existencia de Dios, podrían leer y pensar y analizar la demostración de Godel sobre este tema. Que diríamos es una prueba ontológica, en sentido estricto, con lenguaje formal lógico. Que aunque no pueda demostrar a Dios, según usted, si le puede ayudar a pensar, que este tema es más simple y más complejo de lo que pensamos.

- Ciertamente existe un problema, que se puede camuflar de mil modos y mil maneras, y puede tener muchas perspectivas, que es, sintetizando llamar a Dios lo que no es Dios, sino otra cosa, o creer algo que es Dios que no lo es. Poner como Dios algo que no es Dios, definir a Dios, como algo que solo en parte puede ser Dios y en gran parte, ser cosa de hombres.

Por lo cual, cuándo muchos rechazan a Dios, o a ese Dios, no solo lo rechazarían los ateístas, sino incluso muchos teístas.

Diríamos que en la cuestión de Dios, existen diríamos dos grandes acercamientos, las metodologías que con la razón y la sensibilidad humana han ido empleando para intentar definir a Dios. Diríamos todo el acercamiento a Dios, con las fuerzas humanas. Y en segundo, las reales o supuestas revelaciones de Dios al ser humano, lo que se denominan religiones positivas. Actualmente, se habla de cuatro mil en el mundo, aunque solo una veintena como las grandes religiones.

Por tanto, en esa combinación, diríamos del esfuerzo humano y de la revelación o supuesta revelación divina, de todos esos cruces hemos creado la concepción de Dios, tanto filosóficas, mitológicas, racionales, reveladas, etc.

Por lo cual, cuándo alguien admite a Dios o niega a Dios, tendría que subjetivamente, al menos intentar entender, a qué Dios cree y en qué Dios no cree.

- Al admitir a Dios o no admitirlo, sin uno darse cuenta, es un concepto universal, yo diría un “megaconcepto”, es decir, se acepta directa o indirectamente, docenas, si no cientos de otros conceptos, y desde luego conceptos que llevan aparejados prácticas o modos de actuar, en una multitud de campos de la realidad interior, que abarcan el sujeto y la colectividad, la naturaleza, la sociedad, la cultura, a Dios mismo, el presente, el pasado, el futuro, y lo que puede existir o no existir después de este mundo.

Esto es importante, porque muchas personas, pueden negar, a Dios, pero no por Dios mismo, sino por algunos conceptos derivados de ese primer concepto o megaconcepto de Dios. No niegan exactamente a Dios, sino algunas consecuencias de ese Dios. O aceptan por la misma razón. Alguien, puede negar a Dios, por la endoculturación familiar, o lo que le sucedió a su bisabuelo hace cien años, o porque esa concepción de Dios, tiene una interpretación determinada sobre un tema, que para el individuo es esencial, por ejemplo, una cuestión sexual, etc., o porque esa concepción metafísica religiosa, preconiza una determinada moral, y en algunos elementos, no estamos de acuerdo, ni en la teoría, ni en la práctica, etc.

- En el fondo, cada concepción, es una mezcla de muchas preconcepciones y postconcepciones y concepciones en sí. O dicho de otro modo, de multitud de experiencias, vivencias, intereses anteriores, del momento y posteriores. Por lo cual, además que tengamos determinas redes cerebrales conectadas para aceptar o para negar, suponiendo que esta sea una explicación, se combinan con multitud de temores y miedos y deseos y emociones y pasiones. Es decir, tememos que sin Dios somos más libres, o con Dios somos más libres, tememos que nos quiten libertad o nos pongan libertad. En definitiva, tememos y no tememos, que exista Dios o, y que no exista Dios.

Deseamos nosotros, que no exista Dios, para tener una libertad casi ilimitada personal e individual, pero tememos, que si nadie cree en Dios, los otros también tendrán una libertad ilimitada, por lo cual, nos enfrentaremos entre los seres humanos en una lucha sin descanso. La historia muestra y demuestra hasta la saciedad, que la concepción de Dios, es hoy por hoy, el único límite, que muchas personas e ideologías tienen, para no ejercer su poder, más allá de un límite. Y cuándo no existe ese contrapeso, entonces, el poder de las personas, en su medida, se hace omnímodo.

Es decir, sistemas personales, individuales o colectivos, sin Dios, pueden llegar a ejercer un poder tiránico, con Dios, incluso esa tiranía puede estar comedida o limitada, porque hay un poder exterior que lo limita. Nos guste o disguste, hoy por hoy, la humanidad sigue necesitando el concepto de Dios, para sobrevivir, y no solo para vivir, ciertamente, un Dios racional y prudente y moral…

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